Juan Ignacio Domenech es un embajador de la variedad garnacha, pero demuestra con este vino que la bodega sabe trabajar el viñedo.

Nariz de intensidad alta, en principio destacan los aromas florales de violetas, la fruta negra con sensaciónes de ciruelas y arándanos.  Aromas de hierbas aromáticas como el romero.Toque balsámico, con la crianza muy bien puesta con recuerdos de regaliz y ligeros tostados, tinta china. Fondo mineral.

En boca es potente, con cuerpo, muy buena acidez, sabroso. Con gran carga frutal, taninos marcados y de gran calidad, notas florales, balsámicos y florales. Con un gran final donde se une el paso afrutado potente con la mineralidad. Buen Vino.