La Atalaya 2012
La Atalaya 2012
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Crianza:
Con crianza
Graduación (vol):
15,50%
Varietales:
85 % Ganarcha Tintorera y 15 % Monastrell
Precio aproximado
Precio Aprox:
Desconocido
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
8.66
/
93
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
7,8
Opiniones de La Atalaya
OPINIONES
8

Botella troncocónica, contundente, idéntica a añadas anteriores.
En nariz hay fruta negra y roja en compota, potente. Violetas, pan de higo, profundos especiados, avainillados, mineralidad, notas de crianza bien integradas.
Fruta a discreción también en boca, con predominio de la negra. Buena acidez, potencia, volumen, intensidad. Sabroso, equilibrado pese a su graduación, persistente y robusto. Ligeros ahumados, aromas florales, minerales, balsámicos, a higo y algarroba, a tinta china. Posgusto largo, agradable, duradero.
Excelente elaboración.

Visual:

Picota con ribete violáceo. Capa cubierta. Lágrima glicérica.

Olfativa:

Nariz de buena intensidad. Madera muy elegante, el balsámico del regaliz negro, fruta negra madura, higos, pimienta blanca y un fondo mineral.

Gustativa:

De entrada potente, tiene bastante peso de fruta, en primer momento negra y con oxígeno entrando a escena la roja, es alcoholico, bastante regaliz, el tanino está presente, hay calidez, tiene buena acidez y permanencia.

Tomo esta botella que me quedaba de esta rica Tintorera de una capa impenetrable, casi opaca. Nariz de fruta madura y confitura, golpe de cacao y chocolate negro,hierbas de monte mediterraneo, aromas amielados y de pastelería, ahumados, toques silvestres y especias con la pimienta blanca sobresaliendo notablemente.
En boca es pura fruta en licor, dulcedumbre, taninos algo rústicos, buena acidez y final acídulo medio-largo con un contrapunto salino muy interesante..

Vino color picota madura casi negro, con ribete violeta, capa alta, bien cubierto, limpio, brillante y lágrima abundante y tintada.
En nariz con buena intensidad, notas de frutas negras, ciruelas, moras y grosellas, con evolución a una fruta roja muy madura y tostados, la fruta se mantiene fresca en todo momento, poco a poco van apareciendo notas especiadas, vainilla y torrefactos, y mucho monte bajo. Perfumado.
El paso por boca, potente, con cuerpo, carnoso, con estructura, amplio, con volumen, tremendo peso de la fruta, sobre todo negra, monte bajo, buena acidez, equilibrado, con nervio y un tanino aterciopelado y quizás algo verde.
Retronasal, afrutada.
Postgusto, largo y bueno.

Garnacha Tintorera de un color picota negra, de una capa tremenda, casi opaco. Nariz de fruta madura y confitura, refrescada por matices de monte mediterraneo, aromas amielados y de pastelería, ahumados, toques silvestres y especias con la pimienta blanca sobresaliendo notablemente.

En boca es como una bomba de fruta en licor, taninos algo rústicos con un carácter algo secante, buena acidez y final acídulo medio-largo.

Intensidad, sientes, palpas, comes la fruta negra, tramada entre notas de miel de bosque y el tostado de la barrica. Hay una buena concentración, pero no cerrada, sin el dominio de los tostados, aunque están. La fruta se explaya, rico aspecto mineral, fondo balsámico, monte bajo, moras maduras de barranco, sensación jugosa y fresca, retamas, regaliz, mosto concentrado, grosellas rojas chispeantes. Es profundo, concentrado, casi impenetrable.

En la boca de entrada es amable, la llena, es grande, te va invadiendo, hay una acidez viva y jugosa, es impresionante, hasta pica, gusta. Llena de sabores frutales, de dulzor maduro y hay un ligerisimo e interesante aspecto salino. En el conjunto gana la frescura, es balsámico, se queda la boca limpia, pese a su contundencia y estructura, quieres más.

Muy oscuro, casi negro, cubierto. La nariz muestra un exuberante perfil frutal, mucha fruta, por momentos más fresco pero en general bastante madura, llegando al sirope (de ciruela), sólo un ligero fondo especiado (pimienta blanca) y un ligero tostado encubren el lado primario. En boca llaman la atención las sensaciones picantes, con un taninazo, sensaciones terrosas, muy bien de acidez, con muy buenos amargos, largo y con profundidad. Muy recomendable... y eso que tiene 15,5% de alcohol... eso sí, con materia de sobra para sostener ese alcohol...

Rojo picota intenso y pequeño ribete violeta. Al que le guste la fruta en su máxima expresión en este vino la encontrará. Moras, frambuesas, zarzaparrilla, todas en sazón y entremezcladas con sutiles matices cremosos de madera nueva y sensaciones balsámicas que le dan ese punto de frescor para compensar un final un poco cálido típico de los vinos mediterráneos. Nariz contundente y frutal, incluso con un deje de leche condensada en su final que se antoja también tostadito. En boca es amplio, carnoso, frutal, con taninos cremosos, muy agradable, no es pesado ya que a pesar de toda esa estructura y potencia tiene una buena acidez que le da agilidad en el paso. Posgusto con las mismas sensaciones frutales, cremosas y de Kirch. Es como un mosto concentrado de frutas, muy placentero (bajo este estilo de vino). Casi se podría tomar en el desayuno sustituyendo al zumo de naranja (no me des ideas, querido Bosos, que ya no damos a basto). Un vino rico, frutal, mediterráneo y muy contundente en sus formas, bien elaborado, trabajado y muy varietal. Puro mosto de uva con excelentes taninos cremosos, tanto de la fruta como de la crianza en madera.

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