Habíamos probado su hermano pequeño, Atalaya, pero por fin nos agenciamos una botellita de este Alaya Tierra, garnacha de Almansa en su más pura expresión y del que sólo nos han contado maravillas. Abrimos la botella (previa estancia de 20 minutos en la nevera) y la dejamos respirar durante media hora antes de proceder con su valoración a 16°C, pues con ese 15.5% de alcohol consideramos que era mejor bajarle un poco la temperatura. Corcho magnífico, largo, compacto y tintado apenas 2 mm desde su base.
VISUAL: Impactante color rojo negruzco, yendo hacia el azabache, de capa altísima y muy brillante. Ribete de tonalidades violáceas y tintando la copa de un modo exagerado. Lágrima abundante, fina y coloreada. Espectacular aspecto (97).
OLFATIVA: Hay unas curiosas notas de alquitrán de entrada, entremezcladas con aromas acompotados de fruta muy madura, compota de higo y uvas pasas. Agitamos un poquito y encontramos rosas marchitas, arcilla húmeda y especiados marcados de clavo y pimienta negra. También aparecen fragancias más frescas, balsámicos de regaliz, así como terciarios de cacao, cuero viejo, y por supuesto con apuntes de roble. Intensidad alta (92).
GUSTATIVA: Qué vino más bien hecho, opulento, carnoso donde los haya, de altísima extracción. No obstante presenta un tacto de lo más suave, con los taninos dulcificados y puliditos, una delicia su amabilidad en el paso por boca. En retronasal apreciamos mineralidad, tinta china, acompañada por recuerdos especiados exóticos de nuez moscada y fenogreco. Seguimos probando y nos deleitamos con esos taninos tan "ave fénix" que surgen del alma del vino, pura seda de inicio y transmitiendo personalidad y carácter tras cada sorbo. Post-gusto con sabores de fruta acompotada, mermelada de mora, ciruela pasa, y un puntito semi-dulzón de ciruela pasa muy golosote. La fruta predomina ligeramente sobre la madera aunque apreciamos notas de roble marcadas. Persistencia de dos minutos y 55 segundos, tremendo. Nos ha encantado, aspecto visual estratosférico, gran nariz y paso por boca tan amable que descoloca (92). Creo que en tres o cuatro años será algo memorable.
La RCP pese a costarnos casi 20 euros la considero muy buena.
MARIDAJE: Abrimos la botella con un platito de jamón ibérico de aperitivo para seguir con un colosal Porterhouse steak de 1 Kg con patatas al horno, all-i-oli y pimientos asados. El segundo día acompañó nuestro surtido de embutidos ibéricos, y nos lo terminamos con una pechuga de pollo a la naranja guisadita con verduritas. Nos alucinó el maridaje con la brutal pieza de res, sabores cárnicos y sanguíneos que pedían a gritos un vino poderoso y con carácter, exactamente lo que nos proporciono nuestra fantástica garnacha de Almansa. Que disfrute por Dios!!.
VIDEOCATA: https://youtu.be/nO4IEInAr4A
Salud-os!!
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.