Restaurante Solana en Ampuero
Restaurante Solana
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Precio desde:
48,80 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
domingos noche y lunes
Nota de cata PRECIO MEDIO:
79 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.9
Comida COMIDA
8.7
Precio medio entorno ENTORNO
8.8
RCP CALIDAD-PRECIO
8.8
La mejor croqueta del mundo 2017
Pincho de tortilla de patatas
Caviar de Ampuero
Pochas frescas "Virgenes" y guindillas
Chuletón de vaca vieja "selección" de 1,500 Kg a la brasa
Patatas fritas caseras
El restaurante
Vista desde nuestra mesa
Aperitivo : filipinos de foie
La mejor croqueta del mundo
Almejas finas de ria a la sartén
Caviar de Ampuero.
Ventresca Solana
Emulsion de aguacate, gazpacho de tomate verde,anchoa marinada
Bocadillo vegetal de codorniz
Bocarte en bosque marino
Buñuelo de bacalao
La mejor croqueta del mundo 2017
Crema caramelizada de foie con gel de avellana
El limonuco de novales
Pecho de vaca lacado
Salmonete de roca con meuniere de sus cabezas y gambas
Magano en texturas y crujiente de su tinta
Huevo a baja temperatura, crujiente con duxelle de setas y trufa de verano
Bonito del Cantábrico, gazpacho de tomate verde, jalapeños y encurtidos
Tiramisu en paisaje
Tostada de pan Brioche con helado de lima
Steak Tartare de solomillo añejo
Ensalada de queso burrata, tomate, albahaca fresca y anguila
Royal de foie
Tartar de salmón rojo de Alaska
Salpicón “de la huerta"
Vinos de postre: Sidra Neige e Inniskillin
Emulsión de guisante con vieira a la parrilla
Espárragos frescos de La Rioja al natural
Lomo de chicharro glaseado con guiso de guisantes y plancton de percebe
Pochas con almejas y cococha
Salpicón de la huerta
Lubina "a la sal" con holandesa, patata y berberecho
Setas de pradería confitadas con carabinero y huevo
Alcachofas frescas a la plancha
Chocolate, aceite, sal y tostadas de pan
Salmonete con salsa de sus propias espinas
Papada, cola de cigala y cama de alcachofa
Filete ventresca Atun Toro al aroma manzana
Cazuelita de pochas frescas
Carpaccio de venado foie y vinagreta de Oporto
Huevo frito de corral
Merluza al pil pil
Refresco de tomate con naranja en Coca Cola mini y croqueta de bacalao
Pochas
Lubina a la sal
Anchoa con helado pimiento piquillo
Ventresca de bonito
Ajo blanco con espárrago y cola de cigala.
Aperitivos
Cordero lechal asado y terminado frito en tempura
Presa iberica,vieira semidulce en doce horas y mini verduritas
Anchoa con helado de pimiento del piquillo
Tartar
Merluza
Buscando violetas
tartar atún
Croqueta y foie
Salmonete con jugo de sus espinas y pure de sus higados
Cocido montañés deconstruido
Opiniones de Solana
OPINIONES
77

Muchas son las visitas que he realizado a este restaurante, pero nunca suficientes para mí. Situado a casi una hora de camino de mi lugar de residencia, es un camino que no me cuesta. De hecho, hoy podría haber comido en cualquier restaurante de mi entorno, pero he buscado de nuevo hacer ese trayecto...¿la excusa?: sentir de nuevo la ilusión que me acompaña durante el viaje y que cruza conmigo la puerta del restaurante, y disfrutar durante la vuelta de la satisfacción que me llena al abandonarlo.

Previa reserva telefónica (menos mal poque se llenó y estamos hablando de un jueves) entramos en sala a las 13,45 horas, como siempre, calurosa bienvenida, y no porque nos conozcan, así lo hacen con todos los comensales.
Una vez ubicados en una de las amplias e impolutas mesas que dan al ventanal, dejamos que nuestra mirada se hipnotice mientras se pierde en ese cuadro que muestra la primavera de un solo vistazo. El día acompaña y el sol hace que tengamos frente a nosotros toda la paleta de verdes naturales.

Como siempre, nos entregan la carta y nos explican detalladamente la composión de la misma y lo hay fuera de ella. Estamos en temporada de verdura y principalmente a eso hemos venido.

Elegimos lo siguiente, dos comensales, todo a compartir:

1-“Aperitivos de la casa” (invitación):

*ENSALADA DE QUESO BURRATA (queso elaborado en la zona), TOMATE, ALBAHACA FRESCA Y ANGUILA: Colorista y bonita presentación. En boca resulta fresca y aromática. Plato lleno de sabor y contrastes. Nos entusiasma hasta el punto de pensar que sería un estupendo plato para incluir en la carta de verano. (Ver foto).

*LA CROQUETA (ROBADA A LA MADRE DE NACHO): para mí "La Croqueta". La coges con la mano (cortarla a cuchillo se considera asesinato con ensañamiento) muerdes el crujiente y quebradizo rebozado y se vierte el tu boca el contenido mientras piensas que quizá sea la mejor croqueta que has probado nunca.

2- “ALCACHOFAS FRESCAS A LA PLANCHA": 6 hermosas alcachofas "prensadas" en forma de flor. Tiernas a más no poder, plenas de sabor, realmente exquisitas. Si alguien quiere degustar una alcachofa en su máxima expresión con una mínima manipulación, que no lo dude un segundo. ¿El secreto? PRO-DUC-TO, plancha, sal, y el "toque" que Nacho aplica a las verduras, esa magia que aprendió en su paso por Navarra.

3-“ESPÁRRAGOS BLANCOS NATURALES": Otro plato de producto de temporada en su máxima expresión. Impresionante ración, recién cocidos (llegan calientes) que al servirlos en mesa son rociados con vinagre de manzana y aliñados con aceite de Oliva. Otro éxito del Team "Nacho-Primavera" que disfrutamos como locos.

4-“STEAK TARTARE DE SOLOMILLO AÑEJO + PAN TOSTADO": os cuento...hace 15 días estuve también en Solana y probé esta elaboración por primera vez...he de reconocer que me enamoré. Y éste ha sido uno de los motivos de volver hoy a Solana...y me he vuelto a enamorar. La preparación del plato es espectacular pues el es propio Nacho el que lo elabora en mesa delante del comensal. Ahí se pone con toda la paciencia, dando todo tipo de explicaciones, con una enorme bandeja repleta de todos los ingredientes necesarios para crear una elaboración que se convierte en un plato de culto, y en mi caso, a partir de ahora, de peregrinación. (Ver foto)

5-POSTRE: en este apartado hay que señalar que Nacho a estado trabajando en la creación de nuevos platos que no dejarán indiferente al comensal: "Huevo de Corral", "Tarro roto de yogurt con fresas y helado de galleta", "Árbol de tiramisú" y "Tarta de Manzana actualizada" son algunas de sus nuevas creaciones.
En visitas anteriores las hemos probado todas, pero en esta ocasión nos acordamos del clásico que nunca falla y que teníamos un poco olvidado, así que disfrutamos de la "TOSTADA DE PAN BRIOCHE CON HELADO DE LIMA". Exquisita, como siempre. (Ver foto).

Para acompañar la comida una estupenda degustación de panes: de cereales, artesano y mini-torta de aceite. Los paneros disfrutarán y yo soy uno de ellos.

Terminamos la comida con un VINO DULCE "PEDRO XIMÉNEZ VIEJO" "NOÉ" "VORS" un vino que me hace sentir, disfrutar y sonreir cada vez que tomo un sorbo. Además de un CAFÉ CORTADO y un TÉ de AÇAI.
Se acompañaron de la conocida “Golmajería” (invitación de la casa), que en esta ocasión estaba compuesta por unos “CACAHUETES CUBIERTOS DE CHOCOLATE" y "gominola de Gin Tonic”.

**VINO: Buceo en la "Tablet" que hace las funciones de Carta de Vinos y me decido por un VINO BLANCO, "GUITIAN SOBRE LÍAS 2013", D.O. Valdeorras, uva Godello. Presentación de botella, descorche, primer servicio en buenas copas y llenado esporádico. Temperatura correcta y cubitera para mantener temperatura. Muy rico. (22,20 € Iva incluido).
También se bebió una botella de agua "SOLARES" de litro.

Todo lo descrito ascendió a 98 € con Iva. ¿Quién da más por este disfrute señores? Estamos hablando de "Un" estrella Michelín.

En todas y cada una de mis visitas, he disfrutando de esta cocina honesta, de procucto, de calidad, cocina que juega con lo tradicional y lo moderno, que no para de crear nuevos platos para hacer que cada visita sea ilusionante y satisfactoria.
Siempre me ha sorprendido la profesionalidad del equipo de sala, cercano pero capaz de mantener esa distancia sutil y necesaria para ofrecer un servicio que muchos restaurantes más laureados lo quisieran para sí.
Siempre me ha cautivado el entorno, paraje de gran belleza que te permite disfrutar de cada una de las estaciones del año.
Todo lo anterior va sumando, va llenando y va calando, hasta convertirlo a día de hoy, en el patio de mi recreo.

  • Tostada de pan Brioche con helado de lima

    Tostada de pan Brioche con helado de lima

  • Steak Tartare de solomillo añejo

    Steak Tartare de solomillo añejo

  • Ensalada de queso burrata, tomate, albahaca fresca y anguila

    Ensalada de queso burrata, tomate, albahaca fresca y anguila

¿Qué pasa en Verema? ¿ Solo yo visito este magnifico restaurante? (hemos ido otra vez desde mí último comentario).

Bueno, al lío! Nueva visita. Como siempre, insuperable en Cantabria y si me apuras en muchos kilometros adentro de provincias limitrofes. ¿Akelaré? Aprende Subijana. Lo hablamos durante la comida, comer aquí es muy muy barato en relación a cantidad-calidad-precio.

Nos cantan los platos fuera de carta, como siempre hay que estar muy atento porqué uno se pierde (como en el kate-Zaharra) y hay dos que suenan realmente bien.

De aperitivo:

- El primero no lo recuerdo muy bien, pero estaba que bueno no, lo siguiente.

- Croqueta de jamón. Sin palabras.

Compartimos lo siguiente:

- Perrechicos con torresnos.

- Porrusalda con callos de bacalao.

Ambos, rozando la perfección. Esos torresnos para comer y comer una mañana de esas de invierno aburridas. La Porrusalda sobresaliente.

De segundos:

- Me decanté por salmonete. Parecía un mini salmón. Perfecto de todo.

- Mila por su parte pidió rodaballo. Sublime.

Me encanta el concepto de servir el pescado en este restaurante. Sin adornos, sin florituras. Producto, producto y producto; y de una calidad sobresaliente!!

La última vez que hemos estado nos dejamos llevar por las novedades en los postres (un falso huevo de corral, corteza de cacao e interior de yogur) pero esta vez lo tenía claro. Quería tarta de queso. Han eliminado la deconstruida (aquellas tres bolas con tipos de queso diferentes) pero esta tarta de queso clásica... flipas. No se la cantidad de tiempo que no comía una tarta de queso de esta calidad, IMPRESIONANTE.

¿Para beber? Esta vez me acuerdo pero por una sencilla razón; nos ha encantado. Bebimos un Gosset Grand Reserve a 75€ la botella. Barato, muy barato si lo comparamos con otros que valen 60€ y no le llegan a la suela de los zapatos.

Tres tipos de pan: rústico, de cebolla y de aceite. Buenos, como siempre.

Finalizamos la comida con dos cafes. Para limpiar, una bola de chocolate con cachauetes (flipas el chocolate lo bueno que estaba) y la gominola de Gin Tonic (Sr. Subijana, debería probarla).

¿Total? 167€. Le quitas la botella, bebes algo mas moderado y que me diga alguien un restaurante donde se coma las cantidades y la calidad que aquí ofrecen.

Sin más, el mejor restaurante de Cantabria.

¿Hace falta decir que volveremos?

Ni sé cuantas veces, pero lo cierto es que este sitio me tiene enamorado. He estado muchas veces, pero se que me quedan muchas más por ir!!!

Hablo con mí compañera, me dice que no se va a complicar mucho debido a que a la tarde debemos ir a Bilbao y allí está casi todo cerrado los domingos. a la comida se une otra pareja casi a ultima hora antes de volverse para Barcelona.

Nos reciben como siempre, con la mejor de las sonrisas, recojen nuestros abrigos y nos acomodamos en una mesa redonda que dado mí tamaño y el de mí amigo se agradece. Ojo, aquí las mesas cuadradas son bien amplias, hubiesemos entrado sin problema.

Ellos nunca han estado, así que hacemos un poco de guía en lo que ibamos a pedir. Para compartir:

- Anchoas con pimiento y helado de pimiento rojo. La anchoa realmete buena. El helado yo no lo probe, pero mí compañera me dijo iendo a Bilbao que estaba brutal!!

- Rulo de foie y patatin patatan con pure de col. Nosotros ya lo habiamos comido, esta muy muy bueno.

- Steak tartar. Esto es un clasicazo del sitio y más sí es la primera vez que vienes. Nacho nos lo preparo en un momento ( el restaurante estaba al 100% de ocupación), picaba mucho. Lo comento y la única solución es que nos hagan otro, digo que no, que lo comemos como esta pero al final Nacho decidió que nos hacia otro para comerlo a pleno disfrute (Iba a seguir volviendo igual jajaja).

Empezamos con los segundos:

- Cochinillo en tres texturas. Antes siempre me lo pedía, pero acabe harto de cochinillo. Quien lo comió dijo estar muy bueno.

- Merluza con un caldo de cigala y no se que más. Estaba a falta de un pelín más de marcado, pero estaba muy buena. Eso me comentó mí compañera.

- Dos raciones, muuuuy generosas, de venado. Excelente. El plato muy original, era el tronco de un arbol. Eso sí, al ser irregulares uno de los platos hacía "aguas" jajaja.

Yo pase del postre, siempre que como Steak Tartar acabo reventado, pero comieron lo siguiente:

- Mí compañera helado de chocolate. Dice que es el mejor del mundo mundial! y yo la creo, la encanta el chocolate.

- Tarta de queso clásica.

- Tarta de queso innovadora.

Mis amigos preguntaron en principio por el menú degustación, pero nosotros no ibamos con el tiempo suficiente para ello. Además, acabaron llenos llenos con lo que comimos, si comen el menú flipan en colores!!

Bebimos una botella de Juve Camps Gran Reserva y agua. Había que conducir, en otra ocasion beberemos algo con más cuerpo.

Dimos la comida por finalizada con unos cafes. Acompañados de una excelente magdalena, un cornete con helado de fresa que flipas en colores y la gominola de gin tonic que te refresca la boca; a mí personalmente me la refresca maá un Movskoskaya con tónica....

Ya sabeis, como para no volver.... jajajaajaj Para mi Solana, es como en el Kate -Zaharra en Bilbao. Nunca me canso de ir, aunque practicamente coma siempre lo mismo!!!

Hablando con mí compañera de festines y en vista que la tocaba trabajar el domingo decidimos no viajar mucho y quedarnos cerca de casa pero disfrutando igual.

¿Le hay mejor? No. Sencillo, sencillo.

Esto es lo que compartimos:

- Almejas a la sartén. Perfectas!!! Aunque tengo ganas de volver a comerlas a cuchillo... probaré en otro lado.

- Decidimos que sí para comer el Steak Tartar era una sobrada, para cenar ya es la mega sobrada. En su lugar elegimos unos tacos de tocino con pulpo y otro con cigala. El taco de tocino... indescriptible, me hizo un guiño al tuetano que comí en Mugaritz (de lo mejor de aquella comida). Lo demas muy bueno!

De segundos:

- Rape para mi acompañante. Un pelín crudo, pero con buena pinta y decía estar bueno.

- Salmón salvaje por mí parte. Estaba cocinado a baja temperatura, realmente bueno.

Que bendición es no abusar del steak tartar, hoy puedo comer postre!!!

- Tarta de queso al estilo tradicional. Joder que buena estaba!!!

- Uhm, ahora mismo no recuerdo lo que comió mi acompañante, pero seguro que algo con chocolate.

Regamos el estomago con un champagne, que no recuerdo el nombre. Soy incapaz de quedarme con los nombres de lo que bebo. Estaba bueno, pero he bebido cosas mejores la verdad y más aún a 50€ la botella.

Finalizamos la cena con dos cafes.

Sale Nacho y habla un rato con nosotros, mi acompañante lo conoce por ser cliente. Un tio majo.

Estaba sobre la mitad de ocupación y ahora en breves cierran casi un mes por vacaciones; así que venga, corred insensatos!!!!

Me preceden en la valoración ilustres Veremeros, así que con algo de congoja, cuelgo yo mi valoración. Sea como fuere, ésta es la mía. Allá voy!

Salimos de Madrid para llegar a comer a La Bien Aparecida. “Pelín” retrasados, llamamos para advertir la tardanza: “sin problemas, aquí les esperamos”. Nuestra mesa estaba libre pero era la única vacía en un segundo turno de comidas. Tampoco es casual este acomodo: gracias Isaac. Y es que lo llenan a diario los clientes locales de la casa, los que vienen aposta como nosotros y los bilbaínos que acuden con frecuencia por la cercanía (y porque les merece la pena, claro).

Tercera generación dando de comer junto al Santuario de la Bien Aparecida
Ayudados por el GPS encontramos cerca de Ampuero el Santuario de la Virgen Bien Aparecida, patrona de Cantabria. Justo delante, una casa grande de piedra con un añadido más reciente: Restaurante Solana.

Ignacio e Inma Solana son la tercera generación que atiende a los comensales en esta misma ubicación. Nacho ha conjugado la raíz de su tierra y la cocina de su madre, con la creatividad de la tendencia actual en la cocina española. Conocimos al cocinero, quien nos preparó personalmente el “mejor steak tartar que he probado nunca” según Jose, lo verás más abajo.

Menú patagruélico
Elegimos el menú degustación, como solemos hacer cuando acudimos a un restaurante por primera vez. Además, un precio de 60€ en una estrella Michelín, es algo inusual que se ha de aprovechar. Aquí inserto un aviso a navegantes: es el menú más copioso y que más me ha llenado de los probados en mi vida. El número de platos puede ser incluso inferior a otros pero te sirven medias raciones que en mi pueblo pudieran pasar por enteras…

En dichos 60€ se incluyen dos aperitivos de bienvenida y siete medios platos, de los que los dos últimos son postre, así como unos petit fours de despedida. Te cobran aparte el pan, la bebida y el café. Pues bien, a esto sumamos nosotros media ración de “Caviar de Ampuero” y ellos la tarta de queso del postre (muy recomendada y recomendable), como decimos en nuestra zona una “fartà”.

A lo que vamos, el Menú degustación….
Aperitivos de la casa:
Salmorejo en chupito y croqueta que le quitamos a mi madre. Tortilla de patata “regreso al futuro”
De los tres bocados dos son y parecen y el tercero no. Me explico: el salmorejo propio de las antípodas de Cantabria, estaba perfecto en cremosidad y acidez, muy bueno (dos sorbitos y “pa dentro”). Las croquetas de jamón perfectas en su textura cuasi licuada interior y crujiente rebozado (yo también se las quitaría a mi madre). Pero la tortilla ya anunciaba una especialidad: la patata frita troquelada como cilindro y ahuecada por un extremo, contiene una fina emulsión de huevo, aceite y patata: un bocadito (quizá ya no tan original) que sabe a una suave tortilla de patata sin parecerlo.

Pochas.- Un par de cucharadas de pochas servidas en una cacerola del “hogarín” muy graciosa, acompañada de unas piparras o guindillas. Sin que pueda opinar de este plato yo con mucho recorrido, diré que a mi gusto estuvieron correctas pero no más.


Caviar de Ampuero.- Confieso que pedimos el caviar sin saber en qué consistía este recomendado plato: fé ciega en los consejos de nuestros amigos “tragones”. Resultaron ser unos pimientos verdes de temporada, fritos en un punto perfecto que respeta el excelso vegetal y ayuda a desprender su piel de una vez. ¿Sabes aquello de comer pimientos y que sepa a pimientos? Y de los buenos. A veces menos es más.


Platos en medias raciones
Tartar de salmón rojo de Alaska con helado de pepino e hinojo simulando comerlo a “bajo cero”..- Efectista presentación del tartar sobre una fuente con rejilla de la que sale “humo frío” (la gasificación del nitrógeno líquido). Con base en un buen pescado fresco bien cortado, construye Nacho un plato equilibrado por el helado de pepino que refresca la untuosidad del salmón. Aquí lo diferente es el helado, una pequeña variación sobre el tartar de este pescado que me persiguió durante todas mis vacaciones…


Salpicón de la huerta falso tomate relleno de marisco..- De estética colorista y coqueta, el trampantojo de tomate contenía un “cocktail de mariscos” al más puro estilo setentero (me recuerda las bodas en el hotel de mis padres: siempre triunfaba este plato). Ojo, no vaya a sonar esta descripción a cualquier connotación negativa, al contrario. Me traslada a un tiempo feliz y se reconoce materia prima fresca.

Steak Tartar.- Según Jose “el mejor que ha probado nunca”. Tuvimos el honor de que el propio Nacho nos preparase el steak. Salió con su mesa auxiliar repeleta de todo lo necesario, como es un cuenco lleno de hielo, sobre el que descansaba otro menor en el que preparaba la elaboración. Primero la emulsión del aceite y demás líquidos, más tarde añadió la carne y el huevo para sazonar con el picante que cada uno quiso. A mí me gustó también, sólo que la carne estaba cortada en trozos menores de lo que yo creo adecuado.


Ventresca de bonito a la piedra de sal in-situ.- Que no que no, que el lecho de sal carbonizada no se come… Más de uno lo ha probado y no me extraña ya hoy día los chefs siempre te sugieren: se come todo lo del plato… Casuística aparte, he de confesar que cada día me gusta más el pescado, será que su frescura, su melosidad, el respeto por su carne cocinada sobre este original carbón de sal especiado lo hacen distinto… “mamá: me gusta el pescado”. Ración generosa que va colmando mi “buche”.

Carrillera de ternera de leche estofada al vino tinto.- Vale, no es original, es un plato tradicional (de lo que hacen gala en esta casa). Pero que me vaya gustando el pescado no quita que sea carnívora con solera y reconozca una sabrosa, tierna y melosa carne de vaca frisona. Bueno, lo de frisona me lo chivó Ignacio… Muy muy buena. Y vamos llenando…

Postres

Huevo de corral.- Me pareció entender que los postres son cosa de la concursante del primer Top Chef, Erika Domínguez. En ese caso, he de felicitarla por esta espuma de coco y nata, con helado del mismo sabor y yema de crema de mango. Bonito y bueno. Dulce sin empalagar.

Chocolate, manzana y menta.- Sobre un lecho de chocolate blanco, una columna con base de granizado de manzana, fusta de helado de menta y capitel de virutas de manzana fresca. Parece uno de esos postres que desempalagan y limpian la boca pero el chocolate tira de tus papilas hacia abajo, anclándote en su viscosidad dulzona. No sé, no entiendo muy bien la combinación, es algo personal (adoro el chocolate pero no soy de blanco).

Tarta de queso.- ¡Esto es el colmo! Más que colmar rebosa mi capacidad estomacal. Pero que no se pierda la atención de lo verdaderamente importante ¡una tradicional tarta de queso es-pec-ta-cu-lar! Riquísima, densa casi sólida, pero tierna, suave y sabrosa. Un helado para aligerar el bocado compartido (más para él que para mí)

Golmajería.- Siempre se aprende cuando sales de casa. A mí me gustan las palabras y he conocido una nueva para mí: “Golmajería”. La RAE lo presenta como sinónimo de golosina, vocablo propio de La Rioja. Y golosina se define como “manjar delicado, generalmente dulce, que sirve más para el gusto que para el sustento”. Y vaya que sí, dulces era el chupito de arroz con leche, la banana o plátano flambeado en apariencia y los cucuruchos de frutas del bosque, fresca la gelatina de gin-tonic. Lo que está claro es que no lo necesitábamos para el sustento y que gusto nos dio.

Los vinos no son su prioridad.- Jose se pidió una copita de “Neige”, sidra de hielo del Canadá, mientras yo disfrutaba una vez más de las vistas a través del gran ventanal. No sé el porqué, pero necesito “ver lejos” y tener frente a mí despejado el panorama, si además es un campo de verdes laderas, mayor es el placer que siento.

Hablo de los vinos por boca de Jose. Algo que no le resultó cómodo, por muy moderno que parezca, es el consultar la carta de vinos en una Tablet. Su oferta no es muy extensa (para el nivel del restaurante) y por copas nos ofrecía únicamente un Rioja o Ribera de corte clásico y convencional. Luego supimos por Andrés Conde de La Cigaleña, que Ignacio no se complica con el vino porque pone su acento en la comida. Aun así, satisfechos con la armonía elegida para la ocasión: un riesling Foster 2009 Dr. Bürklin Wolf.

Exhaustos pero muy satisfechos con la degustación de estos platos, hicimos una sobremesa sin sentir en momento alguno la prisa de los que recogen tarde. Ya sólo quedábamos nosotros y otra pareja que resultó ser del gremio: él cocinero de Casa Gerardo (Asturias) y ella Clara del Master Chef 1ª edición. El servicio de sala, aún en ausencia de Inma, ha resultado muy atento y profesional pero sin corsé, mejor.

En nuestro blog colgué las fotos, echa un vistazo si te apetece pinchando el enlace
http://www.vinowine.es/restaurantes/solana-restaurante-casta-producto-y-creatividad.html

Con el recuerdo todavía muy presente de la cena de la noche anterior en casa de Sergio, en la que nuestro anfitrión dio otra vez prueba de su generosidad (¡menudos vinos guarda en su bodega el amigo Kintiman!) nos dirigimos a este restaurante que a estas alturas ya sabemos que nos va a encantar. Con ello cumplimos un deseo que nos aborda desde el momento mismo en que oímos hablar de este establecimiento y que ha ido creciendo a medida que leíamos comentarios tan favorables como los que en estas páginas se han ido vertiendo.

Llegamos al restaurante a una hora temprana (poco antes de las 14 horas) y en ese momento somos los primeros en ocupar el comedor. Tras un excelente recibimiento, nos ubican en una amplia mesa en la que bien podrían haberse sentado dos personas más de las que estábamos. La cercanía de los amplios ventanales nos permite tener una amplia vista del valle y de la montaña, cubiertos de bosques y praderas. Una línea de tendido eléctrico discurre frente a nosotros, pero si nos olvidamos de este detalle el paisaje resulta sumamente bucólico (en otoño esto tiene que ser precioso). El interior del local ya ha sido perfectamente descrito por los que me preceden, por lo que no vamos a entrar en ello, sin embargo no puedo por menos que mencionar que todo aquí está pensado para crear un entorno confortable: perfecta climatización, excelente luminosidad, suave hilo musical, amplia separación de mesas, cómodas sillas... Otro elemento clave para el disfrute, más importante aún si cabe, es el personal de sala, que además de profesional se muestra en todo momento amabilísimo y cercano. A destacar también que el cliente recibe una amplía información sobre la oferta gastronómica disponible, pues la carta y las propuestas fuera de ella son explicadas con detalle.

Tal y como teníamos pensado, elegimos el menú degustación, en el que (otro detalle más a favor de este local) se permiten hacer cambios en su composición para amoldarlo a nuestros gustos y preferencias. Con esta intención solicitamos un cambio para no quedarnos sin comer una racioncita de pochas, producto que o comes ahora o se pasa la temporada. Nuestra sorpresa fue que a cambio de ello no eliminaron ningún plato del menú, si no que lo añadieron sin cargo alguno. El menú (60€) quedó compuesto finalmente de la siguiente manera:

APERITIVOS

- Salmorejo, croqueta y cucharita de foie caramelizada con gel de avellana.
- Lata de anchoa del Cantábrico con helado de piquillo

PLATOS PRINCIPALES

- Pochas frescas guisadas con verduras
- Caviar de Ampuero
- Tartar de salmón rojo de Alaska con helado de pepino e hinojo
- Ajoblanco con tartar de tomate y cola de cigala a la parrilla
- Fideuá de magano con sus tintas y aire de agua de mar
- Merluza del Cantábrico con falsos gnoquis de patata y consomé de cigala
- Costilla de cerdo lacada con chipotle

POSTRES

- "Buscando violetas"
- Tostada de pan brioche caramelizada con helado de lima y crujiente de naranja

¡Impresionante menú! Aunque nos habíamos hecho a la idea de lo que nos íbamos a encontrar, la realidad supera con creces las expectativas. Calidad en el producto. Técnica depurada. Presentaciones muy cuidadas. Respeto a la tradición, pero con margen para la creatividad. Sorprendente puesta en escena de algunos platos (ese tartar de salmón envuelto en bruma costará olvidarlo). Precios comedidos. En pocos lugares puede encontrar uno semejante compendio de virtudes. Muy posiblemente haya sido la mejor experiencia que hasta la fecha hemos vivido por un precio como el pagado.

La oferta vinícola, amplia, pero poco profunda, figura en una "tablet" en la que encontramos información sobre los vinos referenciados. Práctica herramienta, desde luego, pero yo para estos menesteres sigo prefiriendo el papel, opción que creo permite tener una mejor "visión de conjunto". Un Gramoná Imperial 2006 (30€) nos pareció buena opción para acompañar el menú. Buen nivel de copas y de servicio del vino, que incluye presentación, prueba y llenado. Tentados estuvimos con los cafés de pedir algún vino de postre, pero el hecho de tener que ponernos luego al volante hizo que nos quitáramos la idea de la cabeza.

Terminamos la comida con un excelente café expreso (de los mejores que he tomado), junto al que nos sirvieron una deliciosa golmajería de la casa (petit fours). Mientras estábamos dando buena cuenta de ellas se acercó a nuestra mesa Ignacio Solana, que se mostró muy interesado por saber cómo había discurrido la comida y si todo había estado a nuestro gusto. La conversación mantenida con él fue un excelente broche para esta memorable experiencia, que repetiremos en cuanto tengamos otra vez oportunidad.

Local pequeño pero impecable en su austeridad de líneas, sencillo y confortable. Mesas amplias y perfectamente separadas, nos acoplaron en una de dos que sería de cuatro en cualquier otro lugar, al lado de un amplio ventanal donde se observa en primera línea la belleza del paisaje del entorno de La Bien Aparecida.

Venimos con la idea de comer el menú degustación y a ello vamos. Una amable camarera nos da la posibilidad de escoger alguno de los platos por si nos apetecen especialmente y así lo hacemos con el steak tartar (del que tenemos inmejorables referencias) y con el bonito, rey de la temporada marinera cántabra. Consta de 3 aperitivos, 4 entrantes, 2 platos principales y 2 postres, constituyéndose en un festín de 4 horas sin parar de comer al máximo nivel. Repasemos.

Piruleta de salmorejo, nuestra croqueta de jamón ibérico y “tortilla de patata” : tres snacks para comenzar, una piruleta helada de salmorejo muy bien lograda, una fantástica croqueta de jamón casi líquida por dentro y una tortilla “deconstruida” dentro de un cilindro de patata y rellena de espuma. Deliciosos los tres para abrirte los sentidos.

Anchoa del cantábrico con helado de pimiento de piquillo y aceite de picual: presentado en una lata de conserva, una fantástica anchoa y un helado absolutamente delicioso, casi inmejorable. Buenísimo.

Cazuelita de pochas tradicional: pues eso, unas pochas servidas en cazuelita de aluminio individual, pero amigos, ¡vaya pochas! Para pedirlas como plato único otro día. Viudas, respetando el sabor de esta verdura/legumbre inigualable por su finura.

  • Royal de foie

    Royal de foie

  • Tartar de salmón rojo de Alaska

    Tartar de salmón rojo de Alaska

  • Salpicón “de la huerta"

    Salpicón “de la huerta"

Desde que me animé a colgar comentarios de restaurantes en Verema, una de las mejores cosas que me han sucedido ha sido, sin duda, el poder conocer a personas de diferentes procedencias y hacer incluso, buenos amigos.
En esta ocasión, una pareja de catalanes. Era la primera vez que nos veíamos y en su nueva visita a tierras norteñas, han decidido que yo podía ser un buen consejero (es que los hay inocentes…..).
Ellos solitos ya han ido dando cuenta de unos cuantos restaurantes de nuestro pequeño país pero además, tenían en mente visitar uno en concreto de nuestra vecina Cantabria. Solana era la elección. Aquí vengo con la total y absoluta seguridad de que quien me acompañe no va a salir precisamente indiferente.
Este restaurante está muy valorado en verema. Además casi todos los platos que degustamos están comentados y por personas más capacitadas que yo. Asi que seré breve y si a alguien le interesa más en detalle, con echar un vistazo a esas fotos pues todo arreglado.
En el apartado vinícola, me parecía interesante que conocieran un vino cántabro que yo ya he probado y que me parece un estupendo caldo para empezar con la comida. Concretamente el Casona Micaela. Les ha gustado. La segunda botella ha sido una recomendación del sumiller y también nos ha encantado a los tres. Un Tuerce Botas. Tempranillo 2013. Un buen blanco de rioja.
Como aperitivos: salmorejo en chupito, croqueta, pochas frescas, tortilla deconstruída y nido “kaitafi” de morcilla, queso y foie. Todos a un nivel altísimo.
El menú en cuestión:
Tartar de Salmón rojo de Alaska con helado de pepino e hinojo.
“Ajo blanco”, tartar de tomate y cola de cigala XL a la parrilla.
Setas de temporada salteadas, huevo a baja temperatura y trufa de verano.

El Caviar de Solana: unos pimientos verdes que han hecho cambiar y mucho la opinión de Ton hacia dicho alimento. Me alegro.
De pescado: ventresca de bonito a la piedra de sal in situ.
Una anécdota que ocurre cuando uno es un “culo inquieto” y lo quiere probar todo. Y además hoy tengo “animadora”, al oir que las piedras esas llevan sal, llevan…. ¿huevo? Pues se nos ha ocurrido hincarles el diente.  Un “poco saladas” sí que están. Fíjate que he tenido que beber……. Agua. Eso en mi es pecado y no precisamente venial. Por curiosos.
De carne, cochinillo confitado en tres texturas de manzana.
El primer postre es el “Huevo de corral”.
De segundo nos llega el Chocolate, granizado de manzana y helado de menta.
Para acompañar estos postres hemos pedido un par de “cositas ricas”. Como no, una sidra de hielo Neige y el “Super Iniskillin”. Ese vino de hielo de Canadá que para mi es un trago divino. Se me pone la carne de gallina cuando lo bebo. Qué cosa más rica.
Los cafés y la golmajería los tomamos en la terraza. Esto ya es puro vicio. La cucharilla de tarta de plátano, la gominola de gin-tonic, la mini-magdalena y la botellita de leche con sabor a canela.
El servicio estupendo como siempre. Con caras nuevas y no tan nuevas. Charla con Nacho, con su hermana, ausente por motivos de salud y con mis compis que están encantados de la visita. Es curioso que cierta gente, desde el primer momento te genere tan buenas sensaciones. Una pena eso de las distancias.
Me alegro un “Mon-Tón” de haber acertado con las recomendaciones y sobre todo con esta por ser compartida. Gente encantadora y además gente de pensamientos similares. Para colmo, me han hecho una “trampa” y me han ganado por goleada, para cuando me he dado cuenta, me habían invitado. Luego hablamos de los catalanes………. Gracias por la visita, gracias por la compañía y espero tener la suerte de devolverla en alguna ocasión.
El precio que he puesto es el del menú degustación. Excelente RCP.
Para verlo con más detalle: http://gastiondo.blogspot.com.es/

Empiezo mi valoración, por el final, pues mantuve una conversación con Nacho al final de la comida.
En dicha conversación me hizo saber su disconformidad con dos cosas de mi anterior valoración del 14 de febrero.
Una, un desafortunado comentario motivado por la ofuscacion del momento que hacia referencia a que le vino estaba bueno, pues no estaba cocinado.
La misma me he encargado de que quede borrada de dicho comentario.
La otra es que el restaurante si estaba lleno, bueno la verdad me puedo parecer que no era así, pero eso no tiene mucha relevancia al final.
Bueno en ese aspecto tema zanjado
Pasamos al menú
3 aperitivos obsequio de la casa
* Salmorejo en chupito y croqueta
* La lata de anchoa sobada en casa y helado pimiento piquillo
* Nido Kataifi de morcilla con foie y queso, este plato me sorprendió por la excelente mezcla de sabores.

* Salpicon de la huerta, falso tomate relleno de marisco.
* Fideua de magano de potera con sus tintas y "aire" de agua de mar.
* Papada de pio negro, pulpo vinagreta de pochas y "aire de pimentón"
* Merluza de pincho del Cantabrico, mini verduritas, falsos gnoquis de patata rociados con consome de cigala. El consome de cigala aporta un especial e intenso sabor a dicho plato.
*Molleja de ternera glaseada y polvo de oliva negra. textura y sabor perfecto, excelente conjunción.
POSTRES
* Buscando violetas
* Chocolate aceite y sal, este postre no era de nuestro agrado, pero se ofrecieron amablemente a servirnos otro, pero ya el estomago no pedía mas, con lo cual agradecimos y declinamos el ofrecimiento.
* Golmajeria obsequio de la casa cafes copas........
* Vino Emeritus
Resumiendo, muchos platos no los he valorado, puesto que ya seria repetir valoraciones anteriores de los mismos pues su ejecución no ha cambiado, sigue siendo la misma. Perfecta.
El restaurante estaba lleno y el servicio fue correcto.
No me voy a extender en halagos a algo tan palpable como esta cocina que evoluciona día a día favorablemente

...De tener este restaurante a escasos 40 km de casa.

Nueva visita con una amiga de Laredo. Lleno total del establecimiento. Rapidamente llama una cosa la atencion, casi todo el comedor es gente de Laredo o bien clientes del negocio familiar de mi amiga. Por mi parte reconozco al sumiller, porque le tengo visto de vender vinos por Noja. Me gusta esto, porque normalmente cuando vas a un restaurante bueno a comer la mayoria de la clientela es extranjera, al menos en los mas grandes.

Somos dos, y esto es lo que hemos comido. De entrada:

- Rollo de foie con crema de col. Dias antes me habia comentado la amiga del antojo a foie fresco que tenia. Cuando lo cantaron fuera de carta preguntamos como iba a ser el plato. Lo pedimos, perfecto! Foie liquido, un rollo de foie con una espuma que no recuerdo y todo ello bañado sobre crema de col.

- Steak Tartar. Fuimos la atraccion del restaurante, Ignacio salio a prepararlo y ya se sabe, cuando el dueño sale o bien son gente muy importante o el plato en si es importante. Dejemoslo en la segunda, aunque mi acompañante si conoce a Ignacio por ser cliente. Hemos decidido que este plato no lo volveremos a pedir, es exagerada la cantidad de comida y como te quedas de lleno.

Antes de esto, nos trajeron a modo de compañia una cazuelita con habas blancas. Estaban muy buenas, pero mas cantidad al estomago.

De aeritivo nos sacaron un salmorejo majestuoso, una croqueta de jamon exquisita y una falsa tortilla de patata.

Como segundo plato:

- Rape al horno. Una cantidad exagerada, mi acompañante no podia mas y casi lo acaba, pero la petada ya era seria.

- Lomos de bonito al horno. Los pedi el año pasado, esta vez mucho mas sabrosos!! Eso si, una racion no generosa, descomunal. El bonito casi crudo, la cebolla perfecta... aun estoy babeando.

No hay sitio para el postre, la cosa ha sido seria.

Dos cafes culminan la velada. Una velada, regada con agua y un cava que no recuerdo el nombre. Estuve por pedir algo de champagne pero al final siempre me rajo y me voy a los moderados precios del cava, en este caso a 35€la botella.

Subir aqui arriba es un placer, pero hay una cosa que deberia mejorar y eso es la iluminacion. No es la primera vez que lo comento, pero las bombillas halogenas son del pleistoceno amen del calor que dan. Yo en esta sala sudo como un animal porque siempre me toca debajo de un foco halogeno. Vamos, que si quiere ya le doy precio yo XD

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