Buey de kobe

36 respuestas
    #1
    abeltran

    Buey de kobe

    Alguien me puede contar algo sobre la carne de Kobe (no de su precio que es desorbitado), la he localizado en un restaurante de Sevilla y me gustaría probarla, pero antes de gastarme los cuartos me gustaría tener alguna opinión de como es y si merece la pena.

    Gracias a todos.

    ...más vino por favor.
    Guguá, mis primeras palabras, mi nombre.

    #2
    in vino veritas
    en respuesta a abeltran

    Re: Buey de kobe

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    Que te digan el nivel de "infiltracion" de grasa, creo que va numerado del 1 al 12. Es como hablar de serrano, recebos y bellotas.
    El 12 es solo para Japon y a unos precios absurdos de tan caro. Yo suelo tener (cuando lo consigo) de infiltracion 10, que ya resulta caro de narices, pero el salto puede ser de 150 euros kilo a casi mil (de la 10 a la 12) y luego están las infiltraciones mucho más bajas, que, estando bueno, no es lo mismo ni de lejos y no por eso baja el precio en consonancia (baja, pero no tanto como la calidad).
    espero que te sirva.
    lo de merecer la pena, a mí el que tengo de infiltracion 10 me la merece, nunca había tomado una carne tan buena. Pero tb me he llevado decepciones potentes con el Kobe.

    #3
    in vino veritas
    en respuesta a abeltran

    Re: Buey de kobe

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    Me aclara mi cocinero ahora, en España es imposible conseguir una infiltracion 12 y en Japon cuesta 1000 euros. Lo maximo conseguible aqui dice que es del 8 y en casos de mucha suerte 10. Que lo normal son de 4 a 6 y encima con estafa (cobrarte los mismos 200 pavos el kilo que si fuera de mas alta infiltracion).

    copio y pego un articulo de internet sobre el kobe que puede ser instructivo.
    Kobe la DO y Wagyu la raza del animal, que vive como la leche de bien, a base de cervecita y masajes... quien fuera buey.

    articulo:

    La exquisitez de la carne de buey de Kobe
    La carne de buey de Kobe, considerada por los especialistas como la mejor carne del mundo, ya se vende en nuestro país, aunque a precio de caviar

    Un puesto del mercado de Chamartín, en Madrid, incluye entre sus más de doce tipos de carnes con certificación de origen una de vacuno procedente del Japón. Se trata de la carne de buey de Kobe, que no es posible encontrar en ningún otro sitio de España. Vale la pena puntualizar que el ganado del que procede la carne no es precisamente de Kobe, sino de varias zonas rurales del Japón. La denominación de Kobe se debe a que éste es el puerto desde donde se embarca la carne a distintos puntos de la geografía mundial. Kobe es la capital de la provincia de Tajima, denominada también Prefectura de Hyogo.

    Autor: Por JORDI MONTANER Fecha de publicación: 10 de mayo de 2005 Los expertos en ganadería conocen a estas reses como bueyes Tajima, un linaje vacuno japonés denominado también kuroge wagyu (reses de piel negra). En la actualidad, sólo 262 granjas crían a este tipo de bueyes, con una estabulación de 5 a 15 reses por granja. Cada animal recibe todas las atenciones de las que sería objeto un niño enfermo. Sus dietas se controlan de forma muy estricta y se componen principalmente de sake y cerveza. Cada día, además, reciben un masaje que ayuda a relajar el tono muscular, proporcionando en definitiva una carne sumamente tierna y muy gustosa que, eso sí, puede superar fácilmente el precio de 200 euros/kg. Contra lo que suele ser costumbre, los estadounidenses se han puesto a imitar este tipo de estabulación y han empezado a criar bueyes de Kobe de forma experimental, siguiendo el mismo procedimiento que en Japón.

    Los ganaderos japoneses puntualizan que no se trata de reses criadas exclusivamente con cerveza, sino que se añade cerveza a su dieta, particularmente durante los meses de verano, que es cuando su alimentación interactúa con los depósitos de grasa del organismo. Las condiciones de temperatura y humedad de las granjas japonesas durante el verano llevan a que la cerveza estimule el apetito de los bueyes y éstos consuman más forraje. En cuanto al masaje, se justifica por el hecho de que las reses más calmadas, relajadas y satisfechas se ha visto que proporcionan una carne de muy superior calidad que las sometidas a estrés o a agarrotamientos musculares.

    El no va más en los cuidados de este ganado es el «baño de sake». Periódicamente, las reses ven lavada su piel con este tradicional aguardiente japonés. Los ganaderos japoneses consideran que una piel lavada y perfumada con sake redunda asimismo en una mayor calidad de las carnes, y por eso pierden horas enteras en el friegue de sus animales con esponjas impregnadas en sake.

    Una tradición milenaria
    La carne de vacuno de Kobe, que contiene una proporción de grasa casi inexistente, requiere una autentificación basada en el índice de masa corporal La proverbial carne de los bueyes de Kobe se usaba antaño para alimentar a los soldados del ejército imperial japonés. Eso sí, después de que regresaran vivos del campo de batalla y como consideración a sus méritos. En cambio, los granjeros que cuidan a esas reses consideraban que el consumo de su carne era un sacrilegio y una ofensa a los antepasados por lo que su sacrificio y elaboración culinaria, según los cánones del sukiyaki , debía hacerse fuera de la granja donde las reses habían crecido. Con el tiempo, estas normas tan rígidas se han ido relajando.

    De hecho, el ganado vacuno no es endémico de las islas niponas. Las reses fueron introducidas en el siglo segundo de nuestra era para alimentar con proteínas a los trabajadores que cultivaban arroz. La orografía de Japón no propicia las zonas de pastos extensas y, en consecuencia, la cría de ganado ha sido siempre muy minoritaria. Entre los años 1635 y 1868, durante el mandato shogun, se prohibió la cría de ganado, restaurada tras esa etapa.

    No ha sido hasta las dos últimas décadas que la carne de buey de Kobe ha sido tan sumamente preciada por especialistas y gourmets. Se calcula, no obstante, que Japón sólo puede servir una cabaña de 4.000 reses al año, de ahí el interés de terceros países (como Estados Unidos) en explotar estas reses en zonas más ricas en pasto y que permitan una mayor producción ganadera. La carne de vacuno Kobe requiere, sin embargo, una autenticación basada en el índice de masa corporal (materia grasa) de los animales, que en condiciones óptimas no sobrepasa el valor 6. Se trata, por tanto, de una carne con una proporción de grasa casi inexistente.

    RECETARIO DE EMERGENCIA
    La carne de buey de Kobe tiene la mitad de grasa saturada que la de cualquier otro buey y un sabor que los especialistas de todo el mundo consideran incomparable Para una cena distinguida, ante unos invitados ante quienes es preciso quedar bien, la ocasión está servida; eso sí, sólo para bolsillos fuertes y con facilidades de acceso al mercado de Chamartín en Madrid. El puesto en cuestión se llama Raza Nostra y, además de la de buey de Kobe, presentan muchas más ofertas cárnicas.

    Para deleite de los comensales, es preciso informarles ante todo de las características de la suculencia que van a degustar: una carne con la mitad de grasa saturada que la de cualquier otro buey, sin indicio alguno de hormonas o factores de crecimiento y un sabor que los especialistas de todo el mundo consideran campeón. Su textura es sutil, aterciopelada, al estilo del foie gras. Muchos ganaderos americanos y australianos someten sus bueyes de Kobe a una receta únicamente a base de plantas oleaginosas y a un programa de ejercicio, abandonando los baños con sake, la cerveza o los masajes.

    Desafían a distinguir el sabor de sus carnes del del auténtico buey de Kobe japonés, pero las preferencias del mercado no siempre les dan la razón. Los tiempos de cocción para esta carne varían ligeramente con respecto a otra carne de buey normal. Es importante garantizar una cocción al punto, de otra forma no vale la pena gastar tanto dinero si no es para ofrecer una verdadera suculencia al paladar. Según los entendidos, se trata de calentar la plancha durante unos minutos, de forma que cuando se deposite la carne en ella se desprendan llamas; 3-5 minutos de cocción pueden ser suficientes, en virtud del espesor de los filetes, pero hay que tener en cuenta que la carne de buey de Kobe, por su composición, tarda siempre un poco más en cocerse en su punto.

    Este punto es, en todo caso, tan fácil de percibir como el de cualquier otra carne a la plancha: tostado y crujiente en su exterior y muy meloso por dentro. Si lo mejor de esta carne es el sabor, éste se pierde considerablemente al cocer la carne demasiado. Otra modalidad de presentación es el Wagyu sashim (denominación de origen de la carne de buey de Kobe), tiras delgadas de carne marinadas en un poco de salsa de soja y servidas con cebolla verde. Se trata de una presentación típicamente japonesa. Si alguien tiene reparos a la hora de tomar carne cruda, puede depositar las tiras de carne de buey de Kobe sobre los cuencos de arroz muy caliente con los que se sirve el plato, de forma que las tiras delgadas acaban cociéndose en poco rato por efecto del calor.

    #4
    abeltran
    en respuesta a in vino veritas

    Re: Buey de kobe

    Ver mensaje de in vino veritas

    Gracias por tu valiosa información, supongo que como un buen jamón ibérico de bellota de alguno de nuestros afamados fabricantes, muy de vez en cuando fallan.
    Si me habían comentado algo de lo que pone en el artículo, que se crían ya fuera de Japón, me habían dicho que cuidadín cuidadín, que también lo traían de Italia, no se si esta información es buena o no, pues fue de un buen amigo aficionado a la gastronomía y el vino el que me lo comentó.

    ...más vino por favor.
    Guguá, mis primeras palabras, mi nombre.

    #5
    in vino veritas
    en respuesta a abeltran

    Re: Buey de kobe

    Ver mensaje de abeltran

    Puede ser, por oir cosas yo escuché que el super-archi-mega autentico kobe, en Japon está prohibida su exportacion y recibes el pedido a veces y no pone Kobe por ninguna parte, aunque sí Wagyu.
    A mi lo que de verdad me interesa al final es si me gusta o no la carne. Repito que he comido a veces pareciendome glorioso y otras era peor que cualquier vaca vieja nuestra.

    #8
    Dani C.
    en respuesta a abeltran

    Debes probarlo

    Ver mensaje de abeltran

    Sin lugar a dudas.

    Es la carne más rica que he probado nunca. El veteado de la carne es digno de admiración, similar a un buen jamón, la grasa totalmente integrada en la parte magra y un sabor excelente, de cerrar los ojos y saborear.

    Que los bueyes se traten tan bien es solo accesorio, a mí me importa el sabor final de la carne, la calidad del producto, el resto de la liturgia es solo para justificar su precio.

    Al menos debes probarlo, eso seguro.

    Saludos
    Dani

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