Cuando uno lee una crónica como la que me precede la cual está escrita por un forero consagrado, una persona con amplios conocimientos en materia gastronómica, pero sobretodo un caballero, no queda otra opción que asentir y aprender. No voy a hablar de lo que comimos y bebimos porque Javier lo ha expuesto a la perfección, únicamente voy a hablar de forma muy breve sobre nuestras sensaciones.

Nos consta que han trabajado muy duro, que toda la familia se ha volcado para que este décimo aniversario sea un hermoso regalo a los que como nosotros siempre nos ponemos en sus expertas manos. Han mantenido charlas con bodegas y finalmente han conseguido una notable selección de vinos que han armonizado a la perfección con dicho menú. Esta familia ha hecho un esfuerzo aún a sabiendas que las ganancias iban a ser "cero", un esfuerzo por y para el cliente. Estos líderes en el apartado de la regularidad se merecen todas las alabanzas, las recibidas y las venideras. El equilibrio es la piedra angular de este local en donde cada pieza realiza su misión a la perfección, y donde ese eje llamado "Belén" se ha tenido que multiplicar para mantener el alto nivel que nos tenían acostumbrados. Belén es la polivalencia, ejerce en la cocina, en la bodega y en la sala, siempre encuentra un hueco para efectuar un pase entre las mesas, cual Iniesta pero sin balón. Que decir de la Sra. Amparo, el alma de La Pitanza, aunque muchas veces no la veamos siempre esta ahí, sin ella evidentemente esto no habría existido. Y también de Hugo, aunque tampoco se haga muchas veces visible es parte fundamental de este presente, pasado y futuro.

A los que vayáis próximamente os deseamos que disfrutéis tal y como hemos disfrutado nosotros.

Gracias Belén por lo bien que nos trataste, dale un fuerte abrazo a Nacho y recuerda que tenemos unas "burbujas" pendientes ;-)

Nota: El precio del menú degustación con maridaje fueron 30 € más IVA. No tengo la nota a mano pero creo recordar que la cuenta ascendió a unos 120 €. En ese importe va incluido lo nuestro y lo de los cuatro niños los cuales tomaron una paella de pollo, helados y refrescos.

Enhorabuena Pitanceros!!!

Cuando vi anunciado el menú que ofrece el restaurante para el encuentro ya me entraron muchas ganas de ir. Ya solo faltó el comentario de Josan , forero absolutamente fiable para mi, para que decidiera que este menú había que intentar probarlo como fuera
Dado que en las fechas del encuentro me es imposible poder acudir he llamado a Belén y , como siempre, todo facilidades y sin ninguna pega, accedió a que tomáramos con adelanto a lo que se ofertara el próximo fin de semana.

Aceitunas, Papas y latitas de Conserva para picar
De las aceitunas no opino , porque no me gustan, remito a la opinión de Josan.
Papas caseras de patata y yuca perfectas. Crujientes con justo punto de sal y aceite. Sabor autentico.
Una lata de mejillones de tamaño considerable y con buen sabor y excelente escabeche
Una lata de sepionets con sabor de playa , de mar y con un marcado de plancha perfecto. Se comen de un bocado y cuando muerdes explota en la boca un auténtico bocado de mar, de sal y de iodo

Maridado con Cava Robert J. Mur Tradición D.O.Penedés . Ligero, fresco. Hace el papel que tiene que hacer de introducción

Alcachofas de Alboraya con Tallarín de Calamar Presentada en dos texturas (rehogadas y en forma de chips muy finos) es un homenaje a la alcachofa . Una vez mas , la marca de la casa (el sabor) se manifiesta de forma pletórica y casi insultante. Los calamares en forma de tiras que lo acompañan , al lado del vegetal quedan eclipsados totalmente. La alcachofa esta tan buena , que cuando has cavado , el mojar el aceite que queda en el plato es un placer añadido. Hasta su recuerdo es bueno….

Maridado con Cerveza Artesanal Spigha Gurugú (Brown Ale) de Alcoi . Cuando leí este maridaje la verdad es que las dudas me asaltaron. Siempre había pensado que la mejor unión de la alcachofa son los generosos. Y sin dejar de ser esto verdad, su maridaje con la cerveza es , además de original, muy satisfactorio. Esta cerveza no es ni fácil ni ligera. Cuando la pruebas sola aunque su cuerpo no es muy alto, su sabor lineal entra directo hasta el fondo y se fija dando un postgusto amargoso. Cuando se combina con la alcachofa se producen dos efectos , por una parte el sabor de la verdura se potencia y , por otra , desaparece todo rastro amargo de la bebida.

Garbanzos Marineros con gambas, pulpo, calamar y Yemas de Erizo Buque insignia del restaurante , no hay mucho más que decir acerca de él. Finura, potencia, elegancia, fondo ligeramente picante, conjunción de sabores……….. Aunque fuera el único plato que sirvieran , solo por ellos ya merecería la pena ir a comer a la Pitanza.
Maridado con La Bota Manzanilla 32 Equipo Navazos D.O.Jerez Unión de dos potencias controladas. Unión de salinidad , yodo, playa, mar. Punzante su sabor acompaña al del fondo marino del plato y al sabor de la tierra de los garbanzos. Se complementan tan bien que , me temo que cuando vuelva a tomar estos garbanzos ya no lo sabré hacer sin acompañarlos con esta manzanilla. Si ya el plato era y es soberbio , con este vino todavía lo es mas.

Arroz de All i Pebre de Cocochas Arroz meloso , al punto justo de cocción, sabor profundo que gana poco a poco en intensidad conforme se mastica , ya que el grano esta impregnado del sabor del fondo. Contraposición del sabor ligeramente salado de la Cococha con el picante del arroz. Como ya se ha descrito anteriormente es una decosntruccion del All i pebre tradicional , cambiando la anguila por la cococha y la patata por el arroz

Maridado con AD Gaude Blanco Albariño, Loureira Selección barricas Señor de Sirera Casa Sicilia D.O.Alicante No lo tenia nada fácil el vino. Enfrentarse a cuerpo descubierto a este arroz es difícil. Conjugar con una bebida , los sabores picantes, punzantes , grasos y salados no es precisamente una tarea fácil para un vino. Teniendo muchas posibilidades , a priori , de quedar difuminado , arrastrado y vapuleado, de forma sorprendente , este Albariño no sólo no fue derrotado sino que incluso salió reforzado de la batalla. Su sabor frutal intenso , muy intenso (me recordaba a un blanco del Ródano), su cuerpo graso y su acidez no solo le sirvieron para no postrarse sino que salió de la lucha reivindicando su personalidad. Cada trago envolvía la comida, la domaba y luego la potenciaba , refrescando y limpiando el final con su acidez notable. Excelente

Patata Ibérica con Crujiente de “cansalà” Sentí otra vez lo mismo que sentí cuando probé este plato en Agosto. Copio y pego de la nota colgada en esa ocasión
Circulo de patata con huevo de codorniz encima , jamón crujiente y una especie de pimentón con sabor a chorizo. Plato sencillo, según dice los que saben cocinar (yo no tengo ni idea), a priori. No sé si es sencillo o complicado . Y sinceramente, no me importa nada si es o no lo es. Sólo puedo decir que me maravilló. La unión de la fécula de la pata con el resto de los ingredientes provoca un aluvión de texturas . Y después de disfrutar de las texturas, irrumpen , como si de una orquesta habláramos, lo sabores que van aumentando de potencia según masticas para dejarte el retrogusto del pimentón dulcificado por el resto. Plato de los que te lleva al cielo y....te deja allí por su postgusto largo

Maridado con Cesilia Rosado,Merlot y Monastrell, Casa Sicilia D.O. Alicante Otra batalla difícil para el vino. Y con táctica diferente, otra salida mas que airosa. Así como el blanco se enfrentaba al arroz a pecho descubierto, este rosado , sabiendo lo que tenia enfrente, opto por la sutileza. En un primer lugar se dedica a ser una comparsa , un mero acompañante. Poco a poco , sin prisas, va haciéndose un hueco entre la cascada de sabores del plato , se infiltra en medio, los disecciona, los separa para hacer notar su presencia que va ganado puntos hasta que , al final, su acidez notable limpia y refresca la boca.

Fideua de Muntanya Fideo fino, crujiente, suelto, perfecto su punto. Sabor fuerte, muy fuerte, sabor a tierra, a pastos, a hierbas. Te pasea por la montaña con fruición , pero con elgancia. Los fideos son el hilo conductor de la excursión y lo que los acompaña es el paisaje. Enorme……

Maridado con AD Gaude Heretat 06 Cabernet, Monastrell, Syrah y Petit Verdot, Casa Sicilia D.O.Alicante Vino maduro, serio, profundo. Hay humo, cuero, fruta roja , especies y balsámicos. No necesariamente en ese orden porque evoluciona con el tiempo. Su fondo es mineral suave , taninos presentes y acidez justa. Vino serio, austero en su primera percepción, para luego imbuirse en los sabores y combinar perfectamente. Las especies , el sotobosque y las hierbas aromáticas finales recuerdan el monte y los balsámicos sirven de ayuda para preparar el siguiente bocado

Rabo de toro Nada que añadir al comentario que me precede. Melosidad, sabor muy alto, patatas excelentes. Plato tradicional, sin florituras que ni las necesita ni le añadirían nada. Contundencia, artillería pesada sin concesiones a la galería. La Pitanza en esencia, en puridad.
Maridado con AD Gaude 2006 Monastrell ,Syrah y Petit Verdot Casa Sicilia D.O.Alicante . Goloso, redondo, frutal. No limpia la boca , envuelve la comida , aprovecha la melosidad de la carne y de la fécula para empaquetarla con cuerpo redondo. Cede protagonismo en primer lugar al rabo de toro , pero el final del bocado es la Monastrell , su Monastrell que tan bien trabajada esta en esta botella

Torrija Caramelizada con helado de Xixona Esponjosa, golosa, punto justo de dulzura, con juego de texturas. Muy bien acompañada con el helado que aporta frescura . Muy buen postre

Maridado con Cardenal Alvarez 2007, Monastrell pasificada, Casa Sicilia, D.O. Alicante Vino con buena concentración frutal y punto justo de dulzura. Acompaña perfectamente el postre. La complementa porque su dulzor es posterior a la de la torrija, con lo cual es como si habláramos de una prolongación.
Servicio de sala muy dispuesto, rápido, agil, con cambios de platos y de cubiertos en cada servicio. Cercano, discreto y correcto. Te ayudan a sentirte cómodo. Profesionalidad y discreción.

Creo que hacer un menú ex profeso para un encuentro de Verema siempre es un riesgo. De entrada , se supone que la gente que se desplaza adrede a Valencia para asistir al mismo , son personas que les gusta beber y , en la inmensa mayoría de los casos, comer. Y esa gente, no solo le gusta comer y beber , es que saben comer y beber. Enfrentarse (en el buen sentido) en dos días (cuatro servicios) a este tipo de personas no deja de ser un reto. Si además , el menú lo maridas, el riesgo/reto crece exponencialmente. Muy seguro tiene que estar el restaurador de si mismo para preparar este tipo de eventos. Y este restaurante trasmite en sus platos esa seguridad. Apabullante seguridad. El dominio de los platos que comimos es total y absoluto. Comida redonda , clara en ideas y de ejecución directa y profunda. Ningún fallo en ningún plato. Este año , La Pitanza ha dado un paso más maridando el menú. El resultado , sobresaliente. En comida y en bebida. En concepción , cadencia, diseño y ejecución. Se sube en intensidad en cada plato con el ritmo adecuado y una técnica culinaria perfecta. Todo estaba bien hecho y a todo se le había tratado como merecía su excelente materia prima.

Mención aparte merece el maridaje. Muy bueno , con platos de difícil conjunción , han logrado la unión para que se disfrute de lo comido y de lo bebido. Me encanto el Albariño, para mi todo un descubrimiento. Me sorprendió la cerveza y me reafirmo la manzanilla en que Navazos es mucho Navazos. Los tintos estuvieron a mucha altura, diferentes en protagonismo , pero con marcada personalidad y con un trato extraordinario de las varietales. Este maridaje hace ganar un punto al servicio del vino
Si a lo anterior , se añade que todo incluido son 30 euros……….pues…….. creo que ya esta todo dicho. Afortunadamente, a Amparo y a Belén tuvieron la deferencia de que pudiera tomarlo. Para mi , fue , toda una experiencia gastronómica. De las que no se olvidan. Y a un precio ridículo. No creo que se pueda pedir mas.
Un señor menú para un señor encuentro. Un menú a la altura de un encuentro como el de Vereda (y eso es mucha altura)

Menú recien colgado en verema y me dejé caer por allí a ver si era posible su degustación, sin ningún problema por parte de Belén , tan amable como siempre.
La sala , cuberteía , mantelería y copas está suficientemente detallada en comentarios anteriores , muy adecuada al local y a su cocina.
Empezamos con unas entradas compuestas por aceitunas rellenas las cuales eran de un gran tamaño( el relleno es increiblemente bueno), papas caseras, conservas de mejillones en escabeche ;un mejillón de enorme tamaño , con un sabor brutal y un escabeche muy suave.Sardinas (maceradas) con fresas y balsámico , el contraste de la sardina con la fresa y el balsámico es increible.También en el aperitivo se incluía unos sepionets de galicia marcados en plancha con un sabor impresioanate ( para mi es la tapa por excelencia junto con las croquetas). Todo ello maridado con cava Robert J. Mur que por su frescura le iba fenomenal.

Continuamos con alcachofas de Alboraia y tallarín de sepia. La alcachofa se presenta en dos texturas que con el suave toque del tallarín de sepia le da un sabor muy agradable .Aunque predomina en todo momento la potencia de sabor de la alcachofa, espectacular sabor la alcachofa de Alboraia. Se marida con cerveza de Alcoi , artesana spigha gurugú. Sorprendente combinación, no me podia imaginar que la cerveza podía maridar con la complejidad de maridaje de la alcachofa.Realmente expectacular.

El siguiente plato fueron los garbanzos marineros con erizos,gambeta,pulpo y calamar.Si los restaurante tienen un plato especial, La Pitanza tiene sus garbanzos marineros. Creo que es el plato alma del local, no hay mentiras en él , es sabor , potencia, textura,producto, es un plato que enamora, no te deja indiferente.Este plato ha sido maridado con la bota de manzanilla nº32 de Navazos.

Arroz de all i pebre i cocochas.Arroz con una melosidad imresionante, cada cucharada es un alirón , arroz de la modalidad albufera que recoge todo el sabor del guiso y mantiene la textura del bomba hasta la última cucharada. Al final del plato aparece el picante del all i pebre ¡ que delicia !. Se marida con un impresionante vino blanco de AD Gaude albariño.

Seguimos com patata ibérica y crujiente de cansalá . La patata se sirve de forma cilíndrica con un huevo de conorniz encima y la crujiente cortada de cansalá. La sencillez de este plato llega a un extremo que lo ensalza.La textura de la patata en conjunción con los ingredientes hace de él un plato noble, brillante y de un sabor extraordinario que junto con el sabor final del pimentón lo hacen una obra de arte.Se marida con un vino rosado , Cesilia rosado ( casa sicilia Alicante).

El siguiente plato era la fidegua de montaña.Fideguá hecha con fideo fino, gran fondo, fideo al dente, profundo sabor , con su carne magra, embutido y plantas aromáticas que le ensalzan el sabor.Cada cucharada te hace pensar que estas en plena montaña.El maridaje fue con AD Gaude Heretat 06.

Continuamos con rabo de toro acompañado de unas patatas fritas cortadas gruesas. La melosidad de este plato es excelente. Después de 4 horas de cocción se consigue un sabor y una textura muy suave pero de sabor contundente. Plato sencillo pero a la vez para los que no sabemos cocinar como yo , muy complicado, enorme plato, puede servir de plato único en una comida por su contundencia y sabor.El maridaje de este plato fue con AD Gaude monastrell,syrah y petit verdot.

De postre para terminar torrija caramelizada maridada con Cardenal Alvarez 07. Muy buena calidad y enorme sabor , un gran postre para terminar.

El servicio de sala ha estado en todo momento muy correcto , a un nivel muy alto y siempre pendiente del comensal.
Creo que la Pitanza está cimentada y creciendo ,subiendo peldaños muy deprisa pero siempre teniendo encuenta sus origenes y su producto que por cierto cada vez se preocupan más del mismo y está trabajando con unas calidades de lujo.

A Belén y Amparo les apasiona su trabajo , disfrutan , te hacen disfrutar, son honradas , honestas, dominan las texturas,el producto , cociones , no hay snobismos ni modas, sólo producto bien trabajado y buena cocina,hecha para hacer disfrutar , es una cocina auténtica, real, sin tapujos y sin tonterías , es COCINA.

Mi mas sincera enhorabuena por el menú y el acierto de este difícil maridaje , no todos se atreben a hacerlo pero La Pitanza lo ha hecho y demuestra que sabe muy bien lo que hace y donde quiere llegar.

Varios fueron los factores que hicieron que acabásemos cenando anoche en La Pitanza. No era nuestra primera opción, todo sea dicho, desde el respeto y la admiración hacia este restaurante. Pero lo cierto es que nos apetecía más descubrir algún local nuevo en el que todavía no hubiésemos estado y de éstos que tanto revuelo andan armando ahora por aquí: kiaora, mulandhara, suma, delicat… Pero todos ellos cerraban el domingo noche. Además disponíamos de un cheque “Smartbox: cena chic” que podíamos utilizar sólo en 4 o 5 locales de Valencia y, ciertamente, la Pitanza era garantía cuasi segura de satisfacción. Como digo, todo parecía estar predestinado.

Llegamos y nos dieron a elegir entre dos mesas: la una más cercana a la ventana pero al lado de una mesa de diez personas que se esperaba para un poco más tarde (buena advertencia) y la otra junto a la escalera donde hay mayor tránsito de clientes y servicio. Elegimos la primera opción pues tampoco es que nos moleste excesivamente el ruido. Se sumó durante la cena otra mesa de cuatro con apariencia de familia extranjera. El menú de la promoción es el mismo que ofrece el restaurante como menú nocturno: tres entrantes (todos ellos emplatados individualmente), plato principal a elegir (alguno de ellos con suplemento) y postre también a elegir. Comenzamos:

- Crema de boletus: aperitivo cortesía de la casa servido en vaso bajo de cristal (tipo chupito pero de mayor capacidad) que nos vino de categoría para entrar en calor en una noche, si bien no fría, sí ventosa a más no poder (como todo este invierno). Muy gustosa.

- Tomate valenciano con ventresca de bonito: tomate de tamaño mediano y forma perfectamente esférica pelado y con un relleno de bonito en conserva, alcaparras y una mayonesa mus suave. Buen conjunto con predominancia del sabor de las tápenas (¡ojo a quien no le gusten!).

- Sopa de maíz con foie glaseado y arena de quicos: Parece ser un clásico de la casa por lo que se lee en pasados comentarios. A mí todavía no me lo habían sacado. Esperaba una presentación tipo crema, pero realmente es un sopa bastante líquida pero muy sabrosa. Íbamos a mezclar todos los ingredientes para degustar este plato y la sugerencia del servicio efectivamente fue esa. Todos y cada uno de ellos se complementan a la perfección dando como resultado un plato redondo.

- Pimiento del piquillo relleno de carne de ciervo: Correcto sin más.

- Como segundos pedimos bacalao gratinado con allioli y carrilleras de ternera estofadas. Ambos platos nos gustaron mucho: el bacalao en su punto de sal, óptimo, y con la delicia que siempre supone el allioli casero gratinado al horno. Las carrilleras tiernas, se deshacían sin necesidad del cuchillo y la salsa del estofado muy rica. Raciones generosas.

- De postres elegimos la torrija con helado de canela (nunca me canso de esta recurrida pero grandísima combinación) y tarta de queso que estaba bastante buena.

Para beber tomamos agua y nos decantamos por un vino variedad mencía que desconocía: el Casar de Burbia, del Bierzo, lógicamente. Estaba bueno, si bien no tanto como otros bierzos ya consagrados (o más comerciales, según se vea) de precio similar o un poco más alto.

El servicio estuvo correcto en cuanto a la atención, explicaciones del menú, del vino, tiempo de espera entre los platos, rellenado de copas cuando se acercaban a traer los platos… Pero ciertamente se echa en falta la cercanía y el trato campechano de Joan, el anterior “jefe” de sala (seguro que a él le haría gracia eso de “jefe”). Dos detalles a mejorar EMHO son la presentación de la carta de vinos (sólo se entregan unos folios fotocopiados) y el pan que, sin estar malo, ni mucho menos, tampoco era de esos que perduran en la memoria un tiempo. Sí es cierto que se ha mejorado la decoración y aspecto del WC que, aunque un poco falto de luz, ya resulta más acorde al nivel del comedor y del restaurante en general.

No puntúo la RCP porque desconozco el precio de la promoción (aunque sé que está en la red y puedo mirarlo, me da pereza). Las aguas contaron como bebidas incluidas en el menú, así que sólo pagamos el vino y un café. Tuvieron el detalle de no cobrarnos el suplemento que nos habían anunciado para el bacalao, pero, por contrapartida, se cobró 1,50 € por el servicio de pan (suficientemente se ha debatido este tema en el foro de recetas, gastronomía y restaurantes).

La visión global del restaurante, ahora que ya conozco la opción de cena, es que, para mi gusto (muy personal), lo prefiero a mediodía. Los arroces degustados, aquel gazpacho manchego memorable… me decantan hacía la opción de almuerzo/comida, pero insisto que ello solo responde a unas circunstancias especiales y muy personales.

Bueno, hoy hemos estado comiendo en la Pitanza y ya era hora poque llevaba mucho tiempo esperando el momento justo e idóneo para ir y hoy ha sido ese día. El local no nos ha gustado demasiado porque no es demasiado atractivo al comensal aunque lo que realmente importa es la calidad de la comida y el servicio.
Se ha tomado el menú del día de 19€ + iva compuesto por:

- Croqueta de espinacas
- Sopa de castañas
- Canelón de foie y verduritas

Los entrantes si que los hemos notado flojos, sobre todo los dos primeros siendo algo superior el canelón de foie.
De plato principal hemos tomado un arroz meloso con setas y codorniz simplemente espectacular. Lo mejor de la comida sin lugar a dudas ya que tras los dos primeros entrantes estábamos algo decepcionados.
De poste ha sido tarta de chocolate con helado de mandarina que también estaba sensacional.
Sin lugar a dudas el plato principal y el postre han sido lo mejor de la comida. Hay que decir que el menú ha ido de menos a más y que la nota final es un notable.
Hemos salido con buenas sensaciones y con ganas de volver otro día a probar diferentes platos aunque como ya comenté antes, la parte negativa aunque pesa mucho menos que la positiva son los dos primeros entrantes (flojos) pero con el arroz meloso, el postre y el servicio nos han ganado para una segunda vez.
De bebida no hemos tomado vino, pero si café y copa. El precio ha estado contenido lo que ha sido otro punto a favor de La Pitanza.
Volveremos.

Fui a cenar con unos buenos amigos. Me habian hablado muy bien del restaurante, y ellos habian ido anteriormente... Quizas las expectativas fueron muy altas. El motivo principal por elegir este restaurante es porque podiamos llevar nuestro propio vino, y teniamos unas botellas que queriamos probar. Dos comensales pedimos pato... que llego bastante frio a la mesa, y el pan que pusieron en el centro de mesa tenia bastate moho. Tras comentarlo al camarero no parecio darle mucha importancia al echo, lo que me impacto bastante...

En definitiva, una experiencia no muy buena.

Después de reflexionar tanto sobre mi opinión anterior como sobre los comentarios que ha generado , creo que cometí algún error y como pienso que lo malo no es cometer errores sino no aprender de ellos, voy a intentar remediarlo y emitir una opinión más ajustada a mis experiencias en este restaurante :

-El título de la opinión no es apropiado, pues para decir que un restaurante ha dejado de ser lo que era no basta una con una visita decepcionante. Además, en mis 4 ó 5 visitas anteriores (he de decir que todas excepto una antes de ser usuario de Verema) comimos muy bien. Quizá un título más acertado podría haber sido "Un mal día”.

-La valoración la hice nada más llegar a casa, o sea en caliente (y nunca mejor dicho). Habíamos quedado muy decepcionados por cómo fue la comida , pues fue tal y como la describí, pero atendiendo a los atenuantes (las positivas experiencias anteriores , la explicación de los problemas de personal en cocina y sala , la petición de disculpas por parte de la señora de la cocina y a no ser cobrado un plato) creo honestamente que debí dejarlo pasar. No puedo darle otra puntuación por esta visita, pero puesto que es cierto que no puntué la anterior visita que sí fue de nuestro agrado, considero que debo dejarlo sin puntuar. De hecho esta mañana me he puesto en contacto por teléfono con Verema para pedir que anulen las puntuaciones.
Una vez hechas las rectificaciones que considero justas , quiero agradecer los comentarios a mi opinión anterior ,pues me han ayudado a emitir un juicio más ponderado y a aprender, por ejemplo, que la tardanza en el servicio se valora en “entorno” y no en “comida”. Creo, sin embargo, que hubo algunos comentarios poco afortunados , pues si ya es un poco aventurado opinar sobre cómo ha comido alguien (el comer y el beber es algo extraordinariamente subjetivo y debatir sobre ello sin haber estado casi en la misma mesa complicado - por ejemplo , ese mismo día no todos tuvieron por qué tener los problemas que padecimos nosotros- ) , el juzgar las intenciones o la personalidad de otra persona es algo que está fuera de lugar.

Nada más, como ya dije , volveremos.
Saludos.

Vistos algunos comentarios con los que discrepo prácticamente en toda su integridad, quiero hacer constar el siguiente statement:
He visitado la Pitanza ya en un importante número de ocasiones, de cena de grupo, con amigos, con familiares, con la pareja, ... y nunca han dejado de sorprenderme gratamente con la cocina ni he percibido un trato que no fuera excelente. Evidentemente, siempre se puede tener un mal día, pero según el teorema de Nyquist, necesitas bastantes muestras para recopilar la suficiente información de cualquier señal, por lo que extraer verdades absolutas de una única experiencia no me parece lo más adecuado.

Al tema:
El lunes pasado acudí a la Pitanza a cenar y probar el menú. Me llevé 'bajo el brazo' una botella de AALTO PS 2006 que tenía en espera para alguna ocasión. Disfruté del genial servicio del mismo realizado por Joan. Para empezar probamos el aperitivo de Sopa de Melón con jamón crujiente, muy original, aunque soy más de jamón que de melón. A continuación llegó el Tomate con bonito, también con un buen toque de personalidad, el tomate pelado y colocado hacia abajo con el bonito en su interior. Posteriormente llegaron unos platos que, a pesar de ser ya conocidos para mi, aún no había probado: el Foie con Sopa de Maíz y Arena de Quicos, y los garbanzos marineros. Ambos platos muy bien llevados a cabo. Particularmente el que más me impactó fue el Foie con Sopa de Maíz, muy buena combinación del Foie y su textura suave con el potente sabor del maíz. Después probamos ya el Pimiento del Piquillo Asado y relleno con Ciervo, también excelente. De plato principal me decanté por el solomillo ibérico hecho al horno a baja temperatura, estaba cortado a rodajas, extremadamente tierno y con una jugosidad adecuada. El postre era un acertado surtido para disfrutar.

Simplemente excepcional, no puedo añadir nada más, id y disfrutad de la cocina.

Hacía varios meses que no íbamos por La Pitanza y a media comida,con el disgusto reflejado en nuestros rostros, mi mujer y yo nos preguntamos qué sucedía,si habría cambiado de propietarios.
Os cuento lo que sucedió:
LLegamos a las 14,45 (previa reserva) y después de 15 min. esperando nos toman nota. Pedimos 2 menús y un entrecot para nuestra hija. Tras otros 15 min. de espera nos llega el 1er entrante, lata de boquerones en vinagre (buenos), 20 min. después el 2º entrante canelón de pato (muy bueno, pero llegó frío a la mesa). Si sumamos el tiempo transcurrido, llevamos casi una hora sentados y vamos por el 2º entrante y nuestra hija sin comer , puesto que el entrecot no había llegado. Se lo hacemos notar al camarero y al ratito lo trae, poco hecho (lo había pedido al punto), un poco frío ya...y sin la guarnición. Poco después nos traen los segundos: solomillo de cerdo para mi mujer (también un poco frío) y suquet de pescadilla para mí (muy bueno). Le hago notar a la camarera que el entrecot había sido servido un poco frío y sin la guarnición. Mientras esperamos el postre ( tarta de chocolate, casi un brownie, con helado de mandarina, muy bueno pero ración escasa) viene a nuestra mesa una señora, de la que lamento desconocer su nombre, para pedirnos disculpas por el entrecot, decirnos que no lo va a cobrar e invitarnos a una copa de cava tras el café para no irnos con mal sabor de boca. Aceptamos sus disculpas y le confesamos nuestra extrañeza por el mal funcionamiento, tanto de cocina como de sala, pues las 4 ó 5 veces anteriores había sido muy diferente. Ella nos explica que el jefe de sala que tenía (de grato recuerdo para nosotros, aunque no recuerdo su nombre) se había ido avisando con apenas dos días de antelación, su ayudante de cocina era nuevo también y ella tenía que estar pendiente de los diversos arroces que había en marcha, etc por lo que el funcionamiento se resentía.
En verdad agradezco el detalle que tuvo con nosotros y le deseo que recuperen el gran nivel que tenían.
El regusto que tengo mientras escribo esto es un poco amargo, por no haber podido disfrutar de una buena comida como era nuestra intención y también por ver lo difícil y trabajoso que es para un restaurante tener un cierto nombre y lo fácil que es perderlo.
Por mi parte, les deseo se recuperen y si es así volveremos.
Mientras tanto, observaremos las opiniones futuras.
PD: El precio fue de 60 Euros, correspondientes a 2 menús, 2 Estrella Galicia, una copa de vino, un zumo, una tarta de chocolate y 2 cafés.

Segunda y creo que última ocasión. Entramos a las 22h y salimos a la 01h. El servicio nefasto. Tomamos el menu degustacion, que otrora nos pareció muy rico, pero esta ocasion creo que el desastre absoluto del servicio se cargó la cena por completo. Entre plato y plato, veinticinco minutos (literal). Solo habia dos mesas con cuatro personas, mas nosotros que eramos cinco. No entiendo como pueden suceder estas cosas. Las excusas del camarero de los ojos bonitos, sirvieron de poco. Posiblemente no tuvimos suerte ese dia, porque la ocasión anterior nos gustó. En fin, para olvidar. El pecio no incluye vino, ya que la noche no invitaba a ello.