en los encuentros gast.de e.c.i avda de francia he podido comprobar
despues de mucho tiempo que la forma de cocinar no ha cambiado mucho,casi ninguno de los platos que voy a detallar "enamora".
tomate de penjar,sardina de bota y ajos asados;no lo he comido en ninguna parte pero no me decia nada:ostra,tocino y hierbas,a mi las ostras no me gustan por tanto no valoro:falso ravioli de gallina,agua de pimiento rojo,almendra tierna y encurtidos:el mejor plato de todos.
toro(atun)patatas anchoa (anchoita) y yema de huevo,el atun de sabor
demasiado fuerte y el acompañamiento pues vosotros direis.lo que parecia que iba aser el plato estrella,el lomo(lomito),un cubo de tres cm. lo mejor el tirabeque que llevaba pero que tuve que quitarle yo el hilo dorsal y el rabito.la primavera hierbas y setas y tambien una bola de patata deconstruida,me gusto.
postres;sopa de coco y helado de mango.
tarta de calabaza y almendra.
bebidas;comenzamos con un coctel de cerveza,con naranja:a mi la cerveza me resbala.
sueño de megala tinto;estaba un poco verde,los taninos aun no estaban domados.
blanc de enguera que estaba muy bueno para acompañar la mayoria de
platos del menu.
verdil de gel,lo habia probado ya y me gusta mucho mas el gramona
no lo bebi.
este año entraba tambien un g.t de hendricks y me invitaron a otro
mas,tomandolos en la terraza con una brisa y sin sol que nos molestara volvi a pensar otra vez en paul eluard y dije como el
"hay otros mundos pero estan en este.
hable con angela y le dije que igual me pasaba a probar el menu de alli.cuando salio miguel para preguntar le dije mas o menos lo mismo que he puesto aqui,y el dijo que la elaboracion de los platos
aqui era mucho mas complicada que alli.
el servicio siempre que he(hemos)ha sido excelente lo dos jefes de sala que son los mismos siempre te dan untrato de rest.de muchisima mas categoria de lo que es.saludos.

Segunda visita es este laureado restaurante en vistas a su primera estrella michelin. Al igual que mi anterior visita en 2011, la calidad de la materia prima autóctona y la maestría de su elaboración lo convierten en un gran restaurante. Pedimos el menú tradición y la verdad es que salimos encantados. Se nota que quieren y defienden los productos de Castellón y a este paso, van a colocar a esta preciosa provincia en el buen lugar que se merece dentro de la gastronomía española. Además, el servicio está a la altura. Buenas copas, carta de vinos algo corta pero con buenas referencias a buen precio. Correcto servicio de vino, a la altura del local. Volveremos.

Es una lástima que con un nivel tan alto, al final tuviera que salir disgustado.¿por qué? Pues porque no es de recibo estar tres horas para comer, que los platos principales de los cuatro comensales que éramos saliesen a lo largo de 20 minutos, cada uno a su aire, y que obtener la cuenta, además de pedirla cuatro veces, tuve que amenazar con irme sin pagar.
¿Y salió alguien a disculparse? Pues NO. Estaba predispuesto a que me dijeran que el cocinero estaba de baja o le había atropellado un camión, pero su indiferencia, me molestó.
Repito que fue una lástima, porque el sitio, la originalidad y calidad de la comida, e incluso el trato durante la primera hora fue magnífico, pero no es aceptable pretender atender a más comensales de los que tiene capacidad, o ahorrar en servicio y no dar el nivel que se espera.
Con esta opinión sólo pretendo ayudar, seguro que llegan lejos, si aprenden a cuidar la materia prima más importante: el cliente.

Compartí mesa y mantel con Dani, Oscar y unos cuantos bueno amigos.... poco más que añadir al comentario de Dani, local moderno y funcional. Mesa amplia y cómoda. Servicio de sala cercano y familiar, con Ángela Ribes -la pareja de Miguel Barrera- en sala, haciéndote sentir como en casa... Montaje de las mesas moderno y atractivo.
La cocina es básicamente una mirada abierta sobre la cocina tradicional, con los toques de creatividad imprescindible para sorprender, pero primando los sabores de siempre propios de su excelente materia prima. De entre los diferentes platos destacaría por su simplicidad y atractiva presentación el "Tomate "de penjar" seco relleno de sardina de bota",... los sabores de mi infancia con una presentación modernizada..., el 'salmonete de roca y trufa', un mar-y-montaña- sui generis y el arroz meloso de caza, con codorniz y conejo, intenso, muy sápido, impactante, fue la justa culminación de un menú largo y muy bien pensado.

Hacía demasiado tiempo que teníamos pendiente una visita a este templo gastronómico de Castellón. Demasiadas veces nos habían contado lo bien que se comía en Cal Paradís, hasta que llegó el día que no pudimos aguantar más...
Apartado de las aglomeraciones y las modas gastronómicas, encontramos a Miguel y señora haciendo una cocina no solo moderna, sino con unas raíces profundas, con un gran respeto por el producto y una especial sensibilidad por la cocina autóctona y tradicional.
El restaurante es cómodo, con unas agradables vistas de la zona y con buena distribución de mesas. Comimos en el comedor principal, que suelen gustarme más que los reservados.
Menú previamente pactado por nuestro amigo Oscar Rosa.
Empezamos con un par de platos a modo de snacks, una oliva con almendra en tempura y romescu y unas verduras en tempura con salsa agridulce de soja. Dos simpáticas entradas que no solo se quedan en eso, pues es posiblemente la mejor tempura que he probado, con una masa sin excesos de aceite, crujiente y con la verdura juegos.
Anchoa Sanfilippo, crema de queso de cabra de Catí tomates confitados, nueces y albahaca. Cuando a una anchoa de esta calidad se le mete un queso de cabra… o eres conoces muy bien el producto o eres un temerario. Pero el caso es que el plato es exquisito. El queso le aporta acidez al sabor salado de la anchoa, las nueces texturas, el tomate redondea el conjunto y… te comerías otro plato.
Tomate seco "de penjar" rellenos de sardina de bota, otro plato tan bonito como rico. Presentación de 10 y el sabor perfecto, con ese juego que tan bien domina Miquel del salado y el ácido, de lo jugoso y lo seco y, de lo moderno y lo tradicional, pues los tomates se cuelgan y se secan en casa, al estilo tradicional.
Ostra Gillardeau con una gelé de escabeche de perdiz y naranja. De nuevo el respeto por el producto de alta calidad, pero sin miedo a jugar con él, matizar y darle cancha al resto de ingredientes.
Gamba de Denia con liliáceos. Una gamba de Denia poco hecha con unas cebollas tiernas y puerro.
Lomo, callos y piel de bacalao con espinacas, tal vez el mejor plato del menú, con una técnica más que desarrollada, el típico plato de espinacas con bacalao sube su caché. El juego de texturas y sabores, aun siendo el mismo pescado, es una maravilla.
Verduras y semiesférico de la carne de la ollera. Una pequeña deconstrucción de un puchero valenciano con la carne de ave (que no probé) y las verduras y el caldo muy ricos.
Sepionet de playa, alcachofas y pelota a a antigua. Plato de mar y montaña donde se consigue una buena armonía entre los sabores del pequeños cefalópodos y la pelota de carne.
Salmonete de roca y trufa. El salmonete estaba exquisito, perfecto punto y la trufa aportándole sabor y aromas.
Arroz meloso de caza, con codorniz y conejo. Máximo sabor en un arroz potente, con el punto muy bueno del arroz y la contundencia de los sabores de la caza.
Pasamos a los postres, con una sopa de coco y menta, una tarta de calabaza, tocino de cielo y tarta de queso. La sopa de coco hace de introducción y está algo por debajo de la degustación de los tres postres, pero el conjunto es muy bueno para acabar la comida.

La carta de vinos no existe, si no que hay una cava acristalada en el centro del restaurante, donde puedes ver y escoger el vino que vas a tomar. En este punto Cal Paradís se resiente un poco, no porque no haya nada interesante, que lo hay y muy bueno, simplemente porque no está a la altura del tremendo nivel en el que se mueve la cocina.
El servicio del vino y de mesa es muy correcto, amable y profesional, además de cercano, lo que te hace sentir a gusto y disfrutar del homenaje, porque en Cal Paradís no se come, se van a celebrar homenajes.

Uno de los grandes de la comunidad.

Decidimos acudir a degustar este Menú, con las expectativas muy altas, teniendo en cuenta la anterior visita en la que salimos verdaderamente satisfechos.

Comenzamos: Cervecitas y cava para empezar e ir acompañando el delicioso pan con tomate y el pan rustico con Aceite de oliva de la zona.
Como aperitivo, nos ponen unos cuenquitos con una tempura de verduras deliciosa.
Empieza el baile...
-Milhojas de cebolla, boletus y gamba roja , empezamos poniendo el listón alto genial.
-Tataki de presa iberica con robellones y setas de cardo en escabeche, MENUDA GOZADA,la presa previamente marinada estaba de 11.
-Champiñón augustus, manitas de cerdo y liliáceas, nos quedamos alucinados con la textura súper gelatinosa que tenía y el sabor a su vez tan exquisito, para mi gusto la Estrella de la Comida.
-Hongos, mollejas de cordero y jugos, otra de las delicias, punto de cocción de las mollejas brutal y el jugo con un sabor super intenso, otro de mis preferidos.
Sin Palabras
-Foie gras, caza y setas de la cesta, si mal no recuerdo la caza era Tordo, no me pierde este animalito pero reconozco que estaba bien bueno.
-Huevo ecológico, robellón a la brasa y caldo de la olleta, huevo cocido a baja temperatura se apreciaba perfectamente el sabor ahumado de la brasa, el sabor del caldo de la olleta es siempre fascinante, para tomarte unas cuantas tacitas en dias de frio que barbaridad.
-Bacalao con un ligero pil pil de llanegas y verduritas, plato con un sabor muy suave pero con el punto salado que le da el bacalao que le daba ese toque mágico.
-Pollo de corral guisado con setas del día, yo no sé que comeran esos pollos pero el sabor que tienen, bien vale la pena averiguarlo jajaja, solo decir que comí mi plato y el de mi mujer.
-Carrillada con setas y un caldito o cremita que no recuerdo de que erá pero el sabor que tenía tardará en borrarse de mi memoria, la carrillada super jugosa.
Todo esto regado con CLOTÁS MONASTRELL DE Bodegas Vicente Flors, 2 Botellas.
Entre plato y plato alguna copita de ANNA DE CODORNIU BRUT, al final 2 Botellas.
4 Cruzcampo Reserva y 2 Heineken.
Mi hija no estaba por la labor de comer mucho y pidió Huevo con patatas.

Pasamos a los postres:

-Fresones con leche de tomillo y pomelo, super armonioso y fresco para rebajar un poquito.
-Champiñón dulce con citricos y cabrales, este no os lo puedo comentar xq no lo probé pero no quedó ni una pizca en ningún plato.

Cafés e infusiones.
Verdaderamente bestial, no me pude reprimir y le di la Enhorabuena a Miguel, le dije que había sido el mejor menú que había tomado desde hacía muchísimo tiempo.De MATRICULA DE HONOR.
El único pero o la unica pega fue que no nos pudimos tomar los licores correspondientes ya que se hizo muy tarde y luego teniamos que volver a Valencia.
Pero queda emplazado para la próx, porque la habrá, seguro que la habrá.
En definitiva una comida de 10 preparada por un Chef 11 y como persona 12.
No he comentado nada del servicio xq estuvo en su linea, muy correcto.
El precio fué para 6 adultos y 1 niño.
A la Comida no le puedo subir la puntuación porque no se puede pero realmente COLOSAL.
Ahhh y otra cosa, también tomamos 3 Botellas de Agua de Benasal, no iva a ser todo agua de fuego jejejeje.

Nueva visita seis meses después. Local y menaje ampliamente comentado por lo que no volveré a insistir en esos puntos.

Menú degustación (48 euros), consistente en seis entrantes, un pescado , una carne y postre :

Mejillón y canailla con encurtidos y patata alimonada Muy refrescante. Muy buen plato para empezar la comida. Moluscos con sabor a mar muy alto combinados con el sabor cítrico de los encurtidos y el limón suavizado de la patata en una especie de pues , pero de menor consistencia. Mezcla de sabores , mezcla de tierra y mar con final profundo y refrescante

Navaja , tocino y jugo de hierbas : Navaja enorme en tamaño y enorme en sabor. pasado por plancha muy poco tiempo , mantenía intacta su sabor. Se combinaba con el jugo de hierbas , las cuales aportaban fondo balsámico y fresco en un sabor opuesto al de la navaja. Las hierbas preparan a a las papilas, las abren , para cuando muerdas la navaja el sabor de esta entre a fondo en la boca. Gran plato.

Seta parasol rellena de ibérico en tempura : Originalidad y muchísimo sabor , tanto el del ibérico como el de la seta. Tempura perfecta. Plato en tres texturas diferentes en cada bocado. Rebozado tan bien hecho que crujía pero no desmigaba , actuando del principio hasta el final como primera textura

Chipirón, tomate confitado y seta pie de perdiz :Chipirones frescos , pequeños con intenso sabor de mar se mezclan con ese sabor y aroma tan característico de los tomates confitados . La seta , de textura gelatinosa es la que sirve como introductora en la boca de la explosión de sabor del calamar. Mezcla otra vez de texturas y de sabores perfecta. Textura y sabores que aparecen en cascada.

Mollejita de corderito con hongos : Tal y como su nombre indica mollejas de pequeño tamaño , en punto justo de cocción que acompañaba perfectamente a las setas y a la reducción de cordero servía de soporte al plato. Tierra, pasto, bosques en la boca con un fondo explosivo.

Arroz meloso de setas y verduras : Después del plato anterior piensas que un arroz de verduras por mucha seta que lleve se va a quedar corto. Una vez mas te das cuenta de lo que te falta por saber . Nada más lejos. El arroz es meloso autentico , fondo muy potente (hecho solo con verduras) , al dente totalmente. Cada cucharada irrumpe en la boca como un tornado . El grano esta impregnado del fondo y es una explosión continua de sabor. La seta aporta textura gelatinosa lo que hace que todavía sea más agradable el conjunto.

Bacalao con pil pil de llanegas negras : Nunca había tomado un pescado con llanega. Siempre había sido carne. Bacalao en perfecto punto de sal, laminándose al corte , crujiente en su capa exterior. El pil pil esta ligado con la seta . Aprovechando esa gelatina propia de la misma se realiza la salsa . Combinación sublime. la textura del pil pil combinado con la finura del bacalao y la potenciación de los sabores provoca un plato elegante , sabroso , diferente. Otra creación enorme

Pollo de corral , guisado con setas y gambas de Denia : Plato típico de mar y montaña. Pollo meloso con sabor alto combinaba perfectamente con el fondo y las setas. Las gambas muy buenas , pero para tomarlas a parte. No soy un gran amante del pollo , pero cuando se prepara así , hasta el pollo sabe diferente

Sopa de coco :Refrescante con profundo sabor a coco y textura a mitad entre sopa y crema. Dulzura justa . para tomar un litro.

Excelente pan con tomate y aceite de la zona. Muy buen café

Servicio de sala como siempre: Perfecto. Ritmo cronometrado entre plato y plato. cambio de plato y cubierto en cada plato. servicio a cargo de Angela, la cual hay que nombrar porque hace que la estancia sea placentera por su cercanía, por su profesionalidad y por su diligencia. Se preocupa hasta el infinito por hacerse sentir bien al comensal . Y eso hay resaltarlo y agradecérselo

Buena carta de vinos . Marcada por el momento actual del cual no hace falta incidir , pero variada y con precios muy ajustados. Servicio del mismo muy bueno.

No es fácil encontrar un restaurante como este. No es fácil encontrar un cocinero con unos dotes tan grandes para cocinar como el que tiene Miguel Barrera. La evolución que ha tenido la cocina de este local ha sido geométrica. Hace un par de años su cocina se basaba en la tradición de la zona donde está. Hoy, sin perder su base de materia prima excelente , su cocina es otra. La sensación es que ha ido creciendo en forma exponencial . Cada visita es una sorpresa nueva. Y no sólo en los platos sino en su concepción culinaria. Parece como , si de repente, hubiera descubierto su potencial y se ha lanzado en una carrera imaginaria , en una espiral de ideas que no parece tener final. Sus platos son arriesgados pero lucidos, potentes pero elegantes , sabrosos pero nada pesados. Y lograr todo eso no es fácil, nada fácil. Lograr que cada bocado sepa a lo que tiene que saber, lograr que cuando mezclas ingredientes el resultado sea un sabor en cascada ordenada pero potente no es fácil. Y en Cal Paradis se logra . Y eso es lo que marca la diferencia . Eso es lo que lo hace ser un enorme restaurante. En otra situación geográfica hoy sería restaurante de culto y de visita imprescindible. Y si sigue así , sin olvidar sus cimientos, sus bases y aplicando su inquietud personal, su imaginación y sus ganas de sorprender y de innovar , este restaurante tiene muchos boletos para serlo.
Como concepción culinaria creo que Cal Paradis es un enorme restaurante. Y como tal disfruta haciendo disfrutar a quien va a visitarlo. El manejo de la técnica hace si cabe todavía mas buena su excelente materia prima . juega con texturas , con sabores y con cocciones con sabores potentes , pero integrados.
Sin adaracas , sin banalidades y sin materias superfluas, hablando de restauración , de plato en la mesa , Cal Paradis es un enorme restaurante emho. Y ojala se mantenga así mucho tiempo. Por su bien y por el nuestro. Mimbres, ilusión, ganas , imaginación y profesionalidad no faltan ni en la cocina ni en la sala.
El precio es sin vinos

Nueva visita a este sitio que me tiene ganado el corazón.
Asistimos con la idea de probar el menú Tapas pero después de hablar con Miguel, cambiamos de parecer y nos dejamos aconsejar por el.
Nos preparò el siguiente Menú, a su antojo.
De entrada el fabuloso pan con tomate acompañado de unos cuenquitos de aceite creo recordar de Cabanes.

-Tempura de verduras. Perfecto, sabroso.
-Taco de remolacha con Queso de Catì. Plato correcto buena combinación de sabores.
-Tomate de penjar relleno de sardina de bota y ajos a la brasa. Simplemente espectacular.
-Boquerones marinados, para mi gusto un poco ácidos, mis compañeros de mesa no opinaron lo mismo pero bueno, en la variedad esta el gusto.
-Ventresca de Atún con tomate y hierbabuena. Muy jugosa y sabor intenso.
-Ensalada de codorniz escabechada con foie. Una de las grandes sorpresas, plato fascinante, perfecto el escabeche y el toque del foie sublime.
-Gamba Roja de Denia , navajas y tomate a la brasa con judías salteadas. Repetì el plato xq mi mujer no es muy de pescado, sobran comentarios.
-Pelota a la antigua con chipirones salteados y guisantes. Otro de mis preferidos, esa combinación Mar y Montaña realmente me fascina.
-Tombet. "cordero lechal" con una salsita que quitaba el sentido. Plato que nos encanto a todos, hubiésemos repetido.
-Arroz meloso con caracoles y carne del Maestrazgo. Potente sabor, punto de cocción del arroz perfecto. Muy muy rico.
Postres: Mousse de albaricoque, tocinito de cielo, mousse de chocolate con naranja sanguina y tiramisù. No soy muy goloso, pero reconozco que estaban muy buenos.
Mi hija mayor comió un Solomillo con patatas que estaba de 10 y la peque huevos con patatitas.
Acompañamos los postres con una copita creo recordar de Casta Diva.
Tomamos 2 botellas de Flor de Clotás de la zona de Les Useres "Castellón" nos dejamos aconsejar por Ángela y la verdad que nos sorprendió bastante y para bien.
Cervezas Heineken.
Cafés e infusiones .
Miguel le da ese toque a la cocina del sabor de antiguas recetas de la zona pero con el toque de los tiempos que corren. MAGISTRAL
Para rematar unos Gin Tonics de Hendricks, que manera de terminar la función.
Un Ratito de charla con Miguel en la sobremesa, nos sirvió para darnos cuenta de lo que ama esta persona su trabajo y lo que disfruta innovando y preparando nuevos platos.
Nos sacaron una torta de la zona y unos pastelitos, que según mis acompañantes eran lo más.
Perfecto servicio de Sala por parte de Ángela y el otro chico que nos atendió que hacen aue la comida sea mas agradable si cabe.
Grandísima armonía entre Sala y Cocina, ya va siendo hora de que le reconozcan a este local la Categoría que se merece.
Precio 242€ Bebida incluida
4 adultos y 2 niñas.
Volveremos Seguro y espero no tardar mucho.

Conocimos este restaurante por unos amigos de Castellón y quedamos prendados. Es de esos restaurantes, donde sientes que lo que pagas, es devuelto con creces y puedes salir enormemente satisfecho. Todos sabemos que no siempre es así.

Así que aprovechando un fin de semana que pasamos en Vilafamés (por favor no dejéis de visitar este pueblo) decidimos ir a cenar el sábado a Cal Paradis, que está a escasos kilómetros.

Agradabilísima cena, en la que no cabe hacer un solo reproche. Local acogedor, con mesas convenientemente separadas y correctamente vestidas, y un servicio amable, cercano, honesto y rigurosamente profesional.

Optamos por pedir a la carta, pero el menú gastronómico por 35 € es una muy recomendable alternativa. En la anterior visita recuerdo que optamos por el “menú de invierno” (era febrero) y salimos más que reconfortados.

Al pedir el vino nos indican que están cambiando la carta y no la tienen disponible y nos invitan a escogerlo nosotros mismos de la cava, como si estuvieras en tu casa. Elegimos un Mirabel, de la Ribera del Guadiana, excelente vino a un precio razonable (21 €)

Como entrantes pedimos (los precios son sin IVA):

*Tomates "de penjar” semisecos con sardinas (11,17 €)
*Chipirones con habitas y pelota a la antigua (14,81 €)

Raciones correctas que disfrutamos enormemente. A mí me gusto especialmente, la mezcla de mar y montaña de de los chipirones con pelota. Original y sabrosa.

Los principales fueron:
*Lomo de cordero para mi mujer (17,59 €)
*Manitas de cordero rellenas de carne de olleta para mí (15,74 €)

Ambos platos muy logrados y con una mezcla de sabores y texturas muy agradable

Sin apenas espacio ya para el postre, no obstante sucumbimos a una riquísima tarta de calabaza (5,56 €)

Un sitio para volver una tercera vez.

Comparto con vosotros este comentario con los sabores de huerta y mar todavía presentes en mente y boca, aunque hace casi un día que disfruté de ellos. Sabores que me recuerdan a las vacaciones siendo niño, también en la Comunidad Valenciana, aunque bastante más al sur. A pesar de estos gratísimos recuerdos intentaré continuar con la mala costumbre de ser lo más ecuánime posible.
El trayecto desde la costa, tortuoso a veces, se compensaba con un bonito paisaje que nos llevó a este local impecable, de decoración moderna pero sobria, con grandes detalles en los reservados que se adivinaban desde fuera.
Mesas bien vestidas y separadas, tejidos, vajilla, cubiertos y cristal de calidad, Schott.
Fuimos atendidos en todo momento con una amabilidad y cercanía dignas del mejor anfitrión.
Para abrir boca, una copa de Cava Anna Codorniu y almendras fritas. Pan tostado con tomate riquísimo, y aceite para coronar.
Después de una grata explicación de Angela acerca de menús y carta, nos decidimos por el menú gastronómico para los dos adultos y un arroz para la peque.
Comenzamos con dos aperitivos que tuvieron el gran detalle de servir también a la niña:
- Gazpacho de pepino, cumpliendo su función, refrescante.
- Flor de calabacín rellena de queso. Crujiente y suave.
Probamos el arroz de la niña, que se pidió solo con carne, presentado en paella individual y servido a plato, excelente, sabores de la memoria.
A continuación, seis entradas para continuar la fiesta:
- Tomate de penjar y sardina de bota, se debe probar al menos una vez en la vida...
- Coca con jurel y verduritas. Gran punto del pescado, bien acompañado.
- Pulpito confitado. Suave y en su punto.
- Crema de puerros con perdiz escabechada. Caldo ligero y ave tierna con sutil toque ácido, gran conjunción.
- Caldo de pepino con almeja y mejillones. Buen género y textura, algo falto de armonía, para mi gusto.
- Guiso de sepia con su tinta y patata. Reconfortante. Patata para recordar.
A continuación los dos principales, que fue de agradecer se sirvieran en raciones escuetas:
- Merluza con sopa de ajos, algas y navaja. Conjunto espectacular, aunque he de decir que para mí la navaja resultaba algo tiesa. Esta es la mejor merluza que haya probado nunca, y ya son unos añitos con hobbies gastronómicos.
- Lomito de cordero, tierno, la piel con algún tipo de caramelizado, contraste acertado y conjunto conseguido.
Terminamos con prepostre y postre, en línea con la excelencia anterior:
- Sorbete de naranja, delicioso, los pequeños cristales del hielo confundiéndose con la pulpa y, según mi mujer, con un fino rallado de su piel. sabor memorable.
- Tartita de calabaza y tocino de cielo. Tartita muy fina y tocino, pues eso, que llegas al cielo...
Con los cafés, que son mejorables, nos obsequiaron con un bizcocho delicioso, "coca mal feta", hecha por la Abuela, según nos comentó Angela.
Para la niña, postre de mouse de chocolate blanco y helado de turrón, muy buenos ambos.
No llegamos a ver la carta de vinos, al pedir algún blanco nos ofrecieron un Valdeorras, un Ribeiro o un Chablis. Nos decidimos por éste último, Billaud Simon 2010, que acompañó la comida a la perfección.
En el precio descuento del total pagado (152.92 €)la parte de la niña (arroz y postre) y divido entre los dos adultos.
Al final, charla con Miguel, como no, de temas culinarios, con la firme promesa de volver a visitar este enclave que te lleva de la huerta al (tocinillo de) cielo.
Gracias de corazón a los foreros que nos descubren estos lugares, y especiales a Javier, abrazos para todos.