Para repetir
Despues de mucho tiempo leyendo los comentarios, pudimos venir a probar de primera mano este gran wine-restaurant.
Cena para dos. Sabado noche.
Escogimos la mesa al lado de la estanteria, puesto que la iluminación era más tenue y por lo tanto llevaba a una cena más romantica, para mi mujer.
Nos decidimos por cenar de carta, puesto que el menu no me acabó de convencer (mis gustos son un poco especiales).
De aperitivo nos invitó a una crema de calabaza, muy buena.
De entrantes pedimos:
- Vieiras braseadas..., regadas con una copa de N. Joly Coulee de serrant del valle del loira.
- Caramelos de rabo de toro..., bueno lo más flojo. Regado con un vino siciliano de Planeta del 2005. De uva nero d´avola.
De plato principal: Cordero. Muy sabroso y gustoso. Acompañado de un vino portugues, Pintas Character.
Mi mujer continuo con la tabla de quesos afinados por Xavier, de la cual no puedo más que comentar las alabanzas y descricción de alguno de los quesos que degusto. Los cuales rego con un chenin blanc. Clos des Bonnes blanches.
Los postres fueron:
- Tarta de toffee y tarta tatin(para mi el mejor de ambos) acompañados de otro chenin blanc.
Es un placer escuchar como te narran las aventuras y desventuras de los vinos, pero quiza más por la pasion que se te transmite que por los conocimientos en sí. Un verdadero placer conocer a Juan Ferrer en persona.
Por comentar: después de nuestra elección de la mesa "romantica" (por la iluminación) me arrepenti, me faltaba luz para ver los vinos. Lo cual fue fallo o mejor dicho desacierto nuestro en la elección de la mesa. Bueno para una cena romantica pero en detrimento del motivo de la visita a Enopata. "El vino".
Volveremos.