Picota oscuro de ribete morado. En la nariz, de buena intensidad, abunda la fruta madura (¿ligeramente sobremadurada?), los balsámicos y los tostados de la madera todavía por integrar. Ligeramente alcohólico en boca, tiene suficiente estructura y recorrido para mantener un buen equilibrio.

La última vez que lo probé, hace casi dos años, me gustó mucho pero esta vez me ha resultado decepcionante. Aroma poco atractivo, con sensación de mala evolución, con aromas como de calabaza asada y sensaciones alcohólicas mal integradas. Parece que el vino está "cocinado". En boca tiene buena fruta y cierto caracter aunque sin excesiva persistencia y complejidad. Está mejor que en nariz pero peor que la última vez que lo bebí. El vino ha estado en mi armario de conservación a 15 grados todo este tiempo, osea que no es problema de conservación. No sé si será un problema de esta botella pero me surgen al menos dos preguntas ante estas negativa evolución: ¿Será que al vino, a pesar de su magnífica frutosidad inicial, no le está sentado bien haber tenido sólo una crianza de 9 meses en barricas nuevas de roble francés? ¿Habría tenido mejor evolución si se le hubiera dado una crianza un poco más larga pero menos agresiva en roble nuevo?

Just to say that I have really enjoyed this wine once again, which confirms that it has been one of my better discoveries from last year. Very good nose, lots of good quality fruit, with a very well structured and tasty mouth, good integration. Very good.

Color picota bastante oscuro.
Aroma potente donde sobresalen las maderas (por cierto de buena calidad y parecen nuevas), también frutas pasas, se detectan notas balsámicas y licorosas.
En boca es sabroso y carnoso, tiene un paso de boca muy agradable y aterciopelado, bastante elegante, taninos de la madera, en el retronasal vuelven a aparecer las frutas y las siempre-presentes maderas.
Final largo y cálido. Un buen y sorprendente vino, a un precio no muy caro. Cuesta sobre 12 Euros. El corcho un 8.

Sólo decir que el vino me ha vuelto a encantar, confirmando que ha sido uno de los mejores descubrimientos que hice el año pasado. Muy buena nariz, mucha fruta de buena calidad, y en boca mucha estructura y sabrosura, con una buena integración. Muy bueno.

Tres meses despues el vino ha ganado en elegancia. Los taninos se han suavizado y el paso por boca resulta carnoso y enérgico pero elegante y sin ninguna aspereza.

Picota de alta capa con ribete teja. Lágrima densa y pausada. En nariz excelente fruta madura, algo de especias, balsámicos y suave tostado de la barrica. En boca tiene una entrada poderosa, sorprendente pero un paso por boca agradable y sedoso. Es bastante largo y el postgusto es excepcional.

Color picota oscuro. En nariz presenta un soberbio aroma de frutas rojas muy maduras, con notas de buena madera nueva aún por integrar y algo de torrefactos. El aroma se “esnifa” mucho mejor en copa Riedel Tempranillo que en la Burdeos. En boca es muy sabroso, carnoso, buena estructura con notas de madera presente pero sin molestar, goloso. Deja un elegante postgusto e invita a beber incluso en una calurosa noche de verano (eso sí, sin pasar de 17 grados al servirlo). Maravillosa relación calidad-precio (unos 8 euros), aunque desgraciadamente se ha vendido casi todo fuera de España.