Una agradable sorpresa

Desde que en el blog 'Compartir mesa', leí su comentario, tenia ganas.
Por fin ayer pude con unos amigos acercarme a este restaurante que en el Castellón medio se ubica.
Restaurante franco, acogedor y amable. Sin estridencias, donde uno se siente cómodo.
Comodo y ... satisfecho.
Que excelente cocina. Cocina donde los sabores se entremezclan sin perderse, donde puedes viajar en el tiempo de sabores y recuerdos; combinando perfectamente tradición y avance. Todo un descubrimiento.
Menú de otoño
-Como aperitivos: Quesos de Almedijar (variedad de Los Corrales); maravillosos. Capuchino de setas de cardo y boletus con romero (como decia un comensal para llevarse un pozal); excelente. Tartare de foigras, boletus y trompetas con vinagre de higos. Remolacha a la sal, pie azul y polvo de jamón; una filigrana de gran exquisitez. Cinta de presa iberica con ecurtidos y llenejas escabechadas; no se olvida.
Meú propiamente: Setas con trufas, castañas, yema y sabayon de tomillo a ello se le añade un caldo en el que encuentras los abores de tu infancia en pleno monte. Gamba de Denia con juliana de setas, cuscus vegetal y hierbas licuadas; excelente el punto de la gamba cuyo jugo se entremezcla con los hongos para descubrirun maridaje sorprente. Pulpo de roca con pata de ternera, rovellones y emulsión de coliflor; todo un contraste. Huevo de corrala baja temperatura con bacalao, butifarra y fredolics. Tombet de Castellón; hacía tiempo que no probava tal cosa, tan buena.
Postres: Cuajada de oveja con mermelada de satas; el frescor del bosque en la boca. Compota de calabaza con rebozuelos en almibar y granizado de mandarina; impresionante.
Todo ello fue regado con Rieling, Borgoña, Saint Emilion, Ribera de Duero con el final de un Valdespino de bota de cien años.
La amabilidad estupenda sin agobios ni encorsetamientos. Buena puesta en excena de este auto gastronomico.
VALE la PENA IR