Por fin pude probar en uno de sus momentos óptimos de evolución uno de los vinos de autor de Rotllan i Torrra. Por lo general, dentro de sus primeros 10 años de vida, a estos vinos he tenido que enfrentarlos armados de decantador, tiempo y paciencia. Sólo así puede uno apreciar con mayor certeza las virtudes de estos vinos de Jordi Rotllan. Sin embargo, en este caso, este Amadís se encontraba mejor dispuesto para mostrarse al mundo, aunque ello no obstó para darle 5 horas de aireación previa.
Guinda picota intensa con meniscos violetas. Una nariz de enorme elegancia, intensa, etérea: esencias de frutos del bosque, vainilla, mantequilla, café y tostados. Su paso por la boca fue magnífico, sedoso pero con excelente acidez, la fruta aún viva y matizada por sabores torrefactos. Final largo, contundente. Un vino perfectamente entero en su primera década de vida. Gran vino. Una evocación brillante de los amores furtivos del rey Perión de Gaula y de la princesa Elisena de Bretaña.

Picota oscuro, intenso y de capa alta.
Cerrado en nariz, después de una intensa oxigenación en copa, muestra un buen equilibrio entre la fruta bien madura -frutillos de bosque-, sensaciones especiadas, notas avainilladas y apuntes de lácteos -mantequilla- y de pastelería. Tostados de mediana intensidad.
Boca amplia y potente, tanino algo presente pero que junto una buena acidez facilita sorprendentemente su ingesta. Buen paso de boca donde aún resaltan los tostados de la barrica. Largo recorrido con ligerísimo amargor final muy atractivo y prolongada persistencia. Ilusionante.