Restaurante Apicius en Valencia
Restaurante Apicius
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
28,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Sabado mediodía y Domingos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
54 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.2
Comida COMIDA
8.2
Precio medio entorno ENTORNO
7.3
RCP CALIDAD-PRECIO
7.4
aceitunas
helado
horchata
pepito
mochi
cucurucho
Crema de cebolla en su propia piel
Hinojo, perdiz y trufa
Snacks Apicius
Sobao de Pistacho con Helado de Yogur y Sopa de Chocolate Blanco
Rape a la Brasa con Salsa de Vino Tinto, Crema de Celeri, Blini de Requesón y Crujiente de Hierbas
Falso Risotto con Setas y Verduras de Temporada y Huevo de Corral a Baja Temperatura
Falso rissoto con trompetillas de la muerte y calamar de playa
Escalivada a la llama con pulpo de roca y aceituna negra
Salmón curado en casa con verduras
Carrillera.
Sargo.
Gazpacho.
torrija con sorbete de melocoton de Calanda
foie
huevo escalfado con migas
sopa de marisco con enoki
gazpacho de frutas y verduras
carrillera con pure de manzana
Opiniones de Apicius
OPINIONES
92

Tenía muchas ganas de ir a este restaurante desde hace bastante tiempo. La verdad es que no entiendo como no lo he visitado antes.
El local me parece una preciosidad con una distancia entre mesas muy adecuada. Excelente cubertería, vajilla, matelería y cristalería.
Dispone de dos menús a 35 y 46€ +IVA. Optamos por éste último y que consta de unos snacks, 3 aperitivos, 3 entradas, pescado, carne y 2 postres.
Un menú muy equilibrado con unas elaboraciones muy cuidadas. Platos sin fisuras, con excelente materia prima y de sabores reconocibles, siempre sin renunciar a la creatividad. Destacables todos los platos del menú, en especial el huevo a baja de temperatura, con trufa y panceta ibérica y la merluza con pure de boniato, además del postre de la espuma de gintonic con helado de piña. El plato de carne (lomo alto) me gustó, aunque la ración era excesiva para mi gusto, sobre todo en comparación con el resto de las raciones.
La carta de vinos es muy extensa, con precios más que razonables y para todos los bolsillos. Muy buenas copas y llenado contínuo tanto del vino como del agua.
El servicio de sala dirigido por Ivonne, fue perfecto (teniendo en cuenta también que el restaurante estaba muy tranquilo), atenta en todo momento pero sin agobios.
Me ha parecido, sin duda, uno de los mejores restaurantes de Valencia.

Bonito y comodo restaurante. Mesas bien vestidas y de buen tamaño.Servicio muy agradable y profesional. Muy buena carta de vinos con precios ajustados. Tomamos el menu degustacion, antes nos sacaron tres aperitivos de la casa, no muy destacados salvo los mejillones que estaba bien. El menu consistia en

- Gazpacho de fruta y verdura. Tambien tenia dos trozos de atun rojo. Muy bueno.

- Carpaccio de presa iberica con manzana, piñones y helado de parmesano. Buena combinacion del carpaccio con el helado, plato muy rico.

- Taco de foie gras frio ahumado a la parrilla. Muy buena materia prima con un toque original del ahumado.

- Sargo real con crema ahumada de berenjena y hongos. Pescado muy rico, que no habia probado antes, salsa espectacular aunque demasiado potente para el pescado.

- Carrilera de ternera con prensado de patatas y chalotas. El plaro mas flojo, la carne bien de sabor pero algo dura.

- Sopa de chocolate blanco con fruta de la pasion. Buen postre ligero y refrescante.

- Chocolates con especias. Mejor a la vista que al paladar.

De beber tomamos un Chablis de Louis Latour La Chanfleure 08 (25e), algo flojo para mi gusto, una copa de Beso de Rechenna (3e) y una botella de agua (2.50). En definitiva buen restaurante, aunque para mi gusto el menu es algo escaso para el precio que tiene y que es practicamente el mismo que el de hace un año, en un restaurantede este nivel deberian cambiarlo mas a menudo. Tambien eche en falta algun entrante mas elaborado. Tambien he de decir que no me cobraron ni el pan (que es muy bueno) ni el cafe.

  • Carrillera.

    Carrillera.

  • Sargo.

    Sargo.

  • Gazpacho.

    Gazpacho.

Hacia bastante tiempo que no acudía a este restaurante en su nuevo emplazamiento. El local es el mismo que antes con variaciones que todavia lo hacen mas comodo y acogedor de lo que ya lo era.
Comimos un menu preparado para la ocasion y el resultado fue una muy buena nota. Creo que es necesario recalcar que el nexo comun entre todos los platos es la busqueda , a traves de materias primas de muy buena calidad, del sabor en estado puro. Todos los productos que disfrutamos correspondian a la temporada y todos cumplieron algo tan simple, pero a la vez tan dificil , de saber a lo que tenian que saber. Atun rojo , San pedro, Cordero lechal, Mollejas........., cada plato estaba diseñado y pensado para el homenaje y la exaltacion de la materia principal. Es cierto que hay combinaciones y toques de conjuncion imaginativa , pero la estrella es siempre el producto. Es cierto que no se trata de cocina sencilla y que detras hay , ademas de tecnica , ideas que buscan realzar el plato, pero , no es menos cierto que la comida llega en estado puro a la mesa. La cadena se establece con busqueda de muy buena materia prima y , con ella y a traves de ella , se busca el ensalzarla y rendir homenaje a los elementos qque le permiten al cocinero plasmar su obra. Es una cocina directa, franca y honrada. No hay trampa ni carton. Por eso el rieso es mayor. Si lo que comes no cumple las expectativas , bien por su origen o bien por su tecnica culinaria , lo sabras enseguida. Quizas pueda tener alguna carencia en las texturas y en la combinacion de las mismas , pero son carencias subsanables y mas teniendo en cuenta la evolucion y el crecimiento que Enrique ha tenido como cocinero en este ultimo año.
Servicio en sala perfecto. tanto Yvonne como la otra camarera se ocuparon de que nunca faltara nada y que los platos llegaran a la mesa con una cadencia perfecta.
Servicio de vino impecable con una carta de vinos que, como todo el restaurante, ha crecido, ha evolucionado y esta empezando a tener personalidad propia.
Si cuando se abrió Apicius en la ubicacion anterior se vislumbraba, tanto en sala como en cocina, que habia base, ilusion y profesionalidad para llegar a ser un restaurante de primer nivel, en su nueva etapa lo que se nota es que ya empiezan a ser un restaurante de primer nivel. La sensacion es que han desaparecido los miedos y temores, las dudas forman parten del pasado y se apuesta y se apuesta fuerte por la cocina que se quiere hacer, Se han dado cuenta que hay un determinado tipo de clientes que lo que buscan es que les ofrezcan cosas que les sorprendan y que les gusten. Ahora son , con mas fuerza que antes, ellos mismos y quieren que el que entre en Apicius sepa a lo que va y lo que se va a encontrar. Antes, quizas obligados por las circunstancias, se miraba lo que al cliente le gustaría. Creo que se han dado cuenta que es imposible contentar a todo el mundo porque cada uno somos difrentes. Por eso ahora se hace lo que se quiere hacer , lo que se sabe hacer y lo que se disfruta haciendo. Y cuando un pedazo de cocinero como es Enrique y una profesional del altisimo nivel de Ivonne disfrutan es muy dificil que los clientes no disfruten.
Restaurante que va creciendo basandose en el trabajo, en la ilusion , en la madurez y sobre todo, y por encima de todo en, su personalidad
El precio es sin vinos

Hemos disfrutado de Apicius este fin de semana, llegamos a este restaurante sin saber a donde íbamos, pues la primera elección estaba completo. Nos decidimos por Apicius porque entre lo que vimos en internet me pareció lo mas interesante RCP, MUY A PESAR DE DON ENRIQUE. Leí su critica antes de ir pero pensé que su escrito era mas el resultado final de una mala noche afectiva, que realmente lo vivido en este local. Como el mismo dice "Con total humildad reconozco que me interesaba más la belleza de mi novia ese día que ponerme a valorar las posibilidades" (evitaré hacer ningún comentario de esta información que hace publica el mismo don Enrique pues seguro que no serian políticamente correcta, conociéndome serian comentarios chuscos y mal sonantes)lo que si que dire es que cuando una va "encelao" hacer cualquier valoración del entorno es muy subjetiva, tanto para lo bueno como para lo malo, y en este caso parece que el final de la noche fue "fracaso total". Yo creo que la opinión de don Enrique, se lee al menos con un tanto de amargor.

Del restaurante comentare que como nosotros no ibamos con un liston alto, solo ibamos a disfrutar, la cena resulto muy buena, no voy a decir perfecta porque no lo fue, pero si MUY BUENA.

YO aparque en cinco minutos a 50 metros, la recepción fue amable y con mucha calidez, Ivonne tiene una voz muy dulce, no había mucha gente, lo cual a mi me pareció raro siendo sábado, pero bueno mejor, porque como no era San Valentín, ni el día del padre, ni el día de la madre, ni el día de los exiliados rumanos, ni el día de San roque, ni ninguna día marcado en el calendario la asistencia fue reducida y eso lo ganamos en calidad del servicio. Mantelería, copas de vino apropiadas, una muy original vajilla y cubertería, ambiente espacioso, buena distancia entre mesas, una decoración sin estridencias, música de acompañamiento muy envolvente, vamos el continente un 8. El contenido no diré inmejorable, porque seria no ajustarse a la realidad, pero si dire que es muy recomendable, es apostar a lo seguro. Nosotros pedimos menu corto, lo que me extraño, pues no me habia ocurrido en ningun restaurante es que si van dos persona, 3,4 5, 6 o los que sean los comensales no pueden pedir cada uno un menu, es decir no se pueden pedir, si van 6 personas 4 menús cortos y 2 largos, yo lo entiendo pues para la cocina es mucho mas agil pero para el cliente es un condicionante demasiado estricto, pues si alguien no desea comer tanta cantidad como es el menú largo, esta condicionando al resto a comer a la carta o el menú corto, pero exceptuando esta salvedad pedimos menús cortos, por uno de los comensales, y solicitamos que si era posible cambiar la carne por un pescado y sin problemas y muy amable mente lo cambiaron y esto también esta a su favor, pero bueno, como decía nosotros elegimos el corto y no estuvimos castigándonos toda la cena con este detalle, al contrario nos dejamos llevar con cada uno de los aperitivos, entrantes, carnes, postres, vinos, detalles de la casa etc, seria muy largo de enumerar cada uno de los platos y de los detalles tecnicos de los mismos, solo dire que cubrieron nuestros deseos de cenar muy bien a un buen precio -47,5 euros persona bebida incluida-.

Los 5 sentidos cuando vas a un restaurante, en mi humilde opinión, han de estar puestos en cada momento en el lugar, la persona o el detalle justo. Comer absorbido por la pasión hacia tu pareja te hace que tus sentidos estén capados, disminuidos, contaminados, (elije el adjetivo que mejor vreas) para el disfrute de una buena comida. Si mezclas sexo y comida el disfrute de los dos nunca es al ciento por ciento.

Primera visita a este restaurante desde que lo ha cogido la nueva propiedad (Yvonne en la sala y Enrique en la cocina). El motivo era una comida de trabajo pero esto no impidió que pudiera disfrutar de un excelente menú de mediodia (25€). Empezamos con un snack, una longaniza de Graus. A continuación vinieron los aperitivos del Chef (mejillón al natural con celery, salmón curado con creme fraiche y bullit). Luego el primer plato, un excelente taco de atún rojo en escabeche de tomate seco con remolacha, perfecto de punto y sabrosura. De segundo, un sublime arroz marinero caldoso (llevaba trozos de merluza de pincho, dorada, calamar de playa y verduras de invierno). Magistral.

El postre fue una sopa de chocolate blanco con melón y fruta de la pasión, una muy buena combinación de sabores. Por último unos petit fours. Me pareció un magnífico menú por ese precio, con el servicio de sala añadido.

La carta de vinos es muy amplia y ofrecen algunas medias botellas. Optamos por un Martin Codax 2008 37cl. (10€) y, una copa para el postre del Huxelrebe Auslese 2007 de Karl Pfaffmann (5€ la copa). En tés tienen una oferta decente. Opté por un correcto Earl Grey.

La sensación global fue magnífica (aún recuerdo ese arroz y ese taco de atún). Gran calidad en los platos y un servicio en sala discreto y competente. Volveré para probar más cosas.

Mucho, muchísimo esperaba de este afamado restaurante a raíz de lo comentarios. Era una de mis "asignaturas pendientes" y qué mejor que reservar mesa en un día próximo a San Valentín para sentirse "mimado" por ese aclamado servicio, esa genial cocina, etc. Todo apuntaba muy alto ya durante la llamada para reservar. Una bonita voz me informó de que no había problema para reservar mesa a las 22.30, lo cual me satisfizo y esperé paciente la llegada del fin de semana.

Una vez en los alrededores, y con absoluta obviedad, el tema de aparcar se me antojó complicado. Una vuelta, dos, tres...al final, SITIO! Y al tema. Bonita decoración y recibidor, aunque desierto. Vimos pasar a una camarera que poco caso nos hizo, y entonces apareció otra chica (supongo que será quien creo que será) que muy amablemente nos acompañó a nuestra mesa. El local no es muy grande, cosa que me agradó junto a sus colores. Las mesas, demasiado juntas a mi parecer, lo que me desagradó porque nadie tiene porqué enterarse de mis inquietudes y mis opiniones. Eso sí, bien vestidas, coperío más que correcto, obsequio de una aceitunas y copa de cava -ésta pedida y por consiguiente amoquinada- de aperitivo.

Descritos local y "entorno", la misma señorita nos entregó la carta, tanto de viandas como de vinos. Me sorprendió gratamente ésta última y me pareció muy completa e interesante. Respecto a la cena, ante las buenas opiniones del menú de invierno -largo supongo- nos decantamos por él...A medias. Y digo esto porque, de pronto y SIN PREVIO AVISO -y retrotraigo ese aviso al momento en que se efectuó la reserva SIN PROBLEMAS para las 22.30- nos comunican con mucha educación que a partir de las 22.30 ya no se hacen menús largos. O menú "de tapeo" -cosa que dadas las circunstancia no me apetecía lo más mínimo- o a la carta -cosa que a mi bolsillo le apetecía aún menos-. Finalmente apañamos el menú largo mutilándolo, ya que decidimos obviar el plato de pescado y el huevo pochado con migas y chorizo. Dos platos que precisamente tenía ganas de probar (en realidad tenia ganas de probarlo TODO). Sirvieron, para nuestra sorpresa, una serie de entrantes que o no habíamos leído bien la carta o se los habían sacado de la manga. Además, en ningún momento se nos preguntó si había algo que no nos gustara o a lo que teníamos alergia... Algo que se espera en un restaurante de estas características y que se caracteriza por un servicio esmerado y dedicado. Los platos en sí -debidamente anunciados y explicados- ya enunciados en comentarios anteriores (carrillera, crema de calabza con pulpo -sí, sí, al revés sería faltar a la verdad-, foie, mejillón, etc.) decentes, sin más. Lo que más me gustó fue un "bollit" estratificado cuyo punto en la judía verde era celestial. No hubo prepostre. Y sinceramente, después de una carrillera comerte un arroz con leche con alubias rojas pues...No es lo que se me antoja más acertado. En fin, expectativas "by the air"... Petit fours con el café, éste sí que estaba bueno.

Para beber, pedimos un Juan Gil joven, no nos complicamos mucho la vida. La elección de este "humilde" caldo supuso un servicio mejor que en muchos sitios, pero algo flojo para un restaurante de este supuesto nivel. No me gustó ese detalle. Rellenado testimonial de copas, dado a probar al inicio y punto.

Tampoco me pareció bien que no se le encendiera a mi pareja -o a mí, ya que estamos- alguno de los cigarrillos que fumamos, cosa que sí vi que hicieron con otras mesas... Pero el colmo ya llegó cuando, pagada la cuenta y con la sutileza y amabilidad que es indiscutible, me dijeron si había aparcado en el parking privado que vi repetidas veces y, por racanería, no quise utilizar. Al decirle "no, señorita", me dijo que resulta que tiene dos horas de aparcamiento gratuito y era por si deseaba el ticket. Lo hubiera deseado de saber, A SU DEBIDO MOMENTO -de nuevo, el momento d ela reserva-, de que disponía de esa opción. En fin, puede que sea susceptible pero esto, unido a lo anteriormente comentado, me fastidió bastante decirlo de forma no cervantina.

En resumen, un lugar cuco, una cocina "bien" que quizá algún día llegue a probar en toda su plenitud -aunque no invitaré yo, eso seguro-, un servicio de vino que supongo, también tendrá una plenitud que no alcancé a experimentar y un trato, eso sí, muy amable en general pero con graves fallos concretos. Una pena. Esperaba muchísimo más. A la próxima preguntaré...

¡¡Vamos chacales, a por Don Enrique!! ;-)

Nueva visita, esta vez para probar la anunciada carta de invierno
Las migas de pastor con huevo escalfado estupendas. Tomamos también un foie frío elaborado por Enrique que también estaba muy bueno, lo acompañamos con una copa de Karl Pfaffmann Huxelrebe Auslese 2007, maridaje ideal.
El capítulo de los aperitivos muy cuidado y trabajado. Tabla de quesos sencilla pero de calidad. Pescados en su punto.
Yvonne en la sala hace que todo ruede suavemente.
La torrija de postre con el sorbete de melocotón de Calanda especial.
Buena experiencia

http://www.ojoalplato.com/archives/2890

  • torrija con sorbete de melocoton de Calanda

    torrija con sorbete de melocoton de Calanda

  • foie

    foie

  • huevo escalfado con migas

    huevo escalfado con migas

18 de Diciembre...el dia de las cenas de empresa, y yo me lanzo a la calle decidido a cenar "tranquilo"....trato de reservar en Sangonereta (a las 12h de la mañana) pero está completo....llamo mas tarde a Dukala, y esta lleno, asi que decido llamar a La cuina de boro, y muy amablemente me toman nota, pero me indican que estaremos solos nosotros dos y una mesa de 22!!!....asi que decido no reservar, y llamo a La Salita, en el que tambien estan completos...

Con cierto escepticismo llamo a Apicius (la experiencia no estaba siendo muy buena, pregunto si les queda alguna mesa libre, y Bingo!!!....a las 22 h nos vemos!!

Valencia estaba llena de gente, coches, trafico,lluvia...y llegamos a las 22,20 h....yo llegaba asustado, ya que visto lo visto, no me garantizaba mi mesa nadie...pero cuando llegamos, la sala estaba ocupada tan solo por dos parejas y nosotros....una de ellas junto a la ventana, alejada de todo, y la otra en el extremo opuesto...a nosotros nos sientan en el centro.

Llegado a este punto y antes de describir vagamente el menu de anoche, debo indicar que estoy totalmente de acuerdo con el comentario de Manu1 del dia 22/11/2008.Como ya he comentado, todos o muchos de estos buenos restaurantes de Valencia estaban llenos o casi...en Apicius eramos tres parejas de dos, y nos sientan al lado de una mesa (en principio vacia), que luego descubirmos que estaba reservada para 6 MARUJAS (que nadie se ofenda, pero no tienen otro nombre), que gritaban como locas...COMO AUTENTICAS LOCAS...de hecho no dejaban ni presentar los platos a Yvonne....uuuuuuuffff horrible!!

No entiendo como siendo dos parejas, nos sientan junto a una mesa que tenian previsto usar...y estando el resto de mesas libres no nos ofrecen cambiar a otra mas tranquila.Mi mujer insistía en que se lo dijeramos a Yvonne (se lo dijimos al final de la noche), pero yo preferia esperar a ver como actuaba....si quieren ser un buen restaurante y ella es la jefa de sala, debe saber leer estas situaciones...y mas cuando el restaurante estaba vacio, y cabia la posibilidad de un cambio a otra mesa.

La cena estaba siendo muy agradable, muy tranquila...perfecta....y que gente con poca educacion, te la fastidie, no depende del restaurante (la educacion se tiene o no se tiene) pero si hay alternativas, (posibilidad de solución)...debería actuar en consecuencia.

Pedimos el menu largo (49 € pax),decidimos que el vino sería Aalto de Ribera del Duero (36 €), un agua...y al ataque!!

El menu consistia en tres entrantes, un pescado, un carne, un prepostre y un postre.

Aperitivos del chef

Mejillón con un puré de apio y nabo, con una huevas de pescado, (Un punto acido, bien equilibrado....muy bueno).

Ensalada de salmón con crema de queso mascarpone con pepino y cebollino picados,Mascarpone abajo, salmon arriba, para mi deberia mezclarlo...pero eso son gustos....

Hay otro entrante entre estos dos y el foie, pero no lo recuerdo...

Foie ahumado...demasiado foie, poco pan,...esperamos a que trajeran mas....nos acabamos otros dos trozos...lo dicho, demasiado grande, si el foie no esta cocinado, y debes comerte la rebanada que te dan y dos panecillos mas, es que hay demasiado en el plato.

Pulpo, con naranja y navajas (no estoy del todo seguro)...pero el plato estaba muy bien presentado, y sabia igual de bien...muy muy bueno.

Huevo de corral cocido a baja tempertura, para mi, el mejor plato de la noche sin duda, sabor, textura, presentacion, todo muy bien

El pescado era una Dorada; bien de coccion, crujiente la piel, faltaba algo de sal (depende de cada uno)

La carrillada, como he leido en otros comentarios, y todvia no me explico el porqué, no se deshace en la boca, no esta cremosa....y la reduccion con la que lo sirven esta muy fuerte...demasiado teniendo en cuenta las alturas de la cena en que nos encontramos (se agradece algo ligero)

El pre-postre bizcocho y futas...(un pre, mas..no recuerdo muy bien en que consistía.

Postre: brownie de chocolate con quenelle de cacao, le acompañan arandano, frambuesa, y uva junto con un dadito amarillo muy rico...Un buen postre, realmente bueno, buen contraste entre acido y dulce, y muy bien el Brownie.

En definitiva, buena cena, buena materia prima, presentacion, sabores, buen vino..pero no deben dejar que todo el trabajo de Enrique, se vaya al traste por la atencion en sala (se que se dieron cuenta de nuestro disgusto, y que no le dejaban presentar los platos, pero no actuaron para solucionarlo)

Tal vez mejor la proxima vez!!...volveremos!

pd: Debemos una visita a la cuina de Boro, y una disculpa a la chica por no volver a llamar...GRACIAS POR AVISAR...una mesa de 22 hubiera sido incluso pero que "mis marujas".

He ido hoy a comer a Apicius en su nuevo local donde estaba ubicado Envero.

Pedimos el menú de mediodía por 25 Euros. Unos entrantes. Tres en concreto muy buenos.
Un primero ,plato de pescado en este caso atún que estaba espectacular y de plato principal un arroz de conejo y setas (de plato principal habian dos arroces a elegir uno).
El arroz estaba bastante bueno.

De postre piña con espuma de gin tonic. Bien.

El servicio muy atento. Respecto al servicio del vino y la carta no puedo opinar puesto que no hemos pedido.

En general me he llevado una buena sensación así que creo que volveré.

Respecto ala RCP me parece muy buena.

Situado en el antiguo restaurante Envero y manteniendo su estructura y decoración. Para cenar dispusimos de dos opciones, menú degustación largo de 46 euros, y el corto de 30 euros, optamos por el menú largo compuesto por 3 aperitivos, 3 entrantes, pescado, carne, pre-postre y postre. Voy a intentar explicar de memoria los platos que degustamos porque no nos dieron ninguna hoja con el menú que degustamos, además que en las explicaciones de los platos tuve que preguntar varias veces "¿Qué?", porque hablaba muy bajito la camarera, pienso que es algo imprescindible en un restaurante de nivel que te den la hoja con el menú que has tomado, cierto es que siempre que no la dan la pido... pero esta vez se me pasó.

-Clochinas con compota de manzana: un apertivo rico y refrescante, perfecto para comenzar un menú

-Salmón marinado con mascarpone: perfecto el punto del salmón marinado

-Sopita de calabaza con golden enoki: hace tiempo que no probaba una crema de calabaza tan rica, con un punto de pimienta potente.

-Gazpacho de frutas y verduras con atún rojo: sin duda el plato de la noche, un gazpacho perfecto de sabor y textura acompañado de un exquisito sashimi de atún rojo, nunca había probado esta combinación y me pareció magistral. Los daditos de sandía y pepino le daban un punto crujiente ideal para redondear el plato.

-Foie ahumado con higos: nos recomendaron elegir otro plato porque según el chef le faltaba un poco de reposo al foie, aún así nos arriesgamos a pedir este plato. Plato excelente, con un toque muy fino de ahumado, ni me imagino como hubiera estado con más reposo... acompañado con dos rebanadas de coca.

-Huevo a baja temperatura con panceta y pimientos rojos: Plato que me resultó algo pesado y que se salía un poco de la linea del resto del menú. Me encanta el pimiento rojo, pero nunca lo concibo como acompañamiento de algo contundente, en este caso el huevo y la panceta, porque en ese caso me resulta muy cargante.

-Dorada salvaje con salsa de vino tinto: Que manía con poner poca salsa con tal de dar una imagen minimalista al plato, en mi caso una pequeña cucharadita de salsa que no se apreciaba en ningún momento, quedando un simple plato de dorada, eso sí exquisita, pero pobremente acompañada con una punta de espárrago verde, una lámina de boletus y una mini-zanahoria.

-Carrillada de ternera: Sin duda el plato más flojo de la noche. Leyendo comentarios anteriores veo que es lo que más se destaca, con lo cual llego a la conclusión que salió mal ese plato. Para mi la carrillada se tiene que deshacer, casi ni se tiene que masticar, y en mi caso estaba demasiado tersa, además de insípida.

-Sopa de chocolate blanco con fruta de la pasión: un pre-postre perfecto, sabroso y refrescante, ideal para el siguiente postre que era de chocolate.

-Texturas de chocolate: Un bizcoho brownie, un helado de chocolate, una mousse de chocolate con un toque de sésamo negro (o eso me pareció) y unos crujientes de cacao. Perfecto.

-Petit fours para acabar: como fanático de los petit fours esperé algo más que una simple trufa y un trocito de polvorón algo decepcionante.

Menú acompañado de Casa L'angel 2007 y un rioja 2003 que no recuerdo el nombre, que nos recomendó Yvonne. Cristalería excelente y carta muy extensa. Servicio de vino mejorable ya que tuvimos que servirnos el vino nosotros practicamente en todo momento, además que en mi opinión hacía falta decantar el rioja. No obstante casi prefiero la opción de dejarte el vino en la mesa y que seas tú el que te sirves directamente que te lo dejen apartado y estés estresado cuando se te acaba la copa porque no te lo rellenan.

Un menú que para mi fue de más a menos, que me tuvo emocionado hasta que llegaron los platos fuertes que en teoría debe ser de lo mejor del menú y no lo peor con diferencia. De todas formas tengo ganas de volver pronto para ver si se han corregido algunos detalles que pueden hacer de este restaurante uno de los grandes en un futuro.

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