Restaurante Apicius en Valencia
Restaurante Apicius
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
28,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Sabado mediodía y Domingos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
54 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.2
Comida COMIDA
8.2
Precio medio entorno ENTORNO
7.3
RCP CALIDAD-PRECIO
7.4
aceitunas
helado
horchata
pepito
mochi
cucurucho
Crema de cebolla en su propia piel
Hinojo, perdiz y trufa
Snacks Apicius
Sobao de Pistacho con Helado de Yogur y Sopa de Chocolate Blanco
Rape a la Brasa con Salsa de Vino Tinto, Crema de Celeri, Blini de Requesón y Crujiente de Hierbas
Falso Risotto con Setas y Verduras de Temporada y Huevo de Corral a Baja Temperatura
Falso rissoto con trompetillas de la muerte y calamar de playa
Escalivada a la llama con pulpo de roca y aceituna negra
Salmón curado en casa con verduras
Carrillera.
Sargo.
Gazpacho.
torrija con sorbete de melocoton de Calanda
foie
huevo escalfado con migas
sopa de marisco con enoki
gazpacho de frutas y verduras
carrillera con pure de manzana
Opiniones de Apicius
OPINIONES
92

Ya tenía yo ganas de volver a degustar la fabulosa cocina de este restaurante. Estaba en mi debe, pues desde que se cambiaron de ubicación no los había visitado.

Han ganado mucho, muchísimo en cuanto al entorno. El local es moderno, con clase, amplio, de techos altos. Construido a base de materiales de gran calidad.

Se respira en él una atmósfera relajada, aséptica, con cierta calidez proporcionada por la estudiada iluminación.

En cuanto a la cocina, prosiguen con la excelente línea que comenzaron a trazar en C/Finlandia y que ahora mantienen, firme, consolidada y en continua evolución, en C/Eolo.

Una cocina creativa, de riguroso mercado. ¡Lastima de otoño seco que nos dejó sin setas!

Optamos por el “Menú Zakolín”. Como curiosidad, comentar que el nombre de este degus se debe a las localidades natales de los recién casados propietarios: Zaragoza y Colonia.

----- Aperitivos del Chef:
Atascaburras con miel de setas y arenque
Tartar de salmón y aguacate
Pate casero de liebre con melocotón de Calanda y parmesano
Capuccino de hongos con pulpo de roca

----- Entrantes:
Espencat asado sobre la llama con atún rojo del Mediterráneo
Foie-gras ahumado con higo fresco y brioche de mantequilla casero
Huevo de corral a baja temperatura con garbanzos, callos de bacalao y setas silvestres

----- Plato principal:
Rape con coliflor y capuccino de galera

----- Postre:
Sobao de pistacho con chocolate blanco y sorbete de melocotón de Calanda

Todo, y recalco lo de todo, estaba de rechupete. En cada una de sus creaciones parte de una materia prima de calidad, de temporada e identificable, a la que somete con mano experta y audaz a alguna combinación, algún brochazo de artista para conseguir bocados exquisitos, con sabores nítidos y no excesivamente concentrados.

La cocina de hoy de Apicius es, permítaseme el símil, como los vinos que marcan tendencia en la actualidad: mas bien ligeros, sápidos, en los que se ha mimado, no sobremadurado, la uva, se le ha dado a ésta protagonismo estelar, con los coupages justos, con buena técnica en bodega y sin madera en demasía.

Carta de vinos muy completa y variada. Me quedé con una de las referencias sugeridas en la primera página: un sekt (no había probado ninguno hasta la fecha) denominado Paulushof, un blanc de noir, de pinot noir, del que me sorprendió su textura, y que cumplió holgadamente su función.

El servicio, a la altura de la cocina, con eso queda todo dicho. Yvonne y Enrique, tanto monta, monta tanto.

Si esta pareja hace funcionar tan bien su matrimonio como su negocio, les auguro, cuanto menos, una docena de hijos y unas bodas de oro.

;-)

Repetimos una vez más en Apicius. Tomamos el menú Zakolin (35€) muy variado y completo, como siempre con el justo equilibrio entre creatividad y respeto por la materia prima. El plato princial fue merluza de roca, rica, riquísima. También disfrutamos un montón con una cazuelita de garbanzos con setas... para chuparse los dedos. Por lo demás, como siempre Ivonne controlando la sala, con un servicio cercano pero nada intrusivo y Enrique en la cocina trabajando muy bien la materia prima. De beber un excelente Billecart Salmon Brut Reserve...

Pongo el precio sin vino.

Ya hacía tiempo que quería visitar este restaurante y la verdad es que la experiencia ha sido mas que satisfactoria. El local es precioso, amplio con grandes ventanales y decoración minimalista, correcta separación de mesas y montaje perfecto. El servicio en sala es impecable, se nota que desean agradar. La cocina, maravillosa, perfecta ejecución de los platos, con buena materia prima y con una RCP excelente. Menú que consta de 3 aperitivos, 3 entrantes, un pescado, una carne, un pre-postre y un postre.
-Atún rojo escabechado con huevas de salmón
-Foie ahumado con higos, y acompañado de un brioche.
-Huevo a baja temperatura
-Merluza a la Vizcaina con puré de patatas negras
-Carrillera de ternera
-Espuma de gin tonic con piña
-Chocolate con galletas y helado de vainilla
Gran restaurante con buenísima RCP, sin duda alguna volveremos. Felicidades a todo el equipo

Esta vez sí, las recomendaciones de Verema son acordes con el servicio y la comida que pudimos degustar. Cena entre semana, local medio lleno. Habíamos reservado el menú de tapas de verano, todavía en carta hasta fin de mes. Que aunque lo llamen de tapas es suficientemente abundante para una buena cena. Todo estuvo exquisito, y el servicio muy bueno. Volveremos.

He comido un par de veces últimamente, la última ayer, y me ratifico en la magnífica línea que mantiene este restaurante gestionado por la pareja formada por Yvonne (sala) y Enrique (cocina). Ofrecen varios menús y platos interesantes en función de la temporada. Al ser comidas de trabajo suelo optar por el menú de mediodía, que por 25€+IVA ofrece una excelente calidad-precio. En esta ocasión pedimos cervezas en vez de vino.

El menú consiste en una serie de pequeños entrantes, un primer plato, un arroz y un postre. Esto es lo que tomé en esta última ocasión:

Como entrantes: Atascaburras (excelente), Pate de cochinillo con pesto e higo (sabroso), Pulpo con patata y mayonesa al estragón (bueno). Se ofrecen tres tipos diferentes de panes para elegir y repetir.

Como entrante: Gazpacho de frutas y verduras con atún rojo. Muy bien

Arroz de mero (seco y sabroso, con una cantidad servida importante)

Postre: Chocolate en texturas con granizado de naranja sanguina (muy bien resuelto)

Finalmente, un buen café acompañado de petit fours que fuí incapaz de acabar porque estaba completamente saciado.

La calidad, cantidad y servicio ofrecido, en el elegante entorno de la sala que tiene, hacen que pagar 27€ (IVA incluido) por este menú me parece un verdadero chollo.

Lugar acogedor, bien situado, tranquilo, buena separación entre mesas, personal profesional y correcto. Platos bien elaborados y servidos, y muy buena carta de vinos. Perfecto para parejas, grupos de amigos o comidas de negocios.

Nueva visita a la ciudad de Valencia, con motivo del décimo encuentro Verema, hemos reservado mesa en este restaurante para seis personas (cuatro cantabros y dos valencianos), del que tenemos muy buen recuerdo de una visita anterior en su localización antigua.
Menú elaborado así como el maridaje, según criterio del local, tras darles “carta blanca”:
Snacks: Aceitunas marinadas y almendras con mostaza y azafrán
Aperitivos del Chef: Salmón curado con creme Franche, mejillón al natural con crema de celery y atascaburras con manzana, trufa silvestre, piñón, sardina ahumada y parmesano
Menú:
- Atún rojo del mediterráneo en escabeche de tomate seco con remolacha y ruibarbo
- Foie-gras pochado en caldo de gallina con verduras invernales, cresta de gallo y trufa silvestre.
- Huevo de corral asado a baja temperatura con patata al mortero, panceta Ibérica de bellota y trufa silvestre de Abejuela.
- Dorada de playa con macarrón de pularda, nabos y crema de trufa.
- Lomo de corzo nacional con boniato ,membrillo de pera y kumquat
Postre:
- Sobao de pistachio con sorbete de melocotón de Calanda y chocolate blanco a la manzanilla
Cafés y petit fours
Bebidas:
Luna Beberide Gewürztraminer 2010, Castilla León.
Gerhard Karle 2008 Ihringer Winkelber, Pinot Noir Spätlese trocken (vendimia tardia seco), Baden-Kaiserstuhl (cava Rosado).
Karl Pfaffmann Huxelrebe Auslese 2009, Pfalz (dulce del foie).
Achkarrer Schlossberg 2009 Grauburgunder (Pinot gris) Spätlese seco, Baden.
Clos de los Siete 2005, Malbec, Argentina.
Louis Roederer Brut premier.
Para no extenderme: buena elaboración de los platos, presentación de los mismos muy cuidada, servicio atentísimo con un ritmo de platos muy acompasado.

El local, que ya conocíamos en nuestras visitas anteriores al Envero, con un buen entorno respecto a las mesas vecinas.

Amena conversación final con Ivonne y Enrique.

El precio es sin vinos.

1ª visita a este local,despues de leer varias criticas positivas.La opcion de Cuina Oberta es la unica disponible(30 euros + bebida aparte).Local bien decorado,pero anoche al menos muy ruidoso(habia varias mesas de mas de 8 personas).La sensacion al entrar era de mercadillo.Vivimos momentos donde los fumadores somos arrinconados,casi apestados,pero parece ser que hay gente que no entiende que un restaurante es un local publico,compartiendo espacio con otras personas.En fin,es un tema educativo(vivimos en un pais muy ruidoso).
Sobre la comida ,en general,buena,bien ejecutada y cuidad presentacion.Solo decir,como aspecto negativo,el postre(fresas y lichis con nata,postre de chino).Muy flojo.
Tuvimos dos incidencias en el menu(una por un fallo en cocina,la cual subsanaron de forma profesional), y otra con la composicion del menu.En la mesa, al llegar,figuraba el menu completo.Al haber solomillo de buey,nos decantamos por un Enrique Mendoza reserva 2006.
Pues bien, al ir a servir,la maitre nos comenta que ha habido un error,y que en realidad deberia ser pincho de merluza?.Le decimos que hemos pedido ese vino pensando en ese plato.Nos lo cambia,previa conversacion con la mesa de al lado, y nos ponen la carne que iban a servir en la otra mesa(gracias a esos desconocidos).Todo un poco extraño.¿No se supone que es un menu cerrado?¿Si habia dos opciones para el plato principal, por que no nos dieron opcion a elegir)
En resumen, muchos fallos para una primera visita,algunos comprensibles, pero otros no tanto.
La segunda visita queda en stand by,lo pensaremos.
Pdta:Como compensacion, la maitre,muy amable nos obsequio con un licor dulce aleman magnifico

Tras muchas calendas ansiando probar este restaurante (que Ibn Razin me propuso como el siguiente hijo de la estrella en Valencia... y eso fue en 2009) se nos ha ocurrido reservar una cena para dos.

El menú previsible de principio a fin, flojo en las netradas y el postre y profesional en los platos de enjundia. Servicio desbordado, que tira por la borda cualquier ligazón y entorno fallero.

Decepcionante

Segunda visita a Apicius (la primera fue en marzo de 2010) y confirmación de las buenas sensaciones que en su momento me transmitió. La sala ofrece un espacio cómodo y tranquilo que invita a relajarse, mesas amplias con buena separación y muy bien equipadas. La atención de Yvonne en sala atenta y comedida. De entrada, pues, el restaurante cuenta con todos los condicionantes adecuados para disfrutar de la velada.
Nos decidimos por el menú degustación que comprende tres detalles del chef, dos entrantes, plato principal y postre. Todo ello acompañado de un surtido de panes realmente bueno (probé el de aceitunas, cebolla y pasas y nueces)y degustación de aceite PradoRey.
Comenzamos la cena con unos buenos aperitivos, vasito de mejillón, aperitivito de salmón y una deliciosa crema de guisantes.
Como entrantes atún rojo de intenso sabor y buena textura
verduras asadas con tocino ibérico y trufa negra (con un pequeño suplemento)bañado en caldo, muy sabroso.
Como plato merluza de pincho, muy buena tanto de sabor como de punto de cocción.
El postre de chocolates bueno(aunque yo no soy especialmente de chocolate).
Siento no ser más concreto en la composición de los platos, pero no lo anoté y mi memoria no es demasiado precisa.
Acompañamos la cena con vino blanco alemán, afrutado y alegre de beber, orientados por Ivonne acertamos en la elección (por desgracia tampoco anoté la referencia)
concluimos con café, vino dulce alemán i trocitos de turrón como petits fours.

En resumen, cena muy agradable por la comodidad del espacio, la cocina de Enrique basada en un producto muy bien trabajado y la atención cuidadosa y acertada de Yvonne en sala. Cerramos la noche con una agradable tertulia con Enrique e Yvonne. Local cuidado con mucho mimo.

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