Esta es la segunda vez que me acerco a este afamado restaurante.

Tomamos un menú de arroz, con unos variados entrantes, sofisticados y deliciosos, para acabar con un arroz que lo puntuaría un 7 sobre 10.

Sala de estilo comtemporáneo y armonioso, todo impoluto.

El trato amable y profesional; personas que disfrutan con su trabajo.

Han sabido adaptar los precios a los momentos actuales de una forma sorprendente.

Volveré.

Hacia bastante tiempo que no volvía a este restaurante. Nada ha cambiado en su decoración ni en su menaje. Sigue con sillas cómodas y mesas amplias y bien separadas.
Para empezar , almendras fritas(un vicio) con cerveza Rosita. Pan recién tostado con tomate,(lo tomamos durante toda la comida) aceite de calidad y sal.
Seguimos con menú degustación modificado :
.- Anchoa SanFilippo con crema de queso de Almedijar y tomate de penjar . Anchoa perfecta en sabor y en tamaño , con toque justo de sal . La crema de queso , además de combinar maravillosamente con la anchoa , por sí sola , para tomarte un kilo. Textura cremosa con sabor que va de menos a más y al final estalla en el fondo de la boca. La acidez del tomate se une al juego de sabor contrapuestos.
.- Ostra gillardeau, lamina de tocino iberico y jugo de hierbas silvestres. Excelente combinación de mar, montaña y carne. La salinidad de la ostra se conjuga con el sabor intenso de la panceta y las hierbas aportan frecor . Plato muy original en su planteamiento y estupendo en su ejecución.
.- Royal de foie, carpaccio de champiñón : Para mi , uno de los platos estrellas de la comida. El royal de foie con textura muy cremosa, tremendamente suave , se deshacía nada mas entrar en la boca , pero entonces, explotaba el sabor del foie. Sabor a foie de verdad. No recuerdo haber tomado nunca un foie con esta textura y con ese sabor tan potente. De los platos que marcan. Los champiñones se usan como contraste de textura. Técnica, materia prima, textura………que mas se puede pedir?
.- Moluscos, gel de sanguinas y vermout . Después del plato anterior , piensas que nada te puede sorprender. Equivocación plena y total. Tras el sabor del hígado , introduce este plato para refrescarte. Fondo amargoso del vermout, mezclado con toque dulzón de la sanguina y el mar mediterráneo de los moluscos. Combinación explosiva, pero acertada. Todo se une a todo y poco a poco, lentamente , los sabores se separan y al final predomina la salinidad del mar. Cascada profunda y continua de sabores diferentes.
.- Arroz meloso "La Encomienda del Maestrat. Como un guiño al pasado Miguel nos dio este arroz. Plato tradicional con fondo potente y arroz al dente. Todo un homenaje al maestrazgo, a las generaciones pasadas y a la comida tradicional de la zona. Soberbio
.- Pichón de Tierra de Campos, manzana, crema de patata y reducción de oporto. Nunca había probado el pichón de esta denominación. Menos voluminoso que el de Bresse , pero si cabe, que creo que si que cabe, mas sabroso. Ejecución perfecta , marcado por fuera y rojo por dentro. No debe de ser fácil, por lo menos para un neófito como yo el lograr este punto en una pieza tan pequeña. Y lo logró con creces.
Postre :
Tocinillos de cielo : Para tomarte todos y unos cuantos mas
Espuma de almendras, gelatina de naranja y bizcocho. Es como si fuera una deconstrucción de una torta de lata con naranja. Dulzor justo que invitaba a seguir comiendo.
Servicio en sala por parte de Angela , simplemente perfecto. Amable, rápida, cercana, simpática y siempre dispuesta a complacer al comensal. Profesionalidad y amabilidad a a la enésima.
Carta de vinos modificada. Hay inquietud y , en ella se combinan, vinos recientes e innovadores con clásicos. Tomamos la Zorra Rufete y un Blecua 2000
Que Miguel Barrera ha evolucionado es un hecho incontestable. La impresión que tuve es que , tras aposentarse en su comida tradicional de la zona , se ha embarcado en base al estudio, al trabajo y al aprendizaje de las nuevas técnicas en otra carrera. Y esta carrera no creo que tenga fin. Cuando alguien es capaz de cocinar lo que tomamos en este restaurante esta claro que se ha imbuido de ideas nuevas y ha encontrado vías alternativas . Da la sensación como si hubiera explotado de repente y un torrente de ideas ha fluido desde la mente hasta el palto. Y eso, con ser muy difícil, no lo es tanto como el saber plasmarlo. Y se plasma a la perfección. Creo que ha sabido , sin perder su obsesión por la materia prima y el sabor, encauzar toda esa potencia para domarla, templarla y disfrutar cocinando. Porque se nota que aquí se disfruta cocinando . Eso si, se disfruta cocinando, para hacer disfrutar al que se le come. Enorme repaso el que nos dieron. Enorme en base, en ejecución , en originalidad y , por encima de todo , en disfrute.

El precio es sin vinos.

.-

Atraidos por los comentarios veremeros, decidimos hacer un desvio en nuestra semanal ruta Valencia-Barcelona y acercarnos a probar la cocina de Cal Paradís. Con nosotros, tres mesas ocupadas. No sé si es la crisis o la época navideña, pero sensación de desangelo. Nos decidimos por el menú largo, 7 entrantes, pescado, carne y dos postres por 53 euros. Y aquí empieza esa amarga sensación de cuando en un restaurante no hay stock. Entiendo que son fechas raras, que están cambiando la carta y que no se puede mantener una variedad grande si no hay clientes. Pero cuando de 7 platos de carne solo hay 2, cuando de otros tantos de pescado sucede lo mismo, cuando de una extensa carta de vinos te comentan que de blancos solo hay un verdejo y un albariño, pues empiezas la comida condicionado y un poco de mala leche. Ésto no quita que la actitud de la persona que nos sirvió fue buena, intentando justificar lo que para mi es una sensación agria.

Pedimos el verdejo, se limita al descorche. Copas Schott

El menú constó de:

Tomate de colgar relleno de sardina de bota. Muy bueno
Brandada de bacalao con aceite de aceitunas negras. Fina y delicada. Buena
Nécora. Una nécora para cada uno. Sensación de que no habia otra cosa que ofrecer con más trabajo.
Huevo con rovellons y llanega negra. El plato que menos nos gustó a los dos. Floja textura de las setas e inapreciable el toque de trufa negra.
Caldo de caza. Soberbio caldo, con un trozo de carne de caza (no recuerdo si pichon) calabaza y un toque de tomillo. Me hubiera tomado tres.
Ensalada de perdiz escabechada. Muy buena la perdiz, la ensalada sin mucho secreto.
Sepia con pelota. Buena la sepia, pequeña y tierna. Original la pelota de carne, especiada y gustosa.
Cogote de merluza con algas. Bueno el punto del pescado, con una sopita de ajo suave
Chuleta de buey. Pequeña ración, bien de punto y de sabor.
Piña marcada con virutas de coco. Refrescante
Pastel de calabaza con chocolate negro. Bien el chocolate, no nos gusta la calabaza, pero estaba caliente y bien de textura.

Sensación final agridulce. RCP algo pasada para el menú que fue. Servicio que a pesar de ser lento, transmite cercania y buenas intenciones. Sin embargo, el lastre de la falta de producto hace que la experiencia no sea positiva. Un pudo haber sido y no fue. Les daremos una futura oportunidad al menos por el trato personal.

Hay personas, en la vida, que por su sencillez y limpieza de corazón te impactan. Personas que tras una sonrisa permanente intentan hacer felices a aquéllos que los visitan en su casa. Pues bien, una de esas personas, que he tenido la suerte de conocer, y que ha sido retratada de forma certera por Javier46, al que me remito en su crítica, y que quiero dar aquí por reproducida, es Miguel, el alma, con permiso de Angela, de este restaurant.

Expuesto lo anterior paso a relataros la última experiencia de la que tuvimos la suerte de participar tres amigos que degustamos el menú denominado "LAS SETAS Y EL OTOÑO" y que se encuentra publicado en la página web del establecimiento y del que comentaré aquellos platos que me han impactado, pues, todos los servidos fueron sorprendentes.

Comenzamos como es costunbre de la casa, con un pan casero, nunca mejor dicho,pues, lo elabora Miguel, acompañado, algunos de los trozos con un tomate de "penjar" del huerto de su suegro que quita el hipo: ¡Qué sabor!.

A continuación y como sorpresa, pues rara vez se puede recolectar, al menos en la zona, SETAS DE TINTA, con aceite de oliva de la Sierra de Espadán, sobre un lecho de queso muy tierno de oveja.
Seta sorprendente por su textura y perfume. Tono azulado que hace mención a su nombre. Cruda con aceite de oliva que potencia su sabor.
Excelente y sorpresivo comienzo.

1.-PUERRO, PERDIZ, PATA DE PERDIZ Y OTRAS SETAS EN ESCABECHE: Sinfonía de sabores y olores complejos. Monte en estado puro, que, conjuga a la perfección con un escabeche suave y a la vez profundo de la perdiz.

2.- REBOZUELO, CABRALES Y ESPINACAS: Dos luchadores de peso, el rebozuelo y el cabrales, frente a frente. ¡A ver quién puede más! Al final, empate, porque si pruebas uno y después el otro, éste último dominara; fenómeno que se invierte, si alteramos el orden. Por lo demás, las espinacas, el bálsamo en la lucha.

3.- ROVELLON A LA BRASA, CON UN CALDO GELATINOSO DE CEBOLLA ROJA Y JAMON IBERICO: ¡Qué contraste! La textura térrea del rovellón y la suavidad casi voluptuosa del caldo gelatinoso. Aquí la seta resalta la profundidad del caldo. Que juego de sabores y que orden de aparición de los mismos. Casi matemático.

4.- BOLETUS EDULIS, GAMBA Y TRUFA TUBER MELANOSPORUM: Es uno de mis hongos favoritos, porque es versátil, es agradecido, lo cocines de una y mil maneras, siempre está ahí.
Tiene sabor, aroma, textura y se complementa perfectamente con la gamba; gamba traslúcida, casi cruda, dulce; estaba escondida, y de repente, ha aparecido pese a la potencia del hongo, aunque justo es reconocerlo, la trufa ayuda, y mucho, como catalizador de aromas, a cumplir su cometido.

5.- HUEVO ECOLOGICO, CALDO DE GARBANZOS,CALLOS DE BACALAO Y TROMPETAS: Si me dijeran que este plato tiene cien, doscientos...años o más, me lo creería. Vuelta a los sabores de "casa de los abuelos".
El huevo con una firmeza y sabor de los antes. Yema amarilla, se nota el maíz en la alimentación de la gallina; clara firme, muy firme, como debe ser.
Caldo de garbanzos que nos traslada al caldo de las ollas y pucheros. Los callos realzan, con su fuerza, la potencia del guiso. Son el "turbo" del motor que alcanza el máximo de revoluciones con las trompetas; negras, ligeramente amargas, plenas de sabor.
Potente, muy potente.

6.- CALDO DE CAZA Y SETAS, ÑOQUIS DE PATATA, HIGADILLOS Y TRUFA TUBER MELANOSPORUM: En lugar de los ñoquis el plato contenía unas albóndigas de carne de caza. ¡Qué fuerza, qué sabor, qué maravilla! Si antes hablaba de "olla y puchero", este caldo sería aquél enriquecido. Esencia en la que se nota la base de la "olleta" con el plus de la caza y el aroma de la trufa.
¡Por favor, que no se acabe!
Excelso.

7.- Esto no estaba previsto, pero, Miguel nos sorprendió, como COLOFÓN, con ARROZ DE CONEJO DE MONTE, PERDIZ Y SETAS: UN poco, o un mucho, de sotobosque. Aromas de hierbas mediterráneas, tomillo, "sancholiva", "pebrella"...en el plato.
Gracias arroz por reunir todos esos sabores profundos, impactantes, en cada grano.
Para perder la cabeza.

8.- POSTRE: De todo lo servido destaco un MEMBRILLO, no dulce de membrillo, membrillo asado en su justo punto de azúcar que permitía mantener el grado de acidez suficiente para limpiar las papilas.

En síntesis Cal Paradis nos ofrece:
Cocina auténtica magníficamente elaborada con productos naturales de calidad excelente. Recuerda a la cocina de la "abuela" por su sabor. Recupera platos casi olvidados.
Entrañable.
RPC imbatible.
El precio es sin vino.

No quiero entrar en los detalles de describir todos los platos con que Miguel nos sorprendió y nos hizo tan felices durante toda esa velada.
Es sorprendente cómo trabaja la cocina tradicional, haciéndola contemporánea, moderna y de vanguardia. Yo diría que la contundencia de sabores es la caracterísica e identificación de la cocina de Miguel.De ahí el título que le he querido poner en este comentario a su casa.Miguel nos hace muy felices con su cocina. Es un apasionado de su trabajo, no tiene ni dias ni horas y siempre con el incondicional apoyo de Angela, su mujer, una maestra en la sala.La buena materia prima con que trabaja, el cariño que le pone a cada elaboración de sus platos hace que sea el referente de la Provincia de Castellón como ya se está demostrando en las guias.Es un restaurante con una enorme personalidad y de de un amplísimo recorrido. Enhorabuena Miguel por ser tan honrado y ser como eres.
El precio es sin vino y de un menú especial

Situado en este pueblo a 25 km de Castellón, una vez entras en el pueblo se sigue dirección al centro y en la misma carretera lo encuentras. Según estuve leyendo en el anuario gastronómico del 2011 (el cual le otorga un laurel ) el propietario actual modificó el bar restaurante de su padre , reformando el local, dejándolo como lo conocemos ahora. Decoración calida , con sillones y sillas comodos , muy buena separación de mesas . Buena vajilla, mantelería y cristalería. La cubertería es mejorable , pero , como luego se verá , aquí no deja de ser anécdota. Tiene dos reservados con bastante amplitud.
Comimos un menú degustación realizado ex profeso para la ocasión:
De aperitivo de la casa croqueta de perdiz. Crujiente por fuera y melosa por dentro con muchísimo sabor. Al morder se encontraban los trozos de carne sobre la pasta. Muy buena croqueta.
Primer entrante Espuma de queso de oveja con anchoa San Filipo. La espuma era como si comieras nata con un sabor profundo a queso. Ligera pero cremosa se mezcla su acidez con la salinidad de la anchoa y el fondo de aceite de oliva. Muy buen plato.
De segundo entrante Atun marinado con sesamo . Producto de calidad y con sabor autentico de mar
Mas tarde Bacalao sobre berenjena. Taco alto de bacalao , laminado y se cortaba en bloque con la combinacion muy buena de las verduras
Caballa asada . Gruesa de gran calibre , nada seca , jugosa (con la dificultad que supone tratar este pescado). Cada bocado llenaba la boca.
Gamba , perfecta en ejecucion ,en sabor y en textura
Verduras envueltas en lamina de panceta. Plato original y con una muy buena mezcla de sabores
Lomo de cordero . Crujiente por fuera y jugoso y tierno por dentro.
De postre variacion de chocolates con cremoso de café y una castaña helada rellena de leche merengada. Chocolate chocolate , con un cremoso que mas parecia de un bombon que de cafe. La leche merengada de la castaña era un puro vicio, acaba con un sabor dulzon de los que te invita a seguir y seguir.
Muy buen pan (hecho directamente en el restaurante) especialmente el pan tostado restregado con tomate de su huerta. De los que cuesta dejar de comer.
Cafe corto con sabor autentico
Servicio en sala muy amable, cercano, voluntarioso y profesional. Ritmo entre plato y plato perfecto
Servicio del vino correcto. Buena carta de vinos , aunque en muchas referencias se observa que esta mediatizado por la demanda de los clientes. No obstante hay botellas interesantes a precios comedidos.

Si tuviera que definir con una palabra a este restaurante ,la escogida sería Honradez. A la enesima potencia. Miguel es como su cocina , franco, directo y sin doblez. Y lo sabe trasladar a los platos y a la sala. Este restaurante es lo que es ( y de verdad que es mucho) desde que entras hasta que sales. Los productos son de primera linea y la cocina tiene base tradicional pero el desarrollo es personal. El servicio , como continuacion , es sumamente atento sin ser servil. Todo se hace facil y nunca hay problema para nada. Angela , que se encarga de la sala, te hacen sentirte como en casa. Y se agradece , ya lo creo que se agradece. Basandose en la materia prima de toda la vida aqui se da un paso hacia delante y , rindiendo un homenaje a los antecesores , se genera la marca de la actualidad. Nada facil el planteamiento, pero existoso el desarrollo.
Creo que toda la comarca puede sentirse orgullosa de tener una continuacion de su cultura gastronomica en un restaurante como este.
Ya empiezan los reconocimientos en las guias despues de una labor de trabajo en la sombra durante cinco años. Espero y deseo que aparezcan mas luces porque , emho, se lo merecen al 100%.
P.D Durante el mes de Junio se crea un menu de 24 euros que consiste en en tres entrantes , un pescado, una carne o un arroz y el postre.
El precio es sin vinos

Este fin de semana acudí a un restaurante que me recomendaron a 25 km de Castellón en la población de Vall d'alba y sinceramente lo acertamos, se trata de un restaurante que atiende de forma sencilla y a la vez con un trato exquisito, lo cual complementa a la cocina elaborada y creativa que tiene, no en vano está en la Guia Michelin. Nosotros provamos el menu del arroz: compuesto por un aperitivo, dos entrantes, arroz meloso con alcachofas y un velo de galeras y postre elaborado con bizcoho, crema de vainilla, caramelo, etc...
Todo ello acompañado de un buen vino que nos aconsejaron de la amplia carta que tienen. Todo ello con una buena calidad precio.
Aconsejo a la gente de Castellón que disfrute de la cocina de Miguel que no tiene nada que envidiar a otros restaurantes que estan en grandes ciudades y sólo está a 25 km.de Castellón y 80 km. de Valencia. Probarlo que vale la pena.

Desde que en el blog 'Compartir mesa', leí su comentario, tenia ganas.
Por fin ayer pude con unos amigos acercarme a este restaurante que en el Castellón medio se ubica.
Restaurante franco, acogedor y amable. Sin estridencias, donde uno se siente cómodo.
Comodo y ... satisfecho.
Que excelente cocina. Cocina donde los sabores se entremezclan sin perderse, donde puedes viajar en el tiempo de sabores y recuerdos; combinando perfectamente tradición y avance. Todo un descubrimiento.
Menú de otoño
-Como aperitivos: Quesos de Almedijar (variedad de Los Corrales); maravillosos. Capuchino de setas de cardo y boletus con romero (como decia un comensal para llevarse un pozal); excelente. Tartare de foigras, boletus y trompetas con vinagre de higos. Remolacha a la sal, pie azul y polvo de jamón; una filigrana de gran exquisitez. Cinta de presa iberica con ecurtidos y llenejas escabechadas; no se olvida.
Meú propiamente: Setas con trufas, castañas, yema y sabayon de tomillo a ello se le añade un caldo en el que encuentras los abores de tu infancia en pleno monte. Gamba de Denia con juliana de setas, cuscus vegetal y hierbas licuadas; excelente el punto de la gamba cuyo jugo se entremezcla con los hongos para descubrirun maridaje sorprente. Pulpo de roca con pata de ternera, rovellones y emulsión de coliflor; todo un contraste. Huevo de corrala baja temperatura con bacalao, butifarra y fredolics. Tombet de Castellón; hacía tiempo que no probava tal cosa, tan buena.
Postres: Cuajada de oveja con mermelada de satas; el frescor del bosque en la boca. Compota de calabaza con rebozuelos en almibar y granizado de mandarina; impresionante.
Todo ello fue regado con Rieling, Borgoña, Saint Emilion, Ribera de Duero con el final de un Valdespino de bota de cien años.
La amabilidad estupenda sin agobios ni encorsetamientos. Buena puesta en excena de este auto gastronomico.
VALE la PENA IR

Restaurante muy recomendado por Castellon, y no nos defraudó.. Visita el lunes de Pascua dia 24 de marzo; local completo. Pedimos menú degustacion que constaba de ocho platos y dos postres, todos bien presentados con toques de creatividad. Muy buena materia prima, recuerdo con entusiasmo un carpaccio de alcachofas y gambas y unas espardenyes, gelatina de sopa de ajo, setas y romesquet ( espectaculares). Al final elejimos un arroz con calamar y ortiguilla de mar y un cabritillo perfecto de coccion y sabor.De los postres destacaria una sopa de coco sorprendente
RCP : buena, pedimos un belondrade y lo sirvieron en buenas copas y buena temperatura ( tienen bodega climatizada)
Un lugar para recomendar por la comida y por el local fuera de lo común

Animados por los comentarios de esta página y por el de unos amigos decidimos visitar este restaurante. Magnífica la decoración, el ambiente: Diseño con gusto, cálido. La tención del personal correcta, y amable. La comid a un placer para los sentidos. : sobre todo la vista y el gusto. Pedimos el menú degustación y un vino valenciano: Les Alcusses (crianza). Si no recuerdo mal, este menú estaba formado por siete platos (elkl último a elegir entre dos opciones: carne o arroz). Exquisitos todos: a destaacar las alcachofas con chipirones y la merluza. El arroz meloso con chipirones langostinos, que casi no nos cabía ya, delicioso. Los psotres muy ricos. A destacar el tiramisú: auténtico.
La RCP: excelente: 100 euros el menús degustación para dos (40 + iva),el vino, café y y unos macarrones y el tiramisú de nuestra hija.
Puede mejorar, eso sí, la cubertería y las tazas del café. Pero sin un lugar para recomendar y para volver.