Un vino que desconcierta un poco. Color violaceo, alta capa, brillante (envidiable). Mancha las paredes de la copa. bonita y uniforme lágrima. En nariz, de intensidad media, domina la fruta negra y roja, inequivocos pero leves aromas de roble, vainilla y cacao. Ni ahi ni en boca uno puede creer que haya pasado 24 meses en barrica, si barrica es lo que nosotros entendemos, porque desde luego, la madera que hay no es vieja. La limpidez aromática es apabullante. Ni un defecto. En boca, llamativa acidez (¿algo de carbonico?) limpia concentracion frutal (ciruela, zarzamoramora, arandano, grosella) y un regustillo de vainilla pero, poco, poco, poco tanino, ni bueno ni malo, lo que resulta decepcionante en un vino tan limpio y con tanta concentracion frutal. Final, pasable, con un punto amargo, no desagradable. El vino resulta agradable y exótico, comparable a vinos jóvenes correctos que valen menos de los 9,5 € que cuesta éste en el Corte Inglés

Picota profundo, ribete púrpura aframbuesado. Limpio. Sorprendente aspecto para un tinto de su zona. Ligero mustillant.
Nariz de buena intensidad. Curiosa. Notas de crema, mantequilla, granadina, cuero fino, vainilla, pomelo y grosella. Tiene un fondo artificial, metálico, aún así es muy peculiar.
En boca es fresco, sedoso y equilibrado. Retronasal muy frutal, desconcertante. Buena persistencia.
Obviamente es un concentrado de levaduras seleccionadas, pero curioso, muy curioso. Quisiera saber cuantas botellas hacen de esto al año.