El origen alemán de algunas grandes marcas de Champagne

4 respuestas
    #1
    Juansanroman

    El origen alemán de algunas grandes marcas de Champagne

    La semana pasada hablábamos entre unos cuantos foreros sobre las diversas posibilidades de pronunciación de algunas marcas de Champagne de origen alemán. Por ejemplo, cómo debe pronunciarse Bollinger? Bolansher? Bolinguer? Bolanger?

    Este artículo que he encontrado no resuelve el tema de la pronunciación, pero sí me ha resultado interesante sobre el origen alemán de algunas de las grandes marcas más prestigiosas. Es largo pero espero que os resulte formativo! La culpa si hay errores de traducción es de Google, no mía.

     

    Seguramente ya habrá notado que varias casas de champán de renombre tienen nombres con un marcado acento germánico. Esto se debe a que la historia del champán refleja una historia más amplia, que incluye rivalidades, reconciliaciones y la búsqueda de la excelencia, con marcas icónicas como Heidsieck, Krug, Bollinger y Deutz, cuyos orígenes se remontan al otro lado del Rin.

    ALEMANIA, FRANCIA, CHAMPÁN: UNA HISTORIA COMPARTIDA

    Los lazos comerciales entre Alemania y la región de Champaña se remontan a la Edad Media, cuando comerciantes de toda Europa acudían en masa a las famosas ferias de champán. Estas importantes reuniones comerciales, especialmente en la ciudad de Troyes, facilitaron los intercambios entre las regiones francesas y el Sacro Imperio Romano Germánico. Con el auge del champán en el siglo XVII, los vínculos con Alemania se fortalecieron aún más. Innumerables botellas se exportaron a las cortes reales y aristocráticas de las regiones de habla alemana, donde este excepcional vino espumoso cautivó a la élite. El rey Federico Guillermo IV de Prusia es un excelente ejemplo, ya que importaba grandes cantidades de champán e incluso exigía que se le sirviera exclusivamente esta bebida espumosa, descartando los vinos locales considerados demasiado rústicos. A finales del siglo XVIII, los empresarios alemanes comenzaron a reconocer el potencial del champán y decidieron establecerse en la región. El primero en dar el paso fue Florens-Louis Heidsieck, quien fundó la Maison Heidsieck en 1785. Su éxito inspiró a otros empresarios alemanes, que se asentaron en la región para establecer sus propias casas de champán durante el siglo XIX. Entre ellos se encontraban figuras legendarias que dejarían una huella indeleble en la historia de la Champaña, como Johann-Joseph Krug, William Deutz y Jacques Bollinger. Estos recién llegados a la Champaña se dividían en dos categorías distintas. Algunos eran hijos de viticultores alemanes, ya expertos en la elaboración de vinos, mientras que otros eran comerciantes y hombres de negocios que reconocieron el inmenso potencial de esta región francesa. 

    EXPERIENCIA EN CHAMPÁN ALEMÁN: PRECISIÓN, INNOVACIÓN Y EXCELENCIA

    En Alemania, la producción de vino blanco, especialmente de Riesling, ya estaba muy desarrollada, con técnicas precisas diseñadas para preservar la frescura y la pureza aromática de las uvas. Ya en el siglo XX, los vinicultores alemanes habían comenzado a utilizar cubas de acero inoxidable para conservar la frescura y la vitalidad de las uvas. Esta innovación llegó a Champaña, donde las cubas de acero inoxidable se convirtieron en una revolución, ofreciendo una doble ventaja: no solo preservaban la pureza y la frescura de los aromas, sino que también permitían un control meticuloso de la temperatura. Algunas casas de champán, como Bollinger, se resistieron a esta revolución. Incluso hoy, continúan envejeciendo sus vinos en barricas de roble, expresando una complejidad aromática completamente diferente. Johann-Joseph Krug, por su parte, introdujo el concepto de ensamblaje preciso, que consiste en combinar vinos de diferentes cosechas para garantizar una calidad constante. Este enfoque, ahora fundamental en la producción de champán, ofrece la expresión más pura del estilo de cada casa, año tras año. La contribución de las casas alemanas trascendió la producción de champán, abarcando la innovación y el marketing. Gracias a su profundo conocimiento de las preferencias del consumidor internacional, estas casas lograron posicionar el champán como símbolo de lujo y elegancia. Maison Mumm sentó un precedente en este sentido al introducir su famoso Cordon Rouge en 1876, inspirado en la cinta de la Legión de Honor francesa. Esta cinta se convirtió en un símbolo icónico que permitía a los consumidores identificar la marca al instante, a la vez que reforzaba su prestigiosa imagen. De igual manera, Bollinger consolidó su reputación mundial aprovechando su asociación con las hazañas de 007. Gracias a su experiencia en comercio internacional y a su dominio de varios idiomas, los comerciantes alemanes desempeñaron un papel fundamental en el crecimiento internacional del champán más allá de las fronteras francesas. Bollinger, por ejemplo, se convirtió en el proveedor oficial de la corte británica en 1884, mientras que Mumm entró con éxito en el mercado ruso gracias a su sólida presencia en San Petersburgo. 

    DE LA IDENTIDAD ALEMANA AL LEGADO DE CHAMPAGNE

    La integración de los comerciantes y productores alemanes en Champagne no se produjo de la noche a la mañana. En el siglo XIX, su presencia se consideraba un activo comercial que contribuía al desarrollo de la región. Sin embargo, las tensiones geopolíticas del siglo XX los pusieron en ocasiones en una situación delicada. Cuando las familias alemanas se asentaron en Champagne en el siglo XIX, buscaron rápidamente integrarse en el tejido económico y social local. Muchos afrancesaron sus apellidos a lo largo de generaciones, casándose con miembros de familias de Champagne y adoptando costumbres y nombres franceses. Cuando estalló la guerra en 1914, la región de Champagne se convirtió en un frente estratégico. La ciudad de Reims fue bombardeada y varias casas de Champagne sufrieron graves daños. La ocupación alemana en algunas zonas y las atrocidades cometidas por el ejército del Káiser alimentaron el sentimiento antialemán en Francia, colocando a las casas de champán con nombres alemanes en una situación difícil. Algunas eran recibidas con recelo local y tuvieron que reafirmar su lealtad a Francia. La Segunda Guerra Mundial contribuyó a empeorar la situación. Durante la Ocupación, la región de Champaña estaba bajo control alemán, y algunas casas de champán fueron requisadas para abastecer de vino al ejército nazi. Tras la guerra, algunas casas con nombres alemanes sufrieron represalias o actos de desafío por parte de los franceses. Algunos negocios incluso sufrieron cambios de liderazgo. Sin embargo, varias familias lograron sortear este período centrándose en su herencia champañesa en lugar de en sus raíces alemanas. Hoy en día, estas tensiones se han disipado y las casas de champán de origen alemán se reconocen plenamente como parte del patrimonio cultural e histórico de Francia.

    DEUTZ, KRUG, BOLLINGER: CASAS ALEMANAS CONVERTIDAS EN ÍCONOS DEL CHAMPÁN

    Las casas de champán fundadas por alemanes son inseparables del patrimonio de la región. Representan con éxito una tradición de excelencia que continúa evolucionando.
    La Maison Heidsieck es un excelente ejemplo de la influencia alemana en Champaña. Fundada en 1785 por Florens-Louis Heidsieck, comerciante de Westfalia, es una de las casas de champán más antiguas. En el siglo XIX, tras su fallecimiento, la casa se dividió en tres entidades independientes: Piper-Heidsieck, Heidsieck & Co Monopole y Charles Heidsieck, cada una desarrollando su propio estilo e identidad única.
    Champagne Deutz se ganó rápidamente una reputación por sus exigentes estándares y su refinado enfoque en el champán. Desde sus inicios, Deutz se distinguió por su precisión germánica en la selección de uvas y la gestión de la vinificación. La casa elabora exquisitos champanes, principalmente de Pinot Noir, y también destaca por su dominio del Chardonnay, produciendo extraordinarios Blanc de Blancs. A día de hoy, Deutz sigue siendo reconocida por la finura de sus champanes, con prestigiosas cuvées como Amour de Deutz, que encarnan la elegancia y la complejidad buscadas por sus fundadores. Si una casa de champán ejemplifica la meticulosa artesanía y la ambiciosa visión de los comerciantes alemanes, es sin duda Krug. Fundada en 1843 por Johann-Joseph Krug de Maguncia, esta casa siempre ha adoptado un enfoque único para el champán. Krug fue pionera en el envejecimiento prolongado de sus cuvées, impartiendo una profundidad y riqueza inigualables a sus vinos. También es una de las pocas casas de champán que produce exclusivamente una gama prestigiosa. Krug es la única Grande Marque (grandes casas de champán de marca con renombre internacional y una larga trayectoria) que fermenta todos sus champanes en pequeñas barricas de roble, un proceso delicado que produce aromas intensos, ricos y complejos. Hoy en día, Krug Grande Cuvée está considerado como uno de los mejores champanes sin añada del mundo.

    Fundada en 1829 por Jacques Bollinger, un alemán afincado en Champaña, Maison Bollinger se ha consolidado como un referente para los aficionados a los champanes potentes y vinosos. Bollinger adopta un enfoque único, centrándose en el Pinot Noir y las largas maduraciones en bodega. Como se mencionó anteriormente, Bollinger es también una de las pocas casas que aún utiliza barricas de roble para parte de su vinificación, lo que añade una capa adicional de complejidad a sus cuvées. Su firme compromiso con la calidad ha convertido a Bollinger en un referente en el mundo del champán premium.
    La historia del champán está profundamente entrelazada con la influencia alemana, que jugó un papel crucial en su expansión global. Desde la experiencia vitivinícola hasta la creación de prestigiosas marcas, los comerciantes alemanes dejaron una huella imborrable en esta herencia francesa. Hoy en día, estas casas de origen alemán encarnan plenamente la excelencia del champán, mucho más allá de las fronteras de la región de Champaña, Alemania o Francia. ¡Un legado vitivinícola extraordinario!

    #2
    Josep_Gallego
    en respuesta a Juansanroman

    Re: El origen alemán de algunas grandes marcas de Champagne

    Ver mensaje de Juansanroman

    Pues muchas gracias por tanta y tan intereesnte información, algún dato tenía porque en su día ya me llamó la atención pero el artículo aclara muchas cosas. Bienvenida sea a champagne esa precisión alemana que sin duda ha enriquecido como tantas aportaciones más uno de mis vinos preferidos. Brindemos con buen champagne!

    #5
    jlleo

    Re: El origen alemán de algunas grandes marcas de Champagne

    Interesante. Gracias por la información. 

    José Luis Lleó Giménez

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