Cena para dos personas.Tomamos el menú degustación.Ajo arriero con trufa,salmón marinado,caramelos de rabo de toro,merluza a la plancha y de postres probamos la tarta de queso y el brownie.Para mí la cena estuvo genial.No estaba Juan,nos atendió Silvia muy atenta y voluntariosa toda la cena.Para beber Champagne andre clouet y cava milessime de pago de tarsys,mi mujer Riesling alemán toda la cena.
Gin tonic y poleo para terminar.
He visto que han incorporado cerveza y cavas en la carta poruqe quizá no todo el mundo entendía la filosofía del local.
Personalmente pienso que no tiene porqué haber un enfrentamiento cerveza/vino,cada bebida tiene su momento.
Me quedé con ganas de investigar de manzanillas y finos,que los desconozco casi por completo.
Por cierto,la terraza ,genial para tomarse una copa mientras dure el buen tiempo.

Sugerí que cenáramos en Enópata vistas las buenas críticas que tenía en Verema y debo de decir que me defraudó tremendamente la comida que nos sirvieron. Noche de agosto entre semana, única mesa en el restaurante con seis comensales, cuatro de nosotros pedimos el menú y, la verdad, no recuerdo nada destacable del mismo, ni ajo arriero que nos sirvieron como primer entrante, ni la codorniz, ni el rabo de toro, ni el atún, ni el brownie me resultaron más que simplemente aceptables. El servicio de vino correcto.

Después de leer las excelentes críticas en Verema, tenía muchísimas ganas de conocer “Enópata”. Como quería disfrutar, sin preocuparme de lo que me podía gastar, lo reservé para una ocasión especial, así que me fui con mi mujer para celebrar los dos solos mi cumpleaños.
Ciertamente, la cena en términos absolutos estuvo bien, no puedo decir que me defraudase, de hecho la cocina es muy buena y lo que comimos estuvo todo sensacional, pero desafortunadamente mi experiencia en relación a los vinos, que era a lo que íbamos, no resultó tan extraordinaria como la que describen algunas críticas, supongo que es culpa mía porque me cree unas expectativas muy altas. Intento explicarme.

Lo que esperaba:

Lo que yo me había figurado era que la cena girase en torno al vino. Íbamos con la idea de pedir dos entrantes a compartir, dos segundos que también pudiésemos compartir y la tabla de quesos, acompañado cada plato con sus correspondientes vinos, dentro del rango de hasta 8 EUR / copa (sin problemas si saliesen un poco más caros), en función de lo que pidiésemos: una copa de champagne de aperitivo, un Riesling (apenas hemos probado y queremos conocerlos), un Borgoña blanco (quería probar algo como el Mersault de Matrot), un Borgoña tinto (quería probar el Clos de Chenes de Lafarge) y otro buen tinto francés (Burdeos, Ródano, Loira) o un buen tinto español que no conociésemos, en ese rango aproximado de precios. Esperaba que una vez planteado este propósito, nos irían ofreciendo distintas alternativas y ofreciendo breves explicaciones sobre los diferentes vinos que finalmente nos trajesen, con un servicio fluido, y que habría una mínima interlocución de alguien que sabe, a alguien que quiere conocer, aprender y disfrutar de los vinos que esta bebiendo.

Lo que ocurrió:

Nadie nos explicó nada sobre cómo funcionaba el tema del vino (si queríamos vino, si es por copas o se pueden pedir botellas, si las copas son fijas o podíamos elegir nosotros, nada sobre el precio de las mismas). Tampoco nos preguntaron y no tuvimos oportunidad de exponer lo que explicaba arriba sobre lo qué queríamos. Nosotros tuvimos que indicar que queríamos vino y qué nos podía ofrecer. Como de primero habíamos pedido las anchoas, nos dijeron si queriamos un blanco seco o champagne, sin especificar, ni preguntar nada más. A partir de ahí, cada vez que nos traían un plato, casi todas las veces teníamos que estar nosotros detrás para que nos ofreciesen un nuevo vino, sin capacidad de elegir, incluso en alguna ocasión quien nos atendía, venía directamente con la botella una vez que le habíamos señalado que queriamos otra copa.

No obstante, he de mencionar que todo lo que nos trajeron estaba bueno y resultaron unos vinos excelentes, servidos en unas copas extraordinarias, por lo que como digo, si dejamos de lado las expectativas que yo me había creado, la cena fue bastante buena.

Pedimos lo siguiente:

Una vez ya pedida la comanda, preguntamos por el vino y como he dicho nos ofrecen vino blanco o champagne, queríamos champagne y nos trajeron directamente el champagne que habían servido también en la mesa de al lado, hecho con chardonnay (no me quedé con el nombre). Estaba bueno. No nos lo cobraron

1er entrante: Tomate valenciano con anchoas del cantábrico. Buen producto

Para terminar este entrante, pedimos otra copa de champagne. Nos trajeron otro, André Clouet, hecho con pinot noir, este nos gustó más, era algo más complejo y profundo. Tampoco nos lo cobraron.

2º entrante: Tartar de atún rojo. Muy bueno.

1er principal: Vieras braseadas. Con mucho sabor y cocinadas en su punto

Nos ofrecieron directamente un Riesling, justo lo que queríamos. Nos trajeron un Bin 36 2005. Nos gustó, se aprecia ese sabor distintivo que diferencia los Riesling. Queremos seguir conociendo estos vinos. 3,92 EUR / copa (sin IVA)

2º principal: Solomillo de buey (partido por la mitad para poder compartirlo). Excepcional, muy buena carne, cocinada justo en su punto.

Nos ofrecieron directamente un tinto español. El Puntido. Yo ya lo conocía, es un buen vino, pero a mí no me termina de llegar. No nos lo cobraron

Postre. Tabla con 4 quesos (podías elegir cuántos querías). Muy buena selección. Obligatorio si vas a “Enópata”, para disfrutarla con un buen vino. Nos ofrecieron el mismo tinto que tomamos antes, pedimos nosotros que nos trajeran un vino francés, no nos preguntaron cuál queríamos, ni si quiera de qué zona. Nos trajeron una Domaine de l’A (Côtes-de-Castillon , Burdeos). Buen vino que acompañó muy bien a los quesos. 9,07 EUR / copa (sin IVA). En internet este vino está por 25-35 EUR / botella, por lo que a lo mejor este precio incluye alguna de las copas anteriores.

No pedimos postres, las cantidades son muy correctas y estábamos más que satisfechos.

El servicio voluntarioso y agradable, pero con despistes. La cena fue íntima y agradable. En resumen, cenamos bien, a un precio razonable (total cuenta igual a 117,43 EUR), pero me queda la espinita de no haber disfrutado la cena que quería y que otros foreros, por las experiencias que han publicado, sí han podido disfrutar. Habrá que volver, la filosofía de este restaurante, es ideal para los que disfrutamos el vino.

Hola, el pasado viernes a medido dia, decidimos un grupo de compañeros, ir a comer a este restaurante, para celebrar una pequeña alegria. Elegí personalmente este original sitio, debido principalmente por la calidad de los caldos que aquí se sirven, así como por el punto donde está ubicado. La idea era dar a conocer a mis compañeros este lugar del que habia leido los comentarios y las espectativas eran enormes. Personalmente soy un amante del buen vino, estaba muy ilusionado por apreciar el cariño que segun leí aqui le procesan. Pero por lo visto algo falló, el caso es que no estaba Juan y el personal no nos trasmitió todo lo que esperabamos, aunque he de reconocer que todo fue correcto. Me gustaria volver en otra ocasión para disfrutar como el resto de comentaristas. Atentamente un cliente.

Decir que disfruté como un enano es decir poco, creo que el local es de sobra conocido así que paso a descrbir la cena compuesta por:
-1/2 ración Tomate valenciano con ventresca, ambos productos de primera calidad y el aliño en su justo punto. 9,35
-1/2 ración Tataki atún realmente delicioso toda una sorpresa. 4,63
-1/2 ración Steak tartar de buey, la carne de calidad cortada a cuchillo, sabroso. 10,28
-Tabla de 4 quesos todos muy ricos. 2,78
Coste de la comida 27,04
Infusión 2,34
Agua 3,47
Respecto al vino servicio excelente y mucha variedad para elegir la noche fue en este orden:
-Manzanilla San León no se mucho de manzanillas pero estaba riquísima tendré que investigar este mundo. 3,27
-Kyrie 2003 tenía ganas de probarlo y no me defraudó compraré seguro. 6,5
-Pintas Chacacter 2005 era un vino bien hecho pero el Steak tartar le domino de principio a fin no lo disfruté. 5,51
-Straw Wine Signal Hills 2001 maravilloso vino dulce sudafricano con una nariz muy balsámica que en boca no se muestra, es equilibrado y te invita aseguir bebiendo. 5,22
-D. Oguereau Clos Bonnes Blanches 1996 a que sabe una chenin blanc botritizada pues probarlo y lo sabreís, rico, rico y rico. 13,04
-Andre Clouet Grand Cru es para tener siempre en casa un par de botellas. 5,33
Total Vino: 38,87
Iva 5,74
Total cena: 77,46
En resumenque en verano este restaurante y yo nos volveremos a ver más de una vez.

En esta ocasion para acompañar los vinos( que vinos!! ) elegi un menu compuesto por tres entradas, arroz y postre, mas un plato que me encanto en mi anterior visita.

Para empezar Juan me saco una copa de champagne Claude Cazals rose, que acompaño a un bombon de morcilla con piñones, servido en una cuchara, y una ensalada templada de judias y ajos.

Segui con una copa de Bois Brincon Terre de Gres 07, Chenin blanc del Loira,que acompaño unas colitas de rape con pisto, bueno el rape y excepcional el pisto.

Shug 06, un chardonnay californiano, para un estupendo arroz caldoso de marisco. Racion generosa, con un sabor muy intenso y muchos tropezones.

El plato que elegi fuera del menu fue un atun con salsa vizcaina, para acompañarlo dos borgoñas, uno de cada color, Remi Jobard Les Genevrieres 07, muy bueno y dentro de unos años estara fantastico, y el tinto fue Perrot Minot Morey ST Dennis en la rue de Vergy 05.

De postre una coca de naranja, que no pude saborear bien por estar demasiado lleno. Lo que si pude disfrutar fue la copa de Straw Wine Signal Hills 01, un vino dulce sudafricano con una elaboracion muy peculiar.

Impresionantes los vinos , cada uno en su estilo. Que gran calidad y cantidad atesora Juan Ferrer en su restaurante, y que bien poderlos degustar por copas, de otra menera seria imposible, por lo menos para mi.

Busco un patrocinador que se apiade de mí y subvencione, a partir de ahora, mis visitas a este restaurante. Si fuera millonario sería mi restaurante de cabecera. Cada día conocería un par de vinos nuevos. Con un cálculo rápido, teniendo en cuenta que hay unas 400 referencias y que éstas se van renovando, tardaría unos dos años en probar la mayoría. En fin... dejemos de soñar.

Tenía pendiente conocer a Juan y su templo desde hace tiempo, pero ayer decidí celebrar una velada especial con mi chica y elegí el Enópata.
Mientras miles de personas sufrían y disfrutaban con la final de la Copa del Rey nosotros nos refugiamos en su restaurante. Y acertamos, aunque al entrar nos decepcionó ver una pantalla enorme de televisor instalada al fondo del local... Nosotros nos sentamos cerca de la entrada, resguardados de las celebraciones futboleras.

Pedimos a la carta ya que queríamos beber algún vino en particular que no figuraba en los menús.

Para comer elegimos:
- Vieiras braseadas sobre humus (unas vieiras sabrosísimas y tiernas)
- Foie-mi cuit (bueno)

Como principales:
- Solomillo de atún con salsa vizcaína (al punto, jugoso)
- Steak tartar de buey (bueno)
- Selección de seis quesos (espectaculares. Es obligatorio pedir esta tabla)
Con lo que comimos ya no había sitio para el postre. Quizá a la próxima...

Si bien la comida estaba buena, el protagonista de este lugar es el vino, en mayúsculas: el VINO. En Valencia no conozco ningún restaurante que se le parezca en este aspecto. La pasión que transmite Juan cuando cuenta la historia que hay detrás de cada copa te predispone a disfrutar aún más de cada sorbo. Quizá a algunos les pueda parecer algo pedante esto de trasegar en la intrahistoria de los vinos, pero si charlan un rato con Juan se darán cuenta de que vive lo que dice y habla de lo que le apasiona.
Juan nos trajo los siguientes vinos por copas para acompañar la comida, aunque aquí cabría decir que la comida acompañó al vino...

Para las vieiras:
- Henri Clerc Chevalier Montrachet 1990 (un vino para quitarse el sombrero, el mejor de la noche. Eso sí, se paga bien pagado)
- Chavy Meursault Corves de Citeaux 2009 (otro chardonnay) 8,33 euros

Para el foie:
-Bablut 1997 (un dulce excelente) 16,67 euros
- Ogereau Clos des bonnes blanches 2007 (alucinante. Me encantó. El segundo en mi particular podio de la noche) 12,59 euros

Para el atún:
- Luddite, un syrah sudafricano de 2004 que nos sorprendió gratamente (no figura en la cuenta)
- Un tinto portugués, un Douro, Pintas Character elaborado con 43 variedades de uva (no figura en la cuenta)

Para el steak tartare:
- Un par de copas de champagne Andres Clouet Matador Alfaro Grand Reserve. Pinot noir excelente a 6,54 la copa

Para los quesos:
- Un blanco francés: Marcel Deiss Schoenenbourg 2003. 10,62 euros. Perfecta pareja de los quesos.

Al acabar la cena le comentamos a Juan ciertos temas de la web del restaurante e imagino que por nuestro interés nos regaló una botella de vino blanco alemán. Un detalle. Gracias Juan. Para mí es el verdadero Rey de Copas de Valencia, y no el aguafiestas de Cristiano Ronaldo. Pero no hablemos de fútbol porque no marida bien con el vino. ¿O sí?

No incluyo el precio de la cena porque prefiero que quede en secreto ;)

Hace poco más de 2 años cené por primera vez en este restaurante, acudímos dos parejas, fue sin duda una cena inolvidable donde el nivel de los vinos servidos y su maridaje con la comida alcanzó lo más cercano a la perfección que he conocido en un restaurante. Los distintos platos los escogímos nosotros pero pedímos que los vinos fueran seleccionados por completo por Juan Ferrer.
Los platos, de enorme calidad, bien presentados y en su punto de elaboración, sabrosos y deliciosos, pero como a mí lo que más me interesa es el vino, prefiero centrarme en las copas degustadas en aquella ocasión:

-Champagne Claude Cazals Grand Cru Carte Or
-Domaine Morey Coffinet La Romanée 2005, Chassagne-Montrachet 1er Cru
-Morey Coffinet Dent de Chien 2005, Chassagne-Montrachet 1er Cru
-La Bota de Manzanilla Pasada nº10
-Champagne Millésime 1995 André Clouet
-Gantenbein 2003 Marta und Daniel Gantenbein, Fläsch – Switzerland
-Shoenenbourg 1997 Domaine Marcel Deiss, Alsace Grand Cru
-Bablut Noble Sélection de Grains Nobles 1997, Coteaux de l´Aubance
-Pinot Gris SGN 2003, Marcel Deiss

Una delicia de vinos, auténticos placeres que podrían ser degustados sin necesidad de maridar con ningún tipo de comida. Sin duda la mejor selección de vinos que he disfrutado durante una cena, sólo comparable a las siguientes veces que hemos acudido a este restaurante.

Respecto al local: Mesas espaciosas, amplia separación entre ellas, iluminación adecuada, mantelería de calidad, vajilla elegante, cristalería insuperable (de hecho, tengo las copas también en mi casa). Cálido, acogedor, agradable. Situación del restaurante inmejorable, sólo hace falta conocer Valencia para darse cuenta.

Desde entonces siempre pensé en escribir una crítica y puntuación sobre este restaurante, he tardado en realizarla porque nunca escribo en foros, pero esta vez y probablemente última, me he decidido a expresar aquí mi opinión. En este tiempo han transcurrido unas cuantas comidas y cenas más en este paraíso vinícola, siempre a la altura, también he podido comparar con restaurantes de otras ciudades donde es indudable que existen algunos estupendos locales para poder disfrutar del buen vino, pero, en mi modesta opinión, no existe nada de tal calibre, gusto, conocimiento y buen hacer por el vino en ninguna de las grandes urbes que he visitado (Paris, Nueva York, Tokio, San Francisco, Berlin, Roma, Estocolmo, Madrid, …). Valencia tiene la suerte de poseer un restaurante de esta gran calidad y yo la suerte de tenerlo a 3 horas de distancia en el Euromed.

Por último, quisiera nombrar los vinos de la primera cata a la que acudí en este restaurante (también hace de ello casi un par de años) y a un precio, en mi opinión y dado el nivel de los vinos, simbólico de 69´69 euros. Se titulaba “Iniciación al mundo del vino”:

-Amontillado Viejo de Herederos de Argüeso
-Reichrat Von Buhl "Jesuitengarten" 2007 Riesling
-Domaine Leflaive, Puligny Montrachet "Clavoillon" 2006
-Zind Humbrecht, Clos Saint Urbain Rangen de Thann Gewurztraminer V.T.2001, Alsace GC.
-André Clouet Grande Reserve Grand Cru "Un Jour de 1911", Champagne
-Joseph Drouhin Clos des Mouches Rouge 2005, Beaune, Borgoña
-Château Mouton-Rothschild 2001 Grand Cru Classé Pauillac, Burdeos
-Tokaji Pendits Aszú 6 Puttonyos 1999, Tokaj-Hegyalja, Hungría
-Gran Reserva de Fondillón "Sacristía" de Salvador Poveda

Imagino que algunas de estas botellas ya estan agotados, al menos en algunas añadas, pero estoy seguro que se pueden degustar otras muchas de igual o superior calidad.

Realmente, espero y deseo una larga vida al Restaurante Enópata. Un local que consigue que te apasiones todavía más por el VINO.

Vicente

Local hecho por y para el culto al vino. Se nota. Muchas de las paredes cubiertas con estanterías para las botellas, una barra larga hecha con cajas de madera de vino (me encantó), decenas de copas dispuestas de manera impecable tras la barra, cientos de referencias a disposición del cliente.... Y la presencia de Juan, alma mater del local que te recibe como quien acoge a alguien en su hogar: con un "bienvenidos" que esconde toda una declaración de intenciones (nos alegramos de tenerte aquí y vamos a hacer todo lo posible para que disfrutes en tu estancia).

Eelegimos el menú de fallas por 25 €: un aperitivo (bombón crujiente de rabo de toro y manitas de cerdo: bueno pero algo reseco; podría acompañarse con un pelín de la salsa que se supone que se desecha cuando se "estofa" el rabo de toro); selección de embutidos (chorizo, salchichón, lomo... Riquísimos, seleccionados concienzudamente. Este plato sustituía al tomate valenciano con ventresca que se acabó el día anterior); "esgarraet" valencià (pimiento, berengena... asados con algunos brotes tiernos: muy rico); arroz de rape y colas de ganba (sabroso, meloso pero suelto y todavía crujientillo... nos gustó); postre (bizcocho de zanahoria y calabaza, helados de chocolate blanco y negro, calabaza asada y sorbete de maracuyá: también bueno, tal vez demasiadas cosas. Servicio de pan durante toda la comida (somos de los que mojamos sin parar), aceite... La comida en general muy buena.

Acompañamos los primeros platos con una recomendación de Juan: Bin 36 Riesling 2005 (genial, con una temperatura ideal...) y con San Román 2006 el resto (no hace falta añadir nada más sobre este gran vino). Tampoco cabe extenderse más sobre el servicio del vino: un diez sin necesidad de recurrir a parafernalias ni puestas en escena.

Mención muy muy especial para el gran café que cerró la comida. Qué bueno!!!

Sobre el local, entorno, mobiliario, cubertería, mantelería... diré que todo ello me parece acogedor, funcional, agradable... Destacaría la buena acústica del local (estaba lleno, con conversaciones animosas, pero nadie molestaba a nadie). Sumando todo esto obtenemos un ambiente generalizado de bienestar y una sonrisa constante en las caras de clientes y servicio. Enhorabuena!

Despues de mucho tiempo leyendo los comentarios, pudimos venir a probar de primera mano este gran wine-restaurant.

Cena para dos. Sabado noche.

Escogimos la mesa al lado de la estanteria, puesto que la iluminación era más tenue y por lo tanto llevaba a una cena más romantica, para mi mujer.

Nos decidimos por cenar de carta, puesto que el menu no me acabó de convencer (mis gustos son un poco especiales).

De aperitivo nos invitó a una crema de calabaza, muy buena.

De entrantes pedimos:
- Vieiras braseadas..., regadas con una copa de N. Joly Coulee de serrant del valle del loira.
- Caramelos de rabo de toro..., bueno lo más flojo. Regado con un vino siciliano de Planeta del 2005. De uva nero d´avola.

De plato principal: Cordero. Muy sabroso y gustoso. Acompañado de un vino portugues, Pintas Character.

Mi mujer continuo con la tabla de quesos afinados por Xavier, de la cual no puedo más que comentar las alabanzas y descricción de alguno de los quesos que degusto. Los cuales rego con un chenin blanc. Clos des Bonnes blanches.

Los postres fueron:
- Tarta de toffee y tarta tatin(para mi el mejor de ambos) acompañados de otro chenin blanc.

Es un placer escuchar como te narran las aventuras y desventuras de los vinos, pero quiza más por la pasion que se te transmite que por los conocimientos en sí. Un verdadero placer conocer a Juan Ferrer en persona.

Por comentar: después de nuestra elección de la mesa "romantica" (por la iluminación) me arrepenti, me faltaba luz para ver los vinos. Lo cual fue fallo o mejor dicho desacierto nuestro en la elección de la mesa. Bueno para una cena romantica pero en detrimento del motivo de la visita a Enopata. "El vino".

Volveremos.