La Bodega Hacienda López de Haro se encuentra situada en una loma de la histórica localidad de San Vicente de la Sonsierra, rodeada de viñedos centenarios y al abrigo de la Sierra del Toloño, en el corazón de Rioja Alta. Allí se unen algunos de los mejores viñedos de tempranillo de la zona, una tradición milenaria y el respeto en la elaboración para crear vinos que sean los nuevos clásicos de Rioja.
Hacienda López de Haro es la bodega riojana de la Compañía de Vinos Vintae y su buque insignia es la colección de vinos con la que rinden homenaje a la auténtica esencia de su tierra, Rioja. El lugar elegido para dar vida a este proyecto y asentar la bodega no podía ser otro que San Vicente de la Sonsierra, el corazón de La Rioja Alta y la zona donde se encuentran los mejores viñedos viejos de Tempranillo, gracias a sus especiales características climáticas, su orografía y sus suelos.
Los vinos de López de Haro son elegantes, complejos y aromáticos y se han convertido en los nuevos clásicos de Rioja. Y es que, según explican desde la bodega, para ser un clásico no hace falta tener cientos de años ni venir de alta alcurnia sino respirar esa magia de las cosas bien hechas, que se hacen con cariño y se disfrutan con pasión.
Hacienda López de Haro cuenta con ocho referencias que reflejan la realidad vinícola de la zona: Blanco, Rosado, Tempranillo, Crianza, Reserva, Gran Reserva, Edición Limitada y culminan la colección con su Selección 30 barricas, uno de los vinos más especiales de la bodega, para el que seleccionan tan solo las 30 mejores barricas.
Para conseguir la uva de alta calidad que requieren sus vinos, los viejos viñedos cultivados en vaso reciben los mejores cuidados, partiendo de una esmerada poda corta tradicional, para favorecer una baja producción natural y finalizando con la selección de los mejores racimos durante la vendimia, siempre manual. La vendimia se lleva a cabo durante los meses de septiembre y octubre, de manera escalonada a medida que la maduración avanza por los diferentes terrenos del emblemático pueblo de la Sonsierra, de acuerdo a las directrices finamente trazadas por el director técnico Raúl Acha: desde las tierras del Ebro, hasta las faldas de la Sierra de Cantabria.
No es extraño que en San Vicente de la Sonsierra se cultive uva desde tiempos inmemoriales, pues sus condiciones geográficas y climáticas son perfectas para la vid. Está ubicado bajo la sierra del Toloño que lo resguarda de las lluvias del Cantábrico, pero a la vez refresca con sus vientos (el Cierzo) todas las tardes del verano. Así se produce una perfecta ventilación de los racimos, al mismo tiempo que se genera en la uva ese frescor de carácter atlántico, un símbolo inequívoco del ADN de los vinos de esta zona. Por otro lado, la orientación Sur de la comarca de la Sonsierra hace que prevalezcan las temperaturas suaves a lo largo de todo el año, con más precipitaciones durante los meses de invierno y con una buena oscilación térmica entre el día y la noche, asegurando una buena maduración de la uva, año tras año.
La mayoría de los suelos de la localidad son arcillo-calcáreos, aunque también hay zonas más arenosas próximas al Ebro y terrazas con canto rodado en los meandros del río. En general son suelos muy bien drenados, dada la sinuosa orografía de la comarca, y con un contenido muy bajo en materia orgánica, suelos pobres que inducen rendimientos bajos en los viñedos y aumentan así la calidad de cada racimo.
En Hacienda López de Haro se cuida al máximo todo el proceso de elaboración. Los avances técnicos y la sostenibilidad están al servicio de una elaboración artesanal, siempre con el máximo respeto por la tradición.
Los depósitos de elaboración tienen las bocas muy amplias para imitar la vinificación en lagos abiertos y permiten trabajar el sombrero (las pieles que quedan flotando en la parte superior del depósito durante la fermentación). Se realizan fermentaciones espontáneas, en donde las propias levaduras de la uva completan toda la fermentación de forma natural. La bodega apuesta por hacer los mínimos bazuqueos y remontados posibles para mantener la integridad de la uva hasta el final, sin sobre-extraer los compuestos más amargos. Así, la maceración es muy estática y evitan la rotura de los hollejos, preservando el carácter frutal de la uva Tempranillo.
En la fase de crianza en barrica, el objetivo fundamental de la bodega es la apuesta por el respeto a la personalidad de cada variedad. Los vinos de Hacienda López de Haro se ensamblan con crianzas largas utilizando barricas nuevas y de varios usos, con tostados medios. El roble europeo, tanto el francés como el del Este, encajan mejor con el estilo de vinos que elaboran en Hacienda López de Haro, puesto que respeta mucho más la fruta y el carácter propio de cada uva.
Bodega Hacienda López de Haro se enmarca específicamente en una de las zonas más ricas desde el punto de vista histórico y cultural de la Rioja Alta. Frontera entre los antiguos reinos medievales de Castilla y de Navarra, en el entorno se pueden admirar fortalezas en atalayas, castillos, iglesias, palacios y cascos urbanos muy interesantes, así como otro patrimonio vinculado directamente al mundo del vino: los antiguos lagares de piedra situados entre viñedos, los chozos, las tuferas, los calaos... todos testigos de una larga tradición del cultivo del viñedo en la comarca.
Para hacer respirar al visitante esa historia que rodea a la bodega, se ofrece la oportunidad de disfrutar de la ‘terraza’ natural sobre el río, en la que está situada, lugar ideal para actividades al aire libre. Además, se estructura un amplio programa anual de actividades enoturísticas para ser disfrutadas en todos los períodos del año. Por ejemplo, en las visitas a la bodega se ofrece al visitante la posibilidad de catar el vino en sus diferentes fases de evolución (depósitos, barricas, etc.), lo que permite entender de forma mucho más didáctica y amena cómo se transforma el vino a su paso por los diferentes procesos dentro de la bodega.
Bodega Hacienda López de Haro forma parte de la Compañía de Vinos Vintae, que nació en 1999 de la mano de José Miguel Arambarri, empresario riojano y enamorado del mundo del vino. Enseguida se unieron sus hijos, Ricardo y José Miguel, convirtiendo a la empresa en una compañía de vinos joven y dinámica. Hoy, su espíritu explorador les ha llevado a elaborar en 15 denominaciones de origen en España, apostando siempre por proyectos auténticos y arriesgados. Matsu, Bardos, Atlantis, Aroa o Proyecto Garnachas, son solo algunos ejemplos.
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