Color dorado brillante de cierta intensidad. Notas típicas de los rieslings de la zona, con el peculiar dulzor de manzana madura, pomelo, flores silvestres y rasgos minerales.
En boca es bonito, de paso contundente, se deja beber y apreciar. Se vacia bien la botella

Amarillo pálido con brillos dorados y algunos matices verdosos. En la fase olfativa es poderoso, persistente, notas de albaricoque, melocotón, hongos, humedad, levaduras, leve aroma a brioche. Con el tiempo cambia a frutas y por vía retronasal aparece el clásico corte riesling, seco y elegante.
En boca es goloso, muy largo, juguetón y se refuerza el albaricoque, aparece la miel, flores y al final típico mineral alemán.
Por poco más de 7€ está bastante bien

Amarillo pajizo, reflejos verdoso. Lo mejor la nariz muy frutal, cítrica, de manzana y albaricoque madurito. La entrada en boca es agradable, limpia, sin defectos, con acidez cítrica gustosa, y frutal. Su paso por la boca correcto, grato, con aceptable cuerpo (le ayuda el alcohol), lo marca y un poco de dulzor fácil y algo simplon que podría hacer sospechar la chaptalización. Un poco más dulzón de la cuenta. El dulzor, que se sobrelleva por la buena acidez, es lo que domina en el final, no demasiado largo. En resumen, buena RCP (vale 6,40 en el Corte Inglés). Simple y un poco cursi si lo comparamos con un alsaciano del mismo precio, excelente si lo comparamos con un albariño de 12 euros