Tiene una complejidad muy al alcance. Digamos que siendo sencillo ofrece cosas interesantes. No me gusta su corcho de conglomerado, el cual declina cualquier guarda amén de como nos lo encontramos. Su color es de un pajizo dorado que aún mantiene irisaciones verdosas, pero tiene notas maduras de albaricoque y corteza de naranja. Es campestre y esto por otra parte indica frescura; cereal, almendra, flor seca... junto algo de hierba. Algún apunte más extraño de berberecho en la segunda botella. Se repite sequedad en boca, pero con mayor protagonismo de la fruta algo escarchada, también de la madera, de acidez media, fácil.