4º Premio Vila Viniteca de cata por parejas: como siempre, un éxito

Bueno, pues ayer tuvimos una mañana de lo más entretenido en los suntuosos salones del Casino de Madrid, con motivo del 4º premio Vila Viniteca de cata por parejas. Lo mejor como siempre volver a saludar a nuestros amigos del mundo del vino llegados desde todos los rincones de la geografía nacional para participar en un evento que ya se ha convertido en todo un hito en este pequeño mundo.

Complicadísima la primera fase, el espumoso nos pareció un cava y hubiéramos dicho cava una y 1000 veces y resultó ser…un Dom Perignon 2002, vino que pudimos catar en noviembre y que en absoluto relacionamos con lo que había en la copa. Y dije que si eso era un champagne no lo compraría nunca y que si era un cava, compraría un par de botellas, porque era un buen cava. En fin, que bebiendo champagne casi todas las semanas este se nos escapó y nos dio mucha rabia. Y entre la gente mucha división de opiniones entre Champagne y cava. Después llegó un blanco con muchas notas herbáceas, reducciones, buena acidez, un vino que parecía fresco y atlántico. Aquí hubo de todo, quien lo situó en Rueda como verdejo o SB, quien lo situó como SB en Loira, como godello, como albariño, en fin que los últimos acertaron, ya que fue un Do Ferreiro Cepas Vellas 09, otro vino que probé el pasado lunes y que ni de coña fuimos capaces de distinguir. El tercer blanco fue en mi opinión el mejor vino de los 7 y el único que pudimos situar más o menos, ya que apostamos por un Kabinett del Mosela y así fue, solo que no nos pareció tan elegante como cabría esperar de un Müller y se lo adjudicamos a Grünhauser. Fue un Scharzhofberger Kabinett 2008 del dios del Riesling.

Las tanda de tres tintos complicadísima, los tres españoles de corte moderno, vinos que apenas bebemos y catamos en la actualidad. El primero fue el mejor de todos y sus registros iban desde toques de mencía hasta syrah, lo colocamos en el Ródano, otros en Priorato, otros en Bierzo, en fin, que la cosa fue un Predicador 2008 de Benjamín Romeo, un Rioja muy aceptable. El siguiente tinto fue desconcertante, dulzón, muy alcohólico, con una acidez no muy marcada, toques pasificados, parecía un Amarone de gama media / baja, para otros una garnacha del nuevo mundo, en fin, algo raro. Se trataba de un Ultreia St Jaqcues 2009, y me gustaría saber si el propio Raúl Pérez lo adivinó, porque tengo mis dudas. El último tinto estaba claro que era un vino español "top" de esos de 400% madera nueva. Hubo quien lo puso en Burdeos, otros en California, otros en Priorato, otros en Ribera, otros en Toro. Pues hale, un Numanthia 2007. El dulce final parecía claro un vino de botrytis, pero como esta tapa mucho el carácter varietal resultaba complicado saber su origen. En fin, hubo quien lo puso en Sauternes, otros en Barsac, otros incluso en Austria, nosotros en Tokaji. Pues la cosa fue un Vin de Constantia 2004, chenin blanc botrytizado de Sudáfrica.

En fin, que como siempre muy complicado y divertido, la organización de nuevo modélica y nuestras felicitaciones a los vencedores, José Luis Alonso Navarro y Angel Layos Sánchez. Ah, y a nuestros amigos finalistas Miguel, Mario, David, Delia, Alberto y Luis, una pena que no pudieran pillar podium. Dentro de dos años volveremos a intentarlo, aunque hay veces que ya no sé si esto me divierte o me cabrea… :-D