Color picota casi negra, menisco violáceo, capa muy alta (no, lo siguiente), limpio, brillante, lágrima densa y muy tintada.
En nariz tiene una intensidad bárbara de fruta roja y negra madura en compota, muy floral, maderas nobles en menor grado, matices balsámicos, cacao; pero sobre todo intensidad de fruta negra.
En boca es tan intenso como en nariz la presencia de fruta negra compotada, buen cuerpo, taninos con leve astringencia, buena acidez que rebaja la sensación de goloso y alcohol; amplio, profundo, algo de café, especias, cacao, regaliz negro. Buena persistencia.

Ojo con la lengua que también se tinta.

Personalmente, si bien estoy de acuerdo con el comentario anterior, discrepo en cosas, personalmente, no compro este vino para darle evolución, ni guarda, se lo que hago cuando lo compro, y es disfrutarlo ahora que tiene una potencia frutal-brutal. Si , tiene 16º, personalmente, me encanta su sabor, su nariz, disfruto de vinos finos delicados, y también de estos cañonazos, y como cañonazo, este me parece muy bien dado, sabores a granada, frambuesa, fresas maduradas, ciruela negra, que se apoderan de los 15 meses de madera dandole poca presencia. Es excesivo?, sí, lo es, sobre todo si lo consumes con frecuencia, puede cansar, pero para alguna vez, es tremendo, hay que tener tb esta dimension de la vinificacion. Me encanta casi masticarlo

Maceraciones prolongadas que acentúan vendimias excesivamente maduras, explicaciones para sus 16 º en etiqueta, lo cuál no quita nadie que se eleve a los 16.5. La búsqueda de ipt (índice de polifenoles totales) va en detrimento del ph y entonces empiezan los problemas. Su calidez nos hace degustarlo a 16 grados de temperatura máximo, y así es complicado ver su complejidad,de otra manera el alcohol puede, aunque la fruta que aparece es licorosa roja con demasiadas notas de tostados. En boca pesa, aunque su acidez lo compensa y no resulta tan abrumador como anuncia su nariz. Un vino para tomar en casa, porque en restauración con 2 copas vas más bien regular.

Este tipo de vinos ha tenido su momento y entiendo que deben girar hacia otra línea, otra cuestión es la exportación a EEUU que lo justifique, ya sabemos como triunfan vinos chilenos, argentinos y californianos donde la maduración excesiva es su clave.

Rojo picota intenso, capa muy alta y pequeño ribete violeta. En nariz destapa concentración e intensidad, aromas de fruta negra del bosque en compota sobre matices balsámicos, vegetales aireados (campo de cereal después de haber llovido) y sensaciones de cortezas frutales en maceración. Hay maderas aromáticas como el cedro mezclados con la fruta, que deja una sensación cremosa bajo recuerdos de cacao, maderitas tostadas y una lejanía mineral. En nariz predomina la frutalidad y con la aireación salen matices terrosos. En boca es muy amplio, cremoso desde el ataque, frutal maduro y con taninos dulces al paso que se integran en una buena acidez de frutas (ciruelas) que le da ese punto medio de frescura. Magnifico recorrido y amplitud. Posgusto frutal muy intenso y bajo signos de cremosidad, cacao y dulzura alicorada. Potencia controlada con elegancia y tipicidad moderna donde la intensidad frutal, concentración y taninos cremosos marcan la personalidad de este expresivo vino. Me ha llamado la atención, en ningún caso se hace pesado ni goloso, a pesar de su contundencia, frutal sí. Quizás para este tipo de vinos habría que crear una categoría entre los tintos secos y los oportos (por ejemplo). La verdad es que da mucho placer el disfrutarlo, y no he encontrado tintos equiparables a este. Los viñedos deben de ser magníficos.