La última vez que lo probé, hace casi dos años, me gustó mucho pero esta

La última vez que lo probé, hace casi dos años, me gustó mucho pero esta vez me ha resultado decepcionante. Aroma poco atractivo, con sensación de mala evolución, con aromas como de calabaza asada y sensaciones alcohólicas mal integradas. Parece que el vino está "cocinado". En boca tiene buena fruta y cierto caracter aunque sin excesiva persistencia y complejidad. Está mejor que en nariz pero peor que la última vez que lo bebí. El vino ha estado en mi armario de conservación a 15 grados todo este tiempo, osea que no es problema de conservación. No sé si será un problema de esta botella pero me surgen al menos dos preguntas ante estas negativa evolución: ¿Será que al vino, a pesar de su magnífica frutosidad inicial, no le está sentado bien haber tenido sólo una crianza de 9 meses en barricas nuevas de roble francés? ¿Habría tenido mejor evolución si se le hubiera dado una crianza un poco más larga pero menos agresiva en roble nuevo?

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