Restaurante La Terraza del Casino en Madrid
Restaurante La Terraza del Casino
País:
España
Provincia:
Localidad:
Zona:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
90,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Sábados al mediodía y domingos.
Nota de cata PRECIO MEDIO:
154 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.7
Comida COMIDA
7.8
Precio medio entorno ENTORNO
9.2
RCP CALIDAD-PRECIO
6.8
La terraza 2
Sorbete de tomillo y limón
Snacks Tostada con mantequilla de aceite de oliva
Los snacks croqueta liquida de jamón ibérico
Los Postres Leche, cacao, avellanas y azúcar
Las Tapas Cáscara gorgonzola con manzana apio y praline salado con nuez
Las locuras del casino
Los snacks Frambuesa caramelizada con wasabi y vinagre de frambuesa
Los snacks Hoja de pasión, Merengue de zanahoria
La terraza
Opiniones de La Terraza del Casino
OPINIONES
25

De nuevo evento de gran grupo en los salones del primer piso (¡qué maravilla!) con cena de clausura y menú cerrado y pactado con el diseño de Paco Roncero.

Sin cambios en la estructura del local, servicio de primer nivel, buen ritmo de platos, buen servicio de vinos, con cubertería, vajilla y copas acorde con el lugar. Tomamos Viñas del Vero chardonnay 2021 y Viña Real 2018 crianza con un Moscatel Emergente 2020 en los postres destacado, más las consabidas cervezas, aguas, etc..

Para cenar:

. un buen aperitivo a la entrada con variedad de canapés: todos de calidad y cierta elaboración.

. ajoblanco con viera, manzana y praliné de avellanas: muy bueno y muy sencillo.

. merluza en salsa bullabesa: perfectamente elaborada con buen producto.

. sabores de Madrid: una especie de milhojas con helado y azúcar glass. Tan difícil de servir como de comer pero estaba bueno.

. teja de caramelo y cacao y mignardises: con la compañía de buen café de Colombia.

Se incluyó una primera copa, en mi caso GT de marcas premium que fueron preludio para luego pasar a la discoteca del sótano y alargar la noche.

De nuevo evento multitudinario (más de 500) en los salones del primer piso ya descritos hace un año y que son una gozada de disfrutar.
Servicio al nivel de exigencia de los mejores locales en cantidad y calidad, siempre pendientes de servir vino, retirar platos, solventar necesidades...
Dirección a cargo de Paco Roncero con la colaboración en los postres de Paco Torreblanca, allí presente. Magnífico el reportaje que le vimos hacer.

Para empezar:
un primer acto con servicio en la entrada con bebidas varias de coctel a la entrada, de pie y para comer:
. crujiente de queso de cabra con mermelada de tomate
. brocheta de langostino con pan de ajo y peregil
. brocheta de pollo con salsa korna

finalizando el primer acto en la mesa:
. parmentier con huevas de trucha
. tosta de foie con higos
. pan crujiente con viera, papada y espinaca
. anguila, guacamole y wasabi
. brocheta de mató y cherry con semillas de amapolas

De todas ellas nada destacable quizás sobresale la viera dentro de un nivel más bajo del esperado para el local.

Segundo acto:
. rissotto de trigo al parmesano con langostinos y espárragos: magnífico en todo, punto de arroz, sabor de queso sin perder la presencia de arroz; buena presencia de langostinos y espárragos, cada uno con su textura adecuada.
. bacalao romescu con puerro y ajos confitados: buen punto del bacalao aunque un poco más de sal le vendría bien; el resto del plato acompaña bien.
. espuma de yogurt, mango y cardamomo: servido en copa, bien elaborado. Algo intenso de dulce.
. postre de láminas de crema tostada, nata y capas de chocolates con diferentes intensidades de cacao con helado almendras. De nuevo intensidad de dulce, bien elaborado y sabroso.

Para terminar:
. café Colombia
. tejas de caramelo y cacao, mignardises (petits fours)

Para beber:
(aparte de cervezas, zumos, agua, cava ¿? y vinos de la entrada)
. Viñas del Vero en blanco: un buen chardonnay
. Viña Real crianza 2012: cumple más que bien.

Una buena velada a pesar del encuentro multitudinario. La compañía yambién cuenta.

Después de serias dudas de ubicación y tras leer los muchos comentarios anteriores de los que deduzco que algunos se refieren a los salones del casino y no a la terraza, me decido a ubicarlo aquí, aunque dejando constancia clara en el titular. No obstante, la dirección y diseño también coresponde a Paco Roncero.

El salon principal es un auténtico salon palaciego donde la gente hace fotos a las paredes, a las lámparas y hasta las mesas, donde hasta da pena que las pinturas que cubren las paredes puedan padecer por los calores (humanos y gastronómicos), pero crea un conjunto de gran elegancia a lo que contribuyen las grandes mesas redondas, vestidas de forma impecable con buena cubertería, cristalería y servicio de primer nivel para dar de cenar a casi 200 personas de forma rápida y eficiente.

El menú cerrado de evento consistió siempre en servicio individual, en una entrada de ensalada de frutos y frutas de temporada con vinagreta de frambuesa.
De principal solomillo de ibérico en salmorejo ligero, muy destacable conseguir un punto muy correcto, mantenerlo caliente para todos y no perder jugosidad.
De postre pastel de chocolate crujiente, que no me gustó pese a que el título apuntaba muy bien.

Para beber agua de Aquabona y tinto de Viña Real Crianza 2010 cumplidor.

Unos buenos cafés y petit fours muy interesantes: tejas de caramelo, cacao y mignardises, muy buenas todas.

Un local muy señorial, gran servicio (no puede ser menos con su estrella Michelin) y menú pactado.

Al entrar un portero, primer cortafuegos, luego secretaria, me colocan en un ascensor del siglo IV, por lo menos. Madera noble, subo lenta , pero segura. Me reciben con honores, el segundo maitre FR. Blancura nuclear, la gente sube sin problema de dinero para comer, mesas grandes, padre con hijas adolescentes.
Me tomo la bota 22 de aperitivo. Menu consistente en uno ejecutivo, pero que ya va bien pardiez!
Mantequilla de aceite, pistacho con queso, bizcocho de avellana y cacao amargo, merengue de guisantes y jamon, caramelo de pipas de girasol: Todos mas o menos bien.
Risotto de yogur templado con toques de citricos es espectacular.
Cabracho de salmorejo con pure de patata al aceite suvisimo.
Para mi el mejor la declinacion de la liebre: burger, civet y caldo, y no explico mas porque fue sublime.
El postre es el mejor que he probado este año y en otro puede: Madrid=violeta, fresa, anis y madroño, acompañado de tokaji Oremus 3 putt 2002, de honor.
Cafe y petit four variados.
El segundo maitre me enseño la terraza, es una vista generosa y con capacidad para 400 aprox.
El trato y el hablar amenizaron la comida, la someliere perfecta y con garbo.
Bien por conocer a Paco Roncero y de lejos al Bulli.

A pesar de que el lugar me trae recuerdos imborrables (nuestra boda) intentaré ser ecuánime y que en este comentario me lleve más la razón que el corazón.

La Celebración de Aniversario lo merecía y mi mujer y yo nos decidimos de nuevo por este escenario que sigue siendo, además de impresionante, acogedor, y el personal, tanto del propio Casino como de La Terraza, te hace sentir como en casa desde el primer momento.

En fin, vamos a lo fundamental...

Copa de cava y vermú para abrir boca en el bar de abajo.
Comida para dos en el salón interior, que no conocíamos. Elegante decoración con algunos detalles más contemporáneos que el resto del edificio. Mesas bien vestidas, bonita vajilla y cubertería. Copas apropiadas para todas las bebidas.

Elegimos menú largo, abierto con un Cosmopolitan Martini.

SNACKS
- Mantequilla de aceite. Original y delicada, en tubo de "pasta dentífrica"
- Galleta de parmesano y lima. Bien marcado el gusto italiano.
- Polvorón de pipas. Curioso.
- Profiterol de zanahoria y estragón. Aire con forma de zanahoria en su propio "huerto".
- Caramelo de sésamo. Bien.
- Pistacho nitro. Lo más flojo.
- Frambuesa fondant con wasabi y vinagre de frambuesa. Lo que son las papilas... se toma frambuesa - vinagre - frambuesa y parecen dos frutos distintos.
- Kokotxa de bacalao en tempura de aceituna negra. Delicado sabor de mar.

TAPIPLATOS
- Brioche Shangai. Segun mi partenaire, excelente. Por mi alergia (contenía buey de mar), lo cambian por sandía con perlas de wasabi, plato veraniego que mantienen por los calores actuales. Muy rico.
- Ventresca de atún confitada en aceite de atún. Bien.
- Tendón de ternera al estragón. Rico, y eso que las "ternillas" no son mi pasión...
- Judiones con alcachofa, almeja y salsa verde. Impresionante textura.
- Salteado de cucurbitáceos con frutos del mar. Mini sepia bien acompañada.
- Soba "in situ". Excelente caldo al estilo japonés que uno mismo remata con la pasta contenida en jeringa.
- Bacalao al pil-pil con verduritas. Bien.
- Rabo de toro con puré de boletus y col china. Con un fondo jerezano evocador.

POSTRES
- Violeta, madroño, fresa y anís. Los sabores del Madrid de siempre.
- Ravioli de yuzu y polvo helado de té matcha. Sin sabor marcado.

PEQUEÑAS LOCURAS
- Tableta de chocolate negro y salvia. Fragante.
- Moneda de chocolate blanco y caramelo. Rica.
- Bizcocho de yogur y mermelada de amaretto. Bien de textura pero falto de sabor.

En cuanto a bodega, dimos mano a Maria José que eligió de Raventós i Blanc un L'Hereu Brut 2008, dos copas de Cvne 2006 para los principales y un elegante Laudate Dominum que acompañó muy bien los dulces.

Para rematar las cuatro horas de disfrute, un reconfortante Oban 14. Lo siento, aún no sigo la corriente GT, pero estoy en ello...

Con aguas y cafés, total de 367,50 €.

No todo estuvo perfecto. Había avisado de mi alergia y se me sirvió buey de mar...
Y en cuanto a los vinos, habríamos agradecido más originalidad, aunque es cierto que no solicitamos nada concreto.
Los postres quedan, en mi opinión, un escalón más abajo.

En todo caso mantienen un nivel muy alto y sigue siendo una elección certera.

Soy nuevo (de hoy mismo) en Verema. Disfruto igual de estos restaurantes que de otros más humildes, así que nos veremos entre otros manteles.

Podemos decir que podemos estar ante el mejor entorno de Madrid de cara a la celebración, no simplemente de ir a cenar, sino para celebrar lo que cada uno quiera alrededor de la cena. Me sorprendió el alto % de no nacionales; entiendo que es lo que tiene ser un estrellado y estar en una gran ciudad.

La recepción es perfecta, y la subida en el ascensor hasta la 3ª planta ya denota algo especial. Las vistas son increíbles, y también el silencio que se respira, al haber sido cortado el tráfico hacia SOL.

COcktail : GIN- Fizz (con nitrógeno liquido, y muy suave). Buen comienzo.

Snacks: Mantequilla de aceite, bizcocho de almendra, polvorón de palomita, patata lila crujiente; madeja de parmesano, crocant de aceituna negra, dentelle de trufa de verano y croqueta liquida.
A destacar el dentelle, la croqueta liquida, la aceituna y la madeja; lo mas flojo sería el bizcocho de alendra y la patata lila, originalidad en el polvorón de palomita y en la mantequilla de aceite, a esta ultima puede que la falte un poco mas de contundencia.

Tapiplatos:

Sandia Sashimi: Rectangulo de sandia con perlas de wasabi, fresco, pero no nos pareció muy especial. Mantiene el sabor de la sandía, sorpresa a medias.
Risotto de yogurt con toques citricos: presentación en base de yogurt, puede que los citricos fueran mas que un toque, personalmente me supo mucho a citricos.
NAvaja con limon, coco y jengibre:Uno de los platos de la noche..suavidad, diferentes sabores, orden a la hora de comer, mezclando con las salsas.
Col roja con perlas de jamón: Tecnicas de esferificación en las perlas, verdura en su punto, buena conjunción, originalidad
Judiones de alcachofa, almeja y salva verde: Nos encantó, fabes con almejas sin fabes. EXquisito.
GAzpacho de bogavante al perfume de albahaca: generosidad en los trozos de bogavante, perfeccion en el sabor del gazpacho. Otro de los platos de la noche.
Mero con ortiguillas y salsa de lima: creo que estaba cocinado a la plancha, en su punto. Ultimamente los pescados cocinados a baja temperatura en vacio, me han parecido mas sabrosos en su sabor, pero buena ejecución.
Tian de cordero: Acompañado de tomate, lechuga en juliana, cordero en trozos muy pequeños, y marcados ligeramente; trozo del cordero muy poco graso, y que los vegetales aportaban mucha frescura. NAda contundente, aunque el nombre lo pueda parecer.
Remolocha, yogurt y estragón: Prepostre, aunque forme parte de los tapiplatos.

Postres:
Deshielos de primavera.
Coulant de nitro de chocolate con tierra de avellana. Ejecución delante del cliente, con nitrogeno liquido y helado de chocolate. Gran postre.

Lo acompañamos con una botella pequeña de champagne 1 copa por persona para los snacks, y una botella de El regajal 2009 para el resto de la cena. Buen servicio de vino, temperatura adecuada, aunque al final de la cena el vino había cogido un poco de temperatura.

Servicio a la altura de precio y restaurante, impresionante entorno. Creo que ante la multitud de snacks y tapiplatos, y que muchos de ellos no son fijos puede haber algun altibajo, ó que no todos los platos que pruebas te parezcan magistrales.

Desde un punto de vista más personal, estoy más cercano a una cocina que tenga algo más de contundencia en los sabores. De algunos platos que destacan, echas en falta que fuera plato en lugar de tapiplato.

Lo primero decir que el entorno y el servicio indudablemente tienen un precio. La creatividad también. Pero todo en su justa medida.
Como no disponíamos de mucho tiempo optamos por comer a la carta lo que incluye unos snacks previos al primer plato (11.-eur) que fueron los siguientes (según recuerdo con descripción aprox.)

-Aperitivo de vodka y naranja nitro (parece un sorbete y sorprende la elaboración más que el sabor).
-Bizcocho de sésamo y mantequilla de cacao (donde esta última parece un cacahuete).
-Aceituna esférica (una gelatina que parece una aceituna que se deshace en la boca al masticar).
-Pequeño bizcocho fresa con una salsa de yogur o agridulce (no me dijo gran cosa).
-Mantequilla de aceite (en un tubo sirven aceite en crema para aplicar sobre pan crujiente).
-(Algo parecido a) brulé de aceite con aceite añadido (sabor a puro aceite virgen).

Los snacks tienen sabores familiares con una presentación que engaña a la vista; son pequeñas filigranas de técnica.

Pasamos a los primeros que son, según dice la carta, tapas. La ejecución está muy lograda y en mi caso tomé ventresca de salmón. Dos trozos de tamaño medio bien cocinados, “gratinados” por fuera y jugosos por dentro pero ¡¡22.-euros una tapa!!
De segundo Wagyu confitado también excelente con una guarnición de apio (o eso creo) que daba un contrapunto exquisito pero a ¡¡43.-euros la ración!!
Por último y donde quizás sentí algo de decepción fue en el postre de chocolate, naranja y avellana donde está última pasaba desapercibida frente al chocolate y la naranja.
En cuanto al servicio de vino se dispone de una muy amplia carta a precios subidos (aunque para mi gusto no tanto como la comida). Optamos por un Arzuaga Reserva 2005. El fallo es que el vino estaba muy caliente pero el servicio es bueno, siempre muy atentos a rellenar las copas.
Terminamos con cafés y mignardies. No hubo tiempo para licores.
Lógicamente, manteles, cristalería y menaje a la altura de lo esperado pero aunque la comida, el entorno y el servicio son exquisitos creo que a estos precios hay mejores opciones en Madrid.

Local espectacular, incrustado en un marco inmejorable, donde el servicio dice mucho de sí, en cuanto al restaurante se refiere. Optamos por el Menú degustación:

COKTAIL:

- Gin-Fizz. (Un buen comienzo).

SNACKS:

- Mantequilla de aceite. (Original).
- Bizcocho de castañas y trufa. (Muy sabroso con predominio de la trufa).
- Taco de remolacha, yogurt y pistacho (Buenísimo).
- Corteza de cerdo con tuétano.
- Moshi de queso de cabra con membrillo.(Excelente).
- Kokotxa de bacalao con tempura de aceituna negra.
- Croqueta líquida de jamón. (Fundición de sabor).

TAPIPLATOS:

- Navaja al vapor con coco, limón y jengibre. ¡Bua! EXQUISITA.
- Canelón gratinado de piel de leche con boletus. (Sabrosísimo).
- Callos de bacalao con garbanzos y lichis. (Extraordinarios).
- Bogavante con sopa de aceite. (Bueno pero normalito).
- Royal de fua con lentejas. (Sabroso y conseguido).
- Castañuelas con setas y salicornia. (Bueno).
- Cabracho con emisión de tomate y puré de hionojo (Muy bueno).
- Taco de wagyu con ravioli de ibéricos. (Bueno y sabroso).
- Palomita de maiz.(Original pero posiblemente el peor).

POSTRE:

- Chirimoya con yogur, aceite y menta. (Excelente).
- Colulant-nitro de chocolate. (Nunca falla).

PEQUEÑAS LOCURAS:

- Gianduja de chocolate blanco y regaliz.
- Tableta de chocolate negro y pino.
- Gominola de limón y frangelico.
- Donuts merengado de café.

- Café y manzanilla.

BEBIDA:

- Vino rosado chileno Santa Digna 2008. (Muy buena relación calidad precio.
- Agua.

RESUMIENDO: Gran elaboración del menú por parte de Roncero, en un local elegante, y con un servicio atento y amable.

Teníamos ganas de cenar en La Terraza, desde que hace unos meses no pudimos reservar para cenar con unos amigos de visita en Madrid, así que, con la excusa de mi cumpleaños, nos presentamos mi mujer y yo a cenar y darnos un homenaje.
Impresionante el edificio del casino donde se encuentra el restaurante, digno de verse y disfrutar desus salones, patio, escalinatas, etc.
A través de un ascensor de época nos plantamos enel restaurante donde nos acomodan en el primer salón, en una mesa muy amplia y suficientemente separada.
Comenzamos con la cena, tomamos el menú degustación que rayó a gran altura, aunque considero que hay alguna laguna que mejorar.
De aperitivo elconsabido cóctel, en este caso un cosmopolitan en el que juegan con 2 fases, una fría y otra caliente que se mezclan al inclinar la copa, el resultado magnífico.
Snacks:
Mantequilla de aceite, comentada en otras reseñas, bien.
Polvorón de palomitas, muy original, bueno.
Bizcocho de sésamo y miso, normal poco sabroso.
Chips de polenta, presentados en una bolsita de plástico, excelentes.
Airbag de parmesano, bueno.
Guacamole con kikos, muy original y sabroso.
Kokotxa de bacalaocon temputa de aceite, se come de un bocado, lo más flojo del menú, el sabor de la tempura anula el sabor de la kokotxa.
Croqueta líquida de jamón, otro clásico y una explosión de sabor en la boca, excelente.
Tapiplatos:
Vieiras,remolacha y yogur, buena combinación de sabores, muy bueno.
Canelón gratinado en piel de leche, relleno de boletus y trufa, fantástica la envolturacon el sabor de la nata de la leche, muy bueno.
Moluscada 2009, variso moluscos presentados en su propia agua de cocción, bueno.
Castañuelas con setas y salicornia,para mí el mejorplato de la noche, las castañuelas (glándulas salivares del cerdo) absolutamente espectaculares por textura y sabor, un plato impresionante.
Risotto de boletus y px, el arroz en su punto y un gran acierto el sabor del px, habrá que ensayar, muy bueno.
Royal de pichón con puré de trufa, otro plato excelente, muy bueno el fondo del plato preparado con el jugo del pichón.
Mero con ortiguillas, más destacables las ortiguillas que el pescado, bueno.
La declinación de la liebre, muy buena la presentación en 3 platos, una hamburguesa, unjugo y unos trozos con trufa.
Pasión con el cava, preparado espectacularmente con nitrógeno, resultado muy agradable.
Postres
Violeta, fresas y anís, gran combinación donde destaca la violeta.
Chocolates y avellanas, normal.
Pequeñas locuras, una selección muy buena dedulces donde destaca la tableta de chocolate blanco,excepcional.

Para beber un sagrantino de montefalco 1997,vino que no conocía y que me recomendó la sumiller. Gran vino.

Cerramos con unos cafés y un moscatel de navarra.

Gran experiencia por la originalidad de algunos platos y la atención en sala (abrumadora la presencia de personal y la atención personalizada sin agobiar).

Por señalar negativamente algo, el precio desorbitado de los cafés (6,5 €).

Recomendable

No habíamos vuelto a la Terraza desde nuestra primera y única visita hace ya años. Ni la cocina de Roncero (nos dejó totalmente fríos) ni la atención (los camareros rodaban las mesas como en un chiringuito de playa para recogerlas al final de la noche cuando aún quedábamos otras tres o cuatro mesas cenando) nos parecieron acorde con el supuesto nivel del restaurante.
Esta vez, sin embargo, todo rozó a gran altura, empezando por la situación de nuestra mesa justo junto a la balaustrada de la azotea del Casino, con espléndidas vistas de las gárgolas y estatuas de los edificios vecinos. Mesa bien separadas, música de arpa en directo (muy suave, lo justo para crear un entorno íntimo), manteles, cuberterías y vajilla de gran calidad. Ambiente elegante (no estirado), muchas parejas y varias mesas de extranjeros. Exigen americana a los hombres (parece ser que es una imposición del Casino, no del restaurante).
Atención muy amable, de alta escuela aunque nada encorsetada. Los camareros saben involucrarse si el cliente da pie a ello.
En la terraza sólo hay la opción del menú degustación (que, por otra parte, es la mejor manera de conocer la cocina de Roncero).
Carta de vinos extensa, bien elegida con precios subidos pero menos que otros estrellados.

Te dan la bienvenida con un Cóctel,
Whisky sour en este caso: mezclan whisky, jugo de sandía y menta y añaden nitrógeno líquido. Lo preparan delante del comensal: efectista, refrescante y suave pese a lo que pueda parecer. Una manera muy agradable de comenzar, que ya predispone a una de esas cenas que es algo más que sólo comida.
Snacks:
Mantequilla de aceite: un trampantojo brillante. La mantequilla de aceite viene servida en tubo semejante a los de pasta dentífrica y se sirve sobre una masa crujiente (hace las veces de pan), con un canónigo. Sabor a aceite, consistencia de mantequilla: tan simple y tan sabroso.
Galleta de tomate y pesto: una especie de mezcla de salsa pesto y salsa de tomate muy conseguida.
Polvorón de nueces.
Patata lila crujiente con mantequilla de pimentón.
Magdaolivas negras: minimagdalenas con sabor a aceituna, muy logradas.
Aceituna esférica: la ya conocida técnica de la esterificación produce en este caso unas aceitunas finísimas que explotan al introducirlas en la boca con un sabor intenso. Excelente.
Yogurt-yogurt.
Huevas de trucha en tempura: muy buena la masa y bien frita aunque un tanto saladas las huevas.

Tapiplatos:
Tartaleta de sandía con caviar de moras: quizás el plato más insulso del menú.
Cáscara de Gorgonzola con manzana, apio y praliné salado de nuez: una semiesfera de queso (delicioso y cremoso) rellena con los otros ingredientes. Diferentes texturas y sabores (ácido, dulce…). Muy delicado.
Ostra en tartar. La ostra picada y sobre ella un “aire” de cítricos. Fresca y riquísima.
Ortiguillas con caldo yodado y flor de ajo.
Hachi parmentier con bogavante. Con el bogavante un poco falto de sabor.
Huevo nido carbonara: una esfera de carbonara rellena de yema de huevo rodeada de caldo de pollo gelificado. Tanta técnica como sabor.
Ventresca de atún con tuétano de lechuga. Excelente punto y sabor.
Taco de Wagyu con ravioli de ibérico. Una especie de timbal hecho con la carne de las costillas del wagyu, muy sabroso (¿el wagyu no era carne tierna pero insípida?). El ravioli, para quitarse el sombrero.
Sorbete de mandarina Express con pipa de calabaza: otra vez la técnica del nitrógeno líquido para preparar este buen cortante.

Postres
Espiral de frambuesa y lima: una combinación de sabores que nos encantó.
Ravioli de aceite y cítricos con polvo helado de chocolate: una especie de recreación actualizada del tradicional pan con chocolate y aceite. Excelente.

Pequeñas locuras:
Gominola de hibisco- Macarrón de violeta y azafrán – Trufa helada de piña –Tableta de chocolae y salvia.

Un buen detalle, el precio del menú (130 E.+ IVA) incluye todo: no cobran pan, aperitivos ni servicio (parece mentira que una cosa que tendría que ser norma común sea la excepción). Otro buen detall: tomamos dos botellas de agua (5,75 E.) pero solo cobraron una. Eso sí, cafés a 6,75 E.c/u.

En conjunto, un restaurante con una cocina de técnica espectacular –aplicada con todo el sentido del mundo- donde la calidad del producto, la creatividad, la sorpresa y la imaginación se unen a un marco de esos llamados “incomparables” y a un servicio de alta escuela para conseguir una de las mejores cenas que se pueden encontrar hoy en día en Madrid (por lo menos para nuestro gusto).

2 Menú Degustación, agua, 2 cafés y un magnífico André Clouet Gran Rva. (56,25 E.), un total de 335 E.

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