Se cruza otra vez en mi camino y nada menos que dos años más tarde, es el vivo ejemplo de que existen rosados que aguantan el paso del tiempo, quizás sea porque es un clarete con mezcla de variedades tintas y blancas.

La acidez que todavía mantiene augura más tiempo de vida, se muestra serio y vivo, la fruta también esta en su cima.

Gran rosado.

El Pícaro del Águila Clarete ecológico Viñas Viejas 2016, DO Ribera del Duero.

Botella borgoña de etiquetado muy moderno y típico de este vino.

Cápsula estilo lacre y corcho no muy largo pero de buena calidad.

Sacado de nevera a 4-5ºC pero atemperado a unos 9-11ºC en copas amplias Lehmann.

Visual

Color asalmonado piel de cebolla seca, limpio y brillante, muy glicérico y de bonita lágrima. (9)

Nariz

Olfativa muy buena, a frutos rojos no muy maduros, fruta blanca, flores, chuches, balsámicos, herbáceos y con un punto cremoso-lácteo muy agradable. (9,1)

Boca

Ataque excelente, frutal, fresca, seca, de buena acidez, untuosa y grasa, de buena densidad y con chicha, muy buena estructura y cuerpo para su tipología.

El paso por boca es sabroso, muy bueno, redondo, aterciopelado, sedoso y elegante.

Muy gastronómico, amplio en boca y de largo final con fenomenal postgusto y retronasal. (9,3)

Excelente Clarete en gran momento con casi 5 años pero que aún puede aguantar unos cuantos años en botella.

Ronda los 21-22€. Buena RCP.

Porque sabe jugar contigo, te da frescura, pero también complejidad.

Comenzando por su nariz, con fruta roja madura, toques anisados, cáscara de mandarina, balsámicos y... de repente toques pasteleros, como de base de tarta, de bizcocho. Aparece el melocotón, incluso toques de sandía y apuntes minerales, que le dan frescura y madurez al mismo tiempo. Flores, matorral, suaves vainillas e incluso tostados.

La boca es carnosa, vinosa, con ese melocotón, la fruta roja madura, los balsámicos y cítricos uniéndose a ese toque golosete pastelero. Tiene una buena acidez y carga mineral, con flores, tostados sutiles, buenos amargores y un toque seco en boca que contrasta con esos apuntes de bizcocho. La madera no se nota. Tiene estructura para seguir creciendo y es un vino para seguir su evolución.

No es un rosado de los facilones. Es un vino con cuerpo, seco, más cercano a un tinto. 

Otra añada de éste rosado, clarete del DOMINIO DEL ÁGUILA de color ligeramente naranja, muy bonito. En nariz aromas frutales y algo de crianza. En boca es ligero, pero tiene el peso de un tinto suave. Muy seco y bueno, aunque algo subido de precio.

  Color rosa palo palido con ribete asalmonado.

   Nariz no muy expresiva, con aromas citricos recordando la naranja, marcados aromas florales. La fruta no es la habitual de un rosado, aquí nos encontramos mas fruta de vino blanco (melocotón). Aromas de azúcar tostado y regaliz rojo.

   En boca se expresa de maravilla. La fruta cambia y aquí si encontramos fruta roja fresca ( cerezas). Excelente acidez y frescura. Es seco y muy vivo, con ligeros recuerdos de la crianza, tiene mineralidad y toques florales. Final largo y con persistencia.

  Además no es de los rosados del año, este seguro que aguanta bien algún año mas

Color rosado pálido brillante de reflejos asalmonado. 

Nariz de buena intensidad dándonos un inicio donde predominan los aromas florales, para luego dejar paso a notas de fruta de hueso, todo sobre un fondo de suave tierra húmeda agradable. Nada de golosinas, me gusta. 

En boca es fresco, untuoso, fruta de hueso, de paso ligero pero con cierto toque licoroso, nos deja un carácter floral final y mineralidad con algún toque balsámico de buena persistencia.