La "canonización" de Ferran Adrià...

45 respuestas
    #9
    MCamblor
    en respuesta a Andreu

    Promedio para un establecimiento...

    Ver mensaje de Andreu

    Con tres de las famosas estrellitas Michelin. Más caro he comido yo en Gagnaire y, si me pongo a nalizar, en el nunca-cuajado Alain Ducasse aquí en Manhattan...

    M.

    #11
    MCamblor
    en respuesta a Pedro

    Un mes antes...

    Ver mensaje de Pedro

    Efectivamente, eso de nada más admitir reservas con un mes de anticipación es excelente. Siempre he celebrado que lo hagan así en uno de mis restaurantes favoritos de París, L’Astrance. Claro, tienes que añadir ahora el factor de que la superestrella ha hecho supernova y, de repente, todo el mundo va a querer meterse en El Bulli.

    M.

    #12
    MCamblor
    en respuesta a jose

    Te puedo poner en contacto...

    Ver mensaje de jose

    Con un montón de demonitos de otras denominaciones de los que soy amigo. Te hacen una reestructuración dle contrato con Satanás de lo más ventajosa y, a cambio, les prometes un pluriempleo en distintos infiernos. Creo que sus contratos cubren cenas en El Bulli con todos los gastos pagos... }:-)

    M.

    #14
    Andreu
    en respuesta a MCamblor

    Precio irrisorio

    Ver mensaje de MCamblor

    Por supuesto que comparado con los triple-estrellados franceses, ese precio es hasta irrisorio.

    La cuestión es que a los que no nos sale el dinero por las orejas, lo tenemos complicado para acceder a los TOP:-))). Pero eso es mi problema, podré soportarlo o dosificarlo:-))).

    Ahora una conversación ";in situ";, (la menos desagradable), es que no me puedo contener:

    ";Buenas noches, deseariamos cenar";.

    ";Tiene reserva?";.

    ";No";

    ";Lo siento señor, pero está todo reservado";.

    ";Pero esa mesa está vacía, podemos cenar ahí";.

    ";Lo siento, ya le he dicho que está todo reservado";.

    ";Yo soy xxxxxxxxxxxxxx, le puedo pagar lo que me pida y quiero cenar en esa mesa";.

    El señor xxxxxxxxxxx y su séquito tuvieron que marchar con el rabo entre las piernas. Nadie cedió a sus exigencias, claro. Lo que no quita la actitud desvergonzada de ese individuo, que además era el propietario de algo muuuuuy importante y que desde ese día he dejado de consumir. Es que da gusto ser pobre:-)))).

    Saludos.

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