Restaurante Solana en Ampuero
Restaurante Solana
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Precio desde:
48,80 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
domingos noche y lunes
Nota de cata PRECIO MEDIO:
79 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.9
Comida COMIDA
8.7
Precio medio entorno ENTORNO
8.8
RCP CALIDAD-PRECIO
8.8
La mejor croqueta del mundo 2017
Pincho de tortilla de patatas
Caviar de Ampuero
Pochas frescas "Virgenes" y guindillas
Chuletón de vaca vieja "selección" de 1,500 Kg a la brasa
Patatas fritas caseras
El restaurante
Vista desde nuestra mesa
Aperitivo : filipinos de foie
La mejor croqueta del mundo
Almejas finas de ria a la sartén
Caviar de Ampuero.
Ventresca Solana
Emulsion de aguacate, gazpacho de tomate verde,anchoa marinada
Bocadillo vegetal de codorniz
Bocarte en bosque marino
Buñuelo de bacalao
La mejor croqueta del mundo 2017
Crema caramelizada de foie con gel de avellana
El limonuco de novales
Pecho de vaca lacado
Salmonete de roca con meuniere de sus cabezas y gambas
Magano en texturas y crujiente de su tinta
Huevo a baja temperatura, crujiente con duxelle de setas y trufa de verano
Bonito del Cantábrico, gazpacho de tomate verde, jalapeños y encurtidos
Tiramisu en paisaje
Tostada de pan Brioche con helado de lima
Steak Tartare de solomillo añejo
Ensalada de queso burrata, tomate, albahaca fresca y anguila
Royal de foie
Tartar de salmón rojo de Alaska
Salpicón “de la huerta"
Vinos de postre: Sidra Neige e Inniskillin
Emulsión de guisante con vieira a la parrilla
Espárragos frescos de La Rioja al natural
Lomo de chicharro glaseado con guiso de guisantes y plancton de percebe
Pochas con almejas y cococha
Salpicón de la huerta
Lubina "a la sal" con holandesa, patata y berberecho
Setas de pradería confitadas con carabinero y huevo
Alcachofas frescas a la plancha
Chocolate, aceite, sal y tostadas de pan
Salmonete con salsa de sus propias espinas
Papada, cola de cigala y cama de alcachofa
Filete ventresca Atun Toro al aroma manzana
Cazuelita de pochas frescas
Carpaccio de venado foie y vinagreta de Oporto
Huevo frito de corral
Merluza al pil pil
Refresco de tomate con naranja en Coca Cola mini y croqueta de bacalao
Pochas
Lubina a la sal
Anchoa con helado pimiento piquillo
Ventresca de bonito
Ajo blanco con espárrago y cola de cigala.
Aperitivos
Cordero lechal asado y terminado frito en tempura
Presa iberica,vieira semidulce en doce horas y mini verduritas
Anchoa con helado de pimiento del piquillo
Tartar
Merluza
Buscando violetas
tartar atún
Croqueta y foie
Salmonete con jugo de sus espinas y pure de sus higados
Cocido montañés deconstruido
Opiniones de Solana
OPINIONES
77

En esta valoraciòn, por primera vez voy a omitir los platos degustados,
y dedicarme a comentar otras cosas importantes en dicho restaurante.
Primero, juzgo el entorno, por lo que la palabra significa, simplemente, divino.
Despues, paso a valorar, lo que para mi es la mejor cocina de Cantabria, Ignacio Solana, una persona humilde, pero con unas ideas innovadoras en la cocina. que por lo menos a mi me hacen disfrutar muchisimo, con esa explosion de sabores que consigue continuamente en ese laboratorio que tiene en lo que denominamos "cocina"
Siempre procurando mejorar y cambiar una materia prima, adaptandola a los mejores maridajes continuamente.
Despues, tiene un equipo de gente joven, pero aunque pueda parecer una incongluencia con experiencia y profesionalidad.
Envidio muchas veces, comentarios de otras regiones en esta pagina, pero considero, los que no hayan probado este restaurante, de la misma manera sentiran tambien envidia sana.
Solo decir que probe el Menu Degustacion, diferente a la anterior valoracion, pero con la misma calidad.
Vino Emeritus "repetimos" lo hay en pocos sitios 55€

Animado por las numerosas críticas positivas que se iban colgando de este restaurante, allí me fui a vivir en primera persona lo que todos contaban.
El restaurante se encuentra asentado junto al santuario de La Bien Aparecida. Al llegar, me percato que ya había estado allí hacía muchos años, pero en aquella ocasión tan sólo existía el “Bar Solana”, regentado por el padre del chef.
Merece la pena una vez te apeas del vehículo, pararse durante unos minutos a disfrutar de las espectaculares vistas que ofrece el lugar, montañas, prados y pueblos perdidos en la inmensidad del paisaje.
El restaurante gastronómico se encuentra ubicado en la parte trasera de lo que siempre ha sido el “Bar Solana”. Sorprende su entrada arqueada, flanqueada por un bonito y cuidado jardín, acorde a los nuevos tiempos. Contrasta con el resto del edificio, como queriendo diferenciar dos épocas; lo de siempre, de donde se nace…“el bar” y lo de ahora, lo que está por venir…“el restaurante gastronómico “.

Nos acomodan amablemente en una mesa enorme, situada junto a una ventana; tranquilamente habría cabida para 6 comensales. Mantel de tela blanca impoluto, buena cubertería, vajilla y copas.

Observamos que la ocupación está al 100%, buena señal. Nos traen la carta y según la ojeamos nos empieza a gustar mucho lo que vemos.

Comida para dos personas, todo para compartir excepto los postres. Nos decantamos por lo siguiente:

1-“Aperitivos de la casa (invitación)”:
*Croqueta de bacalao, crujiente, cremosa, deliciosa.
*Gamba marinada con falso membrillo de sandía y huevas, presentada en una cucharita de cerámica. Sabor a mar, mezcla de texturas en boca al explotar las huevas. Exquisito.
*Chupito de tomate con naranja. Fresquísimo, riquísimo. Me encantó.

Empiezo a pensar que esto promete.

2- “Caviar de Ampuero” (12 pimientos verdes fritos). Cuando los pedimos pensamos que eran de pequeño tamaño, estilo pimiento de “Gernika” o “Padrón” y resulta que cuando llega el plato a la mesa nos quedamos asustados del tamaño que tenían. Yo que no me amilano ante ningún plato y sin miedo me lanzo a por ellos. Tienen una gabardina muy gruesa que se retira con extremada facilidad ayudado por el cuchillo, y la carne que se descubre es lo que vale un tesoro. Suave, se deshace en la boca…auténtico caviar verde. Un festín cada bocado.
Tuvimos suerte porque son pimientos que sólo se dan en el mes de agosto en la zona y estaba a punto de terminar la temporada.

3-“Ajo blanco con espárrago, tartar de tomate y cola de cigala”: Preciosa presentación. Marmita de piedra rectangular, cubierto su lecho de ajoblanco con trocitos de espárrago, del que emerge el tartar de tomate y sobre este último, la cola de cigala. Explosión de colores y de sabores. Le miro a mi acompañante y comienzo a darme cuenta de que lo que aquí se cuece es serio…ella también está sorprendida.

4-“Tartar de salmón rojo de Alaska con aguacate y helado de hinojo-pepino”: Otra vez sorpresa… comienza la función. Nos colocan en el centro de la mesa otra marmita rectangular de piedra similar a la del ajo blanco, en cuyo interior hay una rejilla y sobre ésta, el tartar de salmón. Vierten sobre la rejilla un líquido a muy baja temperatura (creo que era sidra) y surge la magia, una niebla helada inunda la mesa como si estuviéramos en pleno invierno. Cuando se va disipando la neblina, atacamos al salmón y continúa la función…carnoso, sabroso, fresco, y en combinación con el helado espectacular. Con este plato ya me estoy quitando el sombrero, pero todavía quedaba más.

5-“Fideuá con maganos y aire de agua de mar”: Presentación rompedora…en una botella de cristal tumbada seccionada por la mitad, cual si ésta fuera el casco de un barco, se aposenta el fideuá de color negro teñido por la tinta de los maganos (pequeños calamares capturados en la zona) que lo acompañan. Pues bien, sin equivocarme el mejor fideuá que he comido en mi vida, y si a lo anterior le sumamos el hecho de que los maganos, al morderlos explotaban y liberaban la tinta que tenían en su interior, el sabor resultante era inigualable. Para mí un plato perfecto.

6-“Ventresca de bonito del cantábrico a la piedra de sal”: Mirad que venía de comer en El Campero y el listón estaba muy muy alto. Pues bien, la ventresca te la terminan de hacer en la propia mesa. Cuando probé el primer bocado ya no sabía si reir o llorar, sabor extremo, brutal, producto fresco a más no poder, las lascas se separaban solas…no puedo decir más.

Para terminar “Tostada de pan brioche con helado de lima”: Estupenda presentación, la tostada jugosa a más no poder, tostadita por fuera, caramelizada. Exquisita.

Y “Chocolate, naranja y cacahuete”: este postre lo pidió mi acompañante y no lo probé. Ya no podía más. Debía de estar muy bueno por lo que dijo y por lo que dejó.

Para beber una infusión y un café sólo muy rico.
Acompañaron a ambos lo que el restaurante denomina “Goljamería” (invitación de la casa): gominola de Gin Tonic, cucharada de piña colada y chupito de mango y naranja.
¡Vaya traca final!

Me gustó mucho la degustación de panes que acompañó la comida: de cebolla, artesano y torta de aceite en tamaño “mini”. El pan artesano de lo más delicioso que he probado en cuanto a pan y la mini-torta casi al mismo nivel.

En cuanto al vino decir que la carta es “virtual”, ya que es una Tablet. Puedes realizar la búsqueda por tres parámetros: por añada, por tipo de uva o por denominación de origen.
Asesorado amablemente por el personal, me decanté por un vino curioso, que no lo conocía: “Tuercebotas”, Rioja blanco 100% tempranillo. De sabor suave, nos gustó mucho.
Como tenía que conducir, al final de la comida quedaba media botella, y sin decir yo nada, me la prepararon para llevar en una bolsa portabotellas. Estupendo detalle.

Ya en tiempo de cafés, sale el maestro de ceremonias, Ignacio Solana, que va pasando mesa por mesa preguntando qué tal. Cuando llega a la nuestra le felicitamos por la experiencia que nos ha hecho vivir y estamos un rato hablando con él. Nos transmite humildad, respeto a sus orígenes y sobre todo ilusión por lo que hace, virtudes muy escasas en los tiempos que vivimos. Curiosamente, en este sentido me recuerda a Eneko Atxa.

Especial mención haré del equipo de sala. Atento, guardando protocolo, sin descuidar sus cometidos, manteniendo la armonía global de la sala que estaba completa.

Todo lo descrito ascendió a 120,50 €. Yo creo que nunca he disfrutado tanto por menos. Impresionante.

Abandonamos el local siendo los últimos. Todo el equipo está todavía ahí, al pie del cañón, y nos despiden amablemente. Sales al exterior, y te sientes reconfortado, satisfecho, afortunado de haber podido disfrutar como lo has hecho.

Desde esta maravillosa experiencia he intentado ir dos veces más pero como no he llamado con suficiente antelación estaban completos. Es lo que pasa cuando un restaurante hace las cosas realmente bien. Me alegro de corazón. Volveré, seguro que volveré.

Bueno, otra visita a este gran restaurante. Perdí una apuesta con un amigo por lo que me tocó pagar una comida, vamos como siempre.

Un viernes y lleno absoluto para comer, magnifico!!!!

No nos complicamos mucho la vida la verdad, comimos lo siguiente:

- Aperitivo en forma de melón, croqueta de jamón y cucharita de foie. Muy buen comienzo!

- Steak tartar.... esto ya se convierte en adicción. Pero que bueno esta!!

- Solomillo. Dos piezas de muy considerable tamaño, sabrosa, muy poco hecho, perfecto... acompañado de pure de patata. Hacia mucho tiempo que no comía yo un solomillo, no se deben perder las buenas costumbres!!1

Llegados a este punto, postres. La verdad es que acertamos de pleno en no pedir otro entrante, porque el steak tartar llena muchisimo.

- Tarta de queso azul. Muy diferente a lo acostumbrado, no es la tipica tarta. Son como bolas de helado, sabrosa y muy buena.

- Mi amigo pidió uno de chocolate, una fondie (como se escriba) que estaba realmente bueno.

Le deje escojer el vino, realmente no recuerdo el nombre. Era de 2005, estaba bueno y eso que yo el tinto si puedo lo evito a toda costa.

Cafes y hasta la siguiente ocasión!!!116€ por semejante festín!!

Tras terminar mi jornada de trabajo, decidi visitar este establecimiento, pues sabia no iba a fallar.
Los comentarios del mismo desde luego no dejaban lugar a error.
Ademas aproveche para disfrutar del bello paisaje,pues calculo en mas de 35 años que no aterrizaba por esos lares.
Ademas aproveche mas de ello pues no tuve que conducir jajajaja
Solicitamos menu degustacion, dejandolo a criterio de la cocina. Solo vetamos pates y foie "No me gusta"
Nos pusieron al lado de un enorme ventanal con unas vistas preciosas, cosa de agradecer.
Primero sacaron unos aperitivos de la casa riquisimos "invitacion"

Paso a comentar, lo que me parece no esta comentado del mismo
Anchoa con helado de pimiento del piquillo, una mezcla exquisita de sabores, servida de forma muy original en una imitacion a una lata.
Tambien disfrutamos de una riquisima lubina a la sal con una mahonesa muy suave, que no desvirtuaba para nada el sabor dela lubina "la mejor que he probado" jugosisima
Aunque ya esta comentado
Tambien muy original los maganos denominados con aire de mar y fideua, los sirven en una recipiente que es una botella tumbada y partida a la mitad, por eso te dicen viajando en botella
Los demas platos estan ya comentados perfectamente.
Para poder acabarlo tuve que dejar algo de algun plato.
el precio del menu degustacion es 58€
Vino Emeritus 2005 55€
Invitacion Golmajeria, , me resulto curiosa la palabra y busque su significado, sabiendolo facil, dulce, o sitio donde se venden en La Rioja.
Solo siento una cosa que no este en Santander, pero aun asi no creo tarde en volver.
Simplemente esta cocina sin palabras

  • Pochas

    Pochas

  • Lubina a la sal

    Lubina a la sal

  • Anchoa con helado pimiento piquillo

    Anchoa con helado pimiento piquillo

Como comienza a ser habitual, subimos a la Bien Aparecida, y concretamente a Solana durante nuestras vacaciones estivales, para probar nuevos platos del menú degustación de este 2013.

La cocina de Ignacio Solana se está afianzando, Nacho por una parte interpreta desde su visión de cántabro algunos platos clásicos, y por otro se hace proveer de productos de temporada y casi exclusivos para con tratamientos ligeros provocar que se desplieguen sabores naturales, delicados, elegantes.

Como aperitivos, se comienza con nuestra caña de cerveza, mosto y una ligera espuma de foie que no se detecta fácilmente. Continuamos con un carpaccio de gamba marinado, falso membrillo de sandía y huevas de pez volador buena conjunción, aporte crujiente de las huevas, podría ser un entrante. Se finaliza con un refresco de tomate y sandía, fresco, agradable, y sencillo.

Un cómplice gastronómico nos había comentado que no nos fuéramos sin probar los pimientos verdes fritos. Producto de corta temporada de la zona de Ampuero, verdura que tras quitarle la piel rezuma un sabor fino, suave, todavía parece que se puede saborear el sol en ellos. Les recordaremos en nuestra memoria hasta que les volvamos a probar.

Seguimos con un tomate “Calima de la huerta Dani García” reconstruyendo una ensalada Capresse en Cantabria. Composición visual, y estética que se paladea antes de comerla, una representación de la huerta, la ganadería y el mar. Combinación de ingredientes espléndida.

A continuación el tartar de salmón rojo con helado de pepino e hinojo. Plato que claramente ha evolucionado a mejor, consiguiendo un aroma a sidra en la espectacular presentación y sobre todo dándole más protagonismo al salmón desde el punto de vista de sabor. Lo consiguen simplemente modificando el corte, haciendo éste algo mayor. Análisis, y progresión.

Una verdadera delicia son los maganos, fidueua y sus tintas viajando en botella, una muestra de respeto al producto, de tratamiento directo y sin monsergas. El magano de guadañeta se pesca de forma manual con un artilugio parecido a una guadaña, son piezas pequeñas de unos 7 cm. Finura, suavidad, casi ternura, una gozada.

Se da un paso atrás con el pulpo glaseado. Correcto de punto, pero tanto el glaseado en naranja como una crema de guisantes no provocan resaltar los sabores del cefalópodo, ni tampoco son una combinación sápida que resalte, ó tenga contrastes.

Nos ponemos de nuevo a gran altura con las pochas, alubia fresca, pura temporalidad. Sedosas, mantecosas, con un ligero ligazón a través de unas verduras que aparecen en una textura agradable que dan más relevancia a las pochas. Un plato que refleja cierta parte de la filosofía de esta casa, la de dar un alto valor a ciertos productos (sobre todo de la huerta) para que sean disfrutados de una forma sencilla, manteniendo todo su sabor.

Abordamos el pescado, y en el Cantábrico si hay algo que está en su pleno apogeo es el bonito, en Solana se presenta como la tradición del Bonito desde mi punto de vista. Tronco generoso, perfecto de punto, probablemente realizado a baja temperatura, acompañado de cebolla cuasi caramelizada. Un clásico de las parrillas norteñas en verano, al cual Ignacio da una ligera vuelta de tuerca. Pescado que admite numerosas elaboraciones y reinterpretaciones. Seguimos en paralelo a la temporada.

Para finalizar la falda de vaca (pieza que mi madre utilizaba para dar sabor al caldo). Tratada a baja temperatura se presenta sabrosa, sacándole más rendimiento que hacía “su madre” pero personalmente demasiado contundente. Viene acompañada de una crema de apionabo que tampoco da ligereza al conjunto.

En la parte dulce, evolución de Buscando Violetas. Postre con mayor presencia del ingrediente principal, un helado de violetas que realmente destaca, sobre él una tierra de oreo, y se vierte una crema de yogur, chocolate blanco y pimienta de Seouchan. Buena conjunción y armonía de los componentes, mejor proporcionalidad, aunque creo que todavía puede alcanzar una mayor cota, reduciendo la proporción del chocolate y la crema.

Nos presentan un nuevo postre, sin nombre aún (….) pero con apariencia de huevo frito, otro dulce muy visual y estético que busca la complicidad con el comensal, que provoca la sonrisa, el juego. Se trata de una cáscara y crema de coco junto con una esterificación de mango y trozos de piña. Fresco, ácido, dulce. Podría situarse perfectamente como prepostre, resulta ligero y a la vez adictivo.

En el apartado dulce claramente Nacho se encuentra cómodo, gustándole experimentar, jugar, ser algo travieso.

Menú asociado a la temporada que combina el respeto hacia el producto y sus atributos (pochas, maganos, bonito, pimientos) con conjuntos donde Nacho quiere mostrar su evolución (ensalada caprese, buscando violetas,”…”.). Tendencia de mayor estética en las composiciones con mejoras notables en la vajilla. Por otra parte, algunos de los nuevos platos necesitan ser replanteados.

La mayor característica de la cocina de Nacho Solana es su adhesión innegociable a que los platos sean sabrosos, e identificables, con apego a la región, y haciendo una cocina que sin dejar de evolucionar resulte atractiva para todo tipo de comensales.

Restaurante Solana : En lo alto de Cantabria.

http://www.complicidadgastronomica.es/2013/08/restaurante-solana-en-lo-alto-de-cantabria/

Bueno, anoche por mi reciente subida en años decidí que invitaría a mis padres a comer en La Solana pues llevaban años sin pisar y yo quieras o no voy unas dos o tres veces al año (en septiembre vuelvo).

Como siempre, trato perfecto en la recepción aunque no nos preguntaron si queríamos tomar algo de bienvenida mientras decidíamos que comer y beber. A otra mesa si se lo indicaron, por eso lo comento. La ocupación del lugar estaría en torno al 60%, que siendo un martes y la época que vivimos me parece excelente.

Sabia de antemano que el menú lo debía dejar para septiembre, así que nos decantamos a carta. Tres personas pero la verdad, el que ceno como un jabalí fui yo (dos entrantes y segundo), mi madre decidió que iba a comer un plato, picar de lo demás y comer postre; por parte de mi padre un entrante, picar algo de lo mio y un segundo.

De apertivos, los mismos que ha indicado Gastiola en el anterior comentario. Todos de muy. muy alta calidad.

Por lo tanto, lo seleccionado fue....

- Steak Tartar para dos personas. Hay que decir que te lo preparan insitu, como te parezca, pruebas, disfrutas y tal es la cantidad que yo deboré dos raciones, mi padre tres y mi madre pudo probarlo sin problemas. Excelente, no tiene otro nombre.

- Carpaccio con foie. Este plato le pedí en sustitución a la difunta vieira (recen un padre nuestro en su honor) que era mi plato fetiche en este restaurante. No me quejo del carpaccio, estaba simple y llanamente espectacular.

- Ajo blanco con cigala y tomate; esto lo pidió mi madre, según ella un plato excelente y contundente.

De segundos nos decantamos por:

- Lomos de bonito encebollado. Había comido bonito al medidodia en casa pero coño, que estamos en temporada. Ración generosa, sabrosa, perfectamente cocinada, la cebolla espectacular... Digno del mejor restaurante de Cantabria ( a mi modo de ver las cosas).

- Huevos fritos con jamón, pimientos de Liendo y patatas fritas. Unos huevos de casa, con unos pimientos naturales, con unas patatas perfectamente fritas y un jamón de pinta excelente. Según mi padre merecidos los 18€.

Para postres solo pedimos mi madre y yo:

- Buscando Violetas. Este le pedí yo; helado de violeta en el fondo de una montaña de oreo y todo ello regado con chocolate blanco licuado... perfecto en todos los sentidos.

- Tostada; antes solía pedirlo pero se adelanto mi madre. Espectacular a la vista, al sabor no te digo nada...

Para beber, reconozco que falle en la elección. Te sacan una tablet con todos los vinos que tienen, fui derecho a los blancos internacionales de Riesling y no encontré mí querido Donhöff. Pregunte a mis padres y mi madre pidió un Somontano. Pirineos a 18€ la botella, al principio agradable pero a medida que evoluciono la cena yo opino que se fue apagando. Seco. no se si aquí tienen sumellier, pero debería haber una persona que te explicase aun entendiendo, no es mi caso, lo que estas pidiendo o preferencias y tal. Ojo, no me quejo del servicio del vino, en todo momento correcto tanto en apertura como en atención a que la copa jamás estuviese vacía.

El detalle de la tablet ya lo vi en Monvinic, pero es que aquello era la sagrada biblia del vino porque todos y cada uno estaban explicados en la tablet, aparte de que te los explicaba después el sumellier.

Para terminar la noche, 2 cafés solos y una infusion de verdad.

Duración de 21:45 a 24:00. ¿Que si volveré? Por favor, eso no se pregunta, pague anoche 134€.

Este no es un restaurante al que me plantee ir o no, simplemente me planteo que día ir. Como estamos de vacaciones pues uno no sabe muy bien si es lunes o domingo así que he llamada para reservar por si las moscas y resulta que hemos tenido la suerte de que quedaba una mesa, nada más. Buena señal.
Conocemos ya el restaurante y su cocina y su menú degustación es contundente, demasiado para una cena y aunque sea lo que a uno le apetece, pues hay que cortarse un poco.
Así que a vueltas con la carta y ayudados por un servicio que realmente es tremendamente atento y agradable, hemos elegido unos cuantos platos que después, desde cocina han ido adaptando un tanto a lo que consideraban más apetecible, eso sí, siempre preguntado si nos parecía bien. A un cocinero de esta talla le voy a decir yo que me parece mal?
Tres estupendos panes a cada cual más rico nos ponen en la antesala de lo que va a ser esta noche.
Tenía yo un recuerdo de un cava que tomamos aquí que me encantó así que pedimos una de Gramona Imperial Gran Reserva me ha parecido simple y llanamente una maravilla, rico a más no poder. Esto marida con todo. Me alegro infinito de la elección.
Comenzamos con los aperitivos que consisten en:
Croqueta de bakalao textura, sabor, cubierta... perfecta, no hay más palabras.
Gamba marinada con falso membrillo de sandía presentado en una cuchara otro bocado de impresión, puro sabor y con esas mini bolitas que te encuentras y que tan difícil resulta explotar pero que cuando lo consigues te sorprende con un intenso sabor.
Refresco de tomate y naranja presentado en un pequeño vaso, un trago fresco, con muchísimos sabor tanto la naranja como el tomate. Zumos de tomate así ya me tomaba yo para desayunar a diario.
Pasamos a los entrantes:
Tartar de salmón rojo de Alaska con aguacate y helado de hinojo-pepino la presentación es impresionante, en una especie de parrilla encajada en una piedra, mucho colorido y además le echan un líquido que consigue un efecto precioso de una niebla helada que te hace vivir el momento como si realmente en Alaska estuvieras. Producto de quitar el gorro, sabor por doquier, el punto más que exacto, ideal y la conjunción de los sabores es, desde mi punto de vista, inmejorable.
Ajo-espárrago con tartar de tomate y cola de cigala a la plancha presentado en otra piedra con la base de la salsa de ajo y espárrago, el tartar y la cola de cigala como "guinda" del plato. De nuevo sabor, muchísimo, pero sabor a lo que tiene que tenerlo, sin matarse unas cosas con otras. Fresquísimo plato, no puedo decir de lo mejor porque nada ha sido lo mejor, simplemente todo lo ha sido.
Fideuá de manganos y aire de mar me ha sorprendido pues el sabor de la fideuá seguramente será el más intenso que yo recuerde, lo del txipironcito ya ni contarlo, en esta ocasión sí que he masticado yo unas cuantas veces pero no precisamente porque lo necesitase su textura, no, simplemente porque estaba tan rico que me daba pena terminarlo.
Pasamos a los pescados y en estos hemos coincidido en mesa y en cocina, estamos en su temporada y a ello vamos:
Ventresca de bonito del Cantábrico a la piedra de sal "in situ" el producto de diez, la presentación de 10, el saborrrrrrrrrr.... no podemos ponerle el 11 pero se lo merecía. El toque de sal que para mi gusto ha sido milimetrado, exacto. Plato tremendo. Co-jonudo.
Lomos de bonito del Cantábrico encebollados "a mi manera" evidentemente encebollados a "su manera", asi me gusta a mi el punto del pescado, nada más abrirlo se ve perfectamente esa diferencia entre la capa superior y el interior, ese color "carnoso", producto de nuevo de primera, punto increíble, volvemos a insistir en el sabor, sabe a ello. La cebolla pochada está que se deshace en boca y acompaña de maravilla al bonito.
Como plato carnívoro nos han sacado unas Carrilleras de ternera lechal estofada al vino tinto y crujiente de yuca aquí le he dicho a mi chica que por favor mastique muchas veces. He comprobado que por mucho que lo hicieses, el sabor se mantenía en boca. mantequilla pura la carne. Ya no tengo casi ni palabras pues tengo que repetirme aunque no lo pretenda. Impresionante todo.
Aunque no tenemos hambre precisamente, un postre hay que comer.
El huevo frito a la vista eso mismo es, un huevo frito. Eso sí este lo que está es hecho en frío, con nitrógeno líquido. Base que parece la cáscara con sabor a coco, la crema que representa a la clara rica y la yema, que además es gracioso que al cogerla es como si lo fuera, con sabor a mango. Muy suave, sin sabores que matan, fresco, nada pesado. Otro logro más.
Un cortao preparado de manera sublime, con la media perfecta de café y leche, es decir, un toque de leche, muy, pero que muy rico.
Sorpresa final con un re-postre con la presentación similar a los aperitivos, en forma de gominola de GT, cucharilla de duce con piña o algo asi y un txupito de naranja. Con esto he tenido un "problema" pues al pedir un vino dulce me han sugerido que pruebe el Inniskillin vino de hielo de Canadá. No pienso decir nada de sabores ni no sabores, ni aromas ni demás. Esto es para meterlo en boca y no tragarlo, darle vueltas y más vueltas. La sensación es increíble. Esto no se puede definir con la palabra rico, creo que habrá que inventar otra.
Pues hoy ha sido una de esas noches donde uno sale como un campeón, donde uno piensa que esto es lo mejor que le puede pasar. Donde cuando te dan las gracias por haber ido, no te queda otra que decirles gracias a vosotros por hacernos sentir así.
Creo que este restaurante está muy arriba pero si las justicia existe (cosa que dudo cada día más), llegará más alto aún,
Charla con Ignacio mientras me fumo un par de cigarrillos.
Pues lo dicho, lo que habéis estado me entendéis y lo que paséis por Cantabria ni se os ocurra perdéroslo, os arrepentiréis toda la vida.
Gracias de todo corazón por un experiencia innolvidable.

  • Ventresca de bonito

    Ventresca de bonito

  • Ajo blanco con espárrago y cola de cigala.

    Ajo blanco con espárrago y cola de cigala.

  • Aperitivos

    Aperitivos

Gracias a Ignacio Solana, hace unas semanas pude disfrutar de la “Fusión de las Verduras y el Vino”; cena organizada por la Asociación Umami de Laredo y con la colaboración de Bodegas Fariña; en la que la verdura era la gran protagonista.

Ignacio tiene una buena relación con ella, ya que en parte se formó como cocinero en Navarra, tanto en el Túbal de Tafalla como en el Europa de Pamplona; y eso se nota en el punto que le da a los vegetales. Además, visita la comunidad foral todas las semanas, por lo que se abastece de sus mercados y proveedores.

Cabe destacar que el comedor estaba totalmente lleno, y el menú fue largo; por lo que aumenta la complejidad del servicio al tener que realizar más de cuatrocientos emplatados. Esta situación se resolvió con soltura gracias al esfuerzo y al empeño de todo el equipo de Solana.

Comenzamos con la tempura de verduras con chipirón. Buena combinación de sabores, la incorporación del cefálopodo le da al conjunto un aporte muy interesante y sabroso. El rebozado mejorable, algo sobrante de aceite. Desde mi punto de vista, este es uno de los platos que resulta complicado servir a cincuentas personas al mismo tiempo; y eso se puede notar.

Seguimos con unas alcachofas vírgenes a la plancha; sin duda uno de los platos de la cena. Cortadas en flor, tremendamente finas, lo cual mejora la textura habitual de las alcachofas que tenemos en nuestro recuerdo; con el toque de plancha justo. Pureza, sencillez, producto y sabor.

A continuación un envite riesgoso de Ignacio con un ajoespárrago con tartar de tomate y cola de cigala. La presencia del espárrago suaviza el ajoblanco; pero sigue siendo el ajoespárrago la combinación que predomina en el conjunto; y ese sabor a ajo está por encima del crustáceo y el tomate. Habrá que intentarlo con tomates de temporada.

Uno de los platos míticos del Túbal es la crepe de borraja con salsa de almejas que se recrea para esta fusión de las verduras. Plato que refleja que el mar y la tierra pueden ensamblarse y encajar. Combinación liviana, suave, donde los dos ingredientes juegan en un equilibrio sutil. Plato histórico de Tafalla recreado en Ampuero.

No una sino dos versiones de probablemente el rey de las verduras, y uno de los productos navarros por excelencia, el espárrago fresco. En la primera interpretación, simplemente cocido en casa con espuma de mayonesa. Resalta su textura, aldente, como debe ser, y la frescura del producto. En la segunda se presenta asado al horno con perrechicos, en la cual me faltó cierta integración entre los ingredientes, se echaba de menos otro componente que pudiese actuar como hilo conductor.

En esta jornada, no podía faltar la interpretación de la menestra de verduras de temporada. Judía, borraja, cardo, guisantes,…. y un toque de proteína animal con una pizca de jamón. Producto de temporada que verdaderamente resalta en el plato, también me llamó la atención positivamente que las verduras estaban ligadas entre sí con su propio caldo, lo cual aporta bastante armonía.

Para finalizar la parta salada, y dejar un poco las verduras de lado, nos enfrentamos a una versión moderna de un huevo con jamón, patatas y pimientos. Los tres primeros ingredientes forman un todo dentro de una “bomba” en la que la patata hace de coraza, para el resto. Precisión en la temperatura para darle al huevo, especialmente a la clara, una textura especial. A destacar el punto crujiente de la patata, y su sabor. Mejorable la temperatura de los pimientos. Trabajo, y dedicación para integrar en un menú degustación para tal volumen de personas estas piezas manuales de tres componentes que han estado presentes en muchas cenas de hogares españoles. Honestidad.

Y como broche final semidulce, un tocinillo de zanahoria con helado de jengibre y crujiente de remolacha; una huerta dulce. De fácil ingestión, por su ligereza, puso un buen final a un menú que como siempre en esta casa por ser largo no deja de ser ancho.

En el aspecto culinario destacaríamos las alcachofas vírgenes, la crepe de borraja en salsa de almejas, la menestra de verduras y la versión moderna de las patatas con huevo, pimientos y jamón. Teniendo en cuenta que el servicio fue complicado al tener que servir al unísono a todos los comensales; seguro que alguno de los platos ganan en matices y temperatura, degustándoles un día con mayor tranquilidad en Solana.

Lo innegable, es que Ignacio Solana tuvo un pasado pleno con las verduras, tiene un presente y tendrá un futuro. Y ellas seguirán estando en sus elaboraciones. Platos como las alcachofas, la menestra, los pimientos rojos se pueden degustar en la carta actual.

Ignacio Solana y las verduras: la relación va viento en popa…

Para ver las fotos y el post completo...

http://www.complicidadgastronomica.es/2013/06/ignacio-solana-y-las-verduras-la-relacion-va-viento-en-popa/

Uno a veces tiende a vivir la comida como un placer, pero lo que realmente aporta más placer es la compañia, en este caso fue de 10 sobre 10.

Poco nos hace falta para liarnos y juntarnos la troupe Vasco-Cantabra en lo alto de la colina, al lado de la Patrona para ponernos en manos de Ignacio Solana.

Charla y mas charla hasta que empiezan a salir los platos, destacando desde mi punto de vista unos entrantes geniales, con un foie ultra cremoso con el contrapunto del tgel de avellana. Poco que decir de la anchoa (Don Bocarte esta vez) perfectamente sobada y con un helado del piquillo de antología.

De los principales:

* Muy buena la viera semidulce con verduritas, quedando algo tapada la papada en carpaccio.

* Vistoso conjunto de salmon con un fino helado de hinojo que formaba un bocado fresco y nada graso.

* Memorables pescados, con una fina merluza con pilpil de su espina y un mero robusto con un fondo sabrosisimo.

* Steak tartar al momento, por capricho de la ultima vez, muy bien preparado con una buena materia prima. Imprescindible.

* Fondant de turron, con el punto justo de dulce, cremoso y con un perfecto acompañamiento en forma de sorbete de moscatel (escaso para lo que se pretende ;) ) Muy buen final.

Todo ello con varios vinos, siendo el Raventós uno de los que más gustó. GTs y cafes alargaron la velada.

Pero a fin de cuentas esto no ha sido más que una excusa para volver a vernos, reirnos y compartir buenos momentos, gente que vale la pena.

De verdad espero poder organizar otra pronto.

No me voy a enrollar mucho, ya que está todo perfectamente descrito en los comentarios de los amigos Gastiola e Isaac.
Decir que tuvimos la suerte de encontrarnos un día despejado y soleado, para poder disfrutar al máximo de las vistas que se adivinan desde los grandes ventanales del salón.
Decir también que tras las presentaciones de rigor (aunque parece que todos nos conociéramos de toda la vida)estuvimos tomando una cañas y unos blancos de solera tan típicos de la región (gustando sobremanera al amigo Gastiola) en el bar adjunto al restaurante.
Los platos rozaron todos un nivel excelente, donde por sabor sobresalieron el flan de foie, los pescados y el postre y por presentación los dos tartares, tanto el de salmón como el de solomillo, este último, preparado "in situ" delante de los comensales y que es espectáculo digno de admirar.
En el apartado de vinos es donde podemos apreciar un importante margen de mejora, si bien la carta es bastante amplia, está muy centrada en vinos tintos nacionales y todos sabemos que a este tipo de cocina le va de perlas los blancos y sobretodo los espumosos, aún así, creo que conseguimos escoger una buena selección para acompañar todos los platos.
En cuanto a su servicio, fue perfecto, correcta tª, calidad de las copas (Schott) y rellenado y cambio de las mismas.
El servicio de sala decir que también rozó un gran nivel, con un buen ritmo tanto en el cambio de los platos, como en el servicio de los mismos.
Larga sobremesa la que tuvimos, acompañada de cafés, vinos dulces, GTs y algún que otro cubata, de hecho se nos hizo de noche.
La presencia de Ignacio Solana fue la guinda del pastel, con el pudimos conversar largo y tendido y el cual me ha parecido una persona con los pies en el suelo y con las ideas muy claras.
Terminamos en el aparcamiento con el ya típico intercambio de productos típicos, vinos, quesos, etc...
Esperemos que este grupo se consolide y podamos disfrutar de mas grandes momentos como este.
Un abrazo a todos.

  • Cordero lechal asado y terminado frito en tempura

    Cordero lechal asado y terminado frito en tempura

  • Presa iberica,vieira semidulce en doce horas y mini verduritas

    Presa iberica,vieira semidulce en doce horas y mini verduritas

  • Anchoa con helado de pimiento del piquillo

    Anchoa con helado de pimiento del piquillo

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