Cuatro años después volvemos con este priorat a ver cómo ha evolucionado, la verdad es que prometía. Uno de los vinos de la cena de Nochevieja en la Colla con los amigos. Lo abrimos y dejamos que se airease por espacio de una hora y media antes de proceder con su valoración a 16°C.

VISUAL: Bonito color rojo cereza de capa media-alta con el ribete rubí mostrando reflejos atejados. Su lágrima es escasa, esbelta y algo tintada (92).

OLFATIVA: En primer término asoman la fruta en compota, culís de moras y ciruelas pasas. Al agitar encontramos unos claros especiados de pimienta negra y clavo que acompañan apuntes balsámicos de eucalipto y unas sutiles notas minerales de mina de lápiz. Los descriptores vegetales han desaparecido por completo, cobrando intensidad los terciarios. Cacao intenso, cuero curtido y caja de puros compartiendo escena con la madera, bastante marcada, roble muy elegante. De intensidad media y con los descriptores bien definidos (89).

GUSTATIVA: El tiempo lo ha domado para bien. Mantiene un buen ataque, alta acidez y cierta corpulencia, pero en este caso con los taninos más mulliditos que hace cuatro años, presentes pero delicados. Delicioso paso por boca, con la fruta madura en primer plano (mermelada de ciruelas) y con apuntes especiados de pimienta negra marcados. En retronasal nos muestra fragancias de flores marchitas y recuerdos a cáscara de naranja. Post-gusto de tremenda elegancia, manteniendo su corpulencia, con notas minerales arcillosas y con apuntes tostados maravillosos. Delicado, con un fondo amaderado de ebanistería fina y duelas envinadas, ligeramente licoroso. Persiste en boca casi tres minutos de un gran disfrute. Se ha redondeado escandalosamente convirtiéndose en un vino exquisito (93).

La RCP la mantenemos en excelente por supuesto.

MARIDAJE: Nos lo tomamos con un fabuloso micuit de pato con mermelada de tomate. Acertadísimo maridaje, notas cárnicas y grasas en absoluta armonía con la mineralidad de nuestro Priorat. Qué bien ha evolucionado amigos, gran disfrute.

Salud-os!!

Compré este vino pues me sorprendió encontrar un Priorat con tantos meses de crianza por debajo de los 10 euros. Atípico cuando menos. Abrimos nuestra botella y la dejamos respirar una hora y media a temperatura ambiente y unos 20 minutos más en la nevera hasta que alcanzó los 16°C. Tapón excelente, largo, compacto y tintado apenas 1 mm desde su base.

VISUAL: Posee un precioso color rojo picota de capa alta con un brillante ribete cardenalicio. De lágrima ligeramente tintada, abundante y muy fina (94).

OLFATIVA: A copa parada encontramos aromas ahumados y a fruta negra en compota (mermelada de ciruelas). Si agitamos el líquido surgen notas especiadas de canela y pimienta así como frescos herbáceos de poleo y hierbabuena. A continuación hay apuntes de regaliz de palo y minerales de tinta china. En la pátina terciaria cuero curtido, puro habano y recuerdos amaderados (duelas envinadas). Bien de complejidad y con una intensidad media (88).

GUSTATIVA: En boca se nos antoja mineral, carnoso y con los taninos secantes pero muy equilibrados. De acidez media-alta y con una amplitud apabullante. Retronasal arcilloso con aromas  acompotados y marcadas notas de la crianza, a roble. Persistencia de dos minutos y 50 segundos. Gran vino, bien ensamblado y muy equilibrado, con un post-gusto seco, terroso, opulento y carnoso con notas de pan tostado. Me ha encantado y además creo que todavía le queda recorrido, entre 5 y 10 años mínimo. Nos quedan dos botellas más así que iremos viendo su evolución. Priorato de manual (89).

La RCP: Pues la considero excelente. Costo 9 euros y creo que vale mucho más.

MARIDAJE: Nos tomamos la botella en tres ocasiones. En la primera con un entrecotte al tomillo. La segunda con un caldoso de langosta y la tercera con un arroz de manitas, conejo, morcilla y pulpo. Con la carne fue tremendo el disfrute. Los apuntes sanguíneos y herbáceos conjugaron exquisitamente con las notas acompotadas. La combinación con el caldoso de langosta sublime, esa salinidad del marisco armonizó fantásticamente con la mineralidad de nuestro vino. Pero con el arrocito de manitas, morcilla y pulpo estuvo de escándalo. Contundente arroz con sabores intensos totalmente equilibrado con la carnosidad y la opulencia de nuestro Priorat.

Salud-os!!