Un paseo por Italia: crónica de una cata

El pasado sábado 25 de noviembre, gracias a las excelentes gestiones de @Juansanroman, un grupo de foreros nos juntamos en el restaurante Metro Bistró de Madrid para efectuar una cata de vinos de diferentes D.O. de Italia

En concreto, fueron 10 los vinos catados, todos ellos en copas mejorables. Los asistentes nos las apañamos solos, descorchando y sirviéndonos nosotros mismos los vinos -lo cual no fue problema-, todos ellos en su temperatura correcta, si bien alguno de ellos salió de inicio un poco fresco, cosa que se solucionó con un poco de paciencia por parte de los asistentes.

Sin más, paso a dejar mi opinión personal sobre los vinos catados, elaborada sobre las notas que fui tomando un poco al vuelo (ya sabéis que al principio es más fácil y luego la cosa se complica un poco más) y que, lógicamente, se han sometido al filtro de una correcta redacción y de algunos recuerdos adicionales.

1- Contratto Special Cuvee Pas Dose 2010 (espumoso)

Dulcecito a pesar de ser non dosé. En España creo que pasaría por un semi-dulce. Más tirando a cava en nariz. Miel. Brioche. Levadura. Leve nota herbácea escondida tras el dulzor. No me convenció en absoluto. Si es de lo bueno que tienen en espumosos, mala cosa.

2- Antinori Cervaro Della Sala 2019 (blanco)

Ligeros apuntes cítricos. Humo y leve nota tostada. Mucha mineralidad. Leve punto amargo. Piedra. Anisado. Ligero toque de madera (roble). Con estructura y un largo final. En su línea habitual. Buen vino que esperemos no aumente su precio.

3- Rosso montalcino Biondi Santi 2016.

Fruta roja (fresa, cereza). Buena acidez. Algo licoroso. Hebras de tabaco. Trazas de grafito. Quizá le falte aún algo de volumen y también una cierta complejidad, pero muy elegante. Todavía en su fase de consumo inicial. Mejor esperar un par de años. Ahora conviene decantar.

4- Brunello Poggione Vigna Paganelli 2016

Proveniente de la mejor cosecha de la década. Ciruela negra y cerezas. Agarrado. Tanino muy marcado. Astringente. Mucho más ancho que el rosso. Con más volumen y mucha estructura. Acidez top. Potente y robusto. Con muchísmo. recorrido

Se guardó en la copa 2 horas, mostrando mucha más complejidad. Notas tostadas, café, moka, especias. En 3-5 años será un top. Mejor para ahora el mismo vino pero 2015.

5- Supertoscano: Sassicaia 2009

Primer cañonazo. El menos italiano de todos los vinos de la cata. Burdeando (a medio camino entre Pauillac y Saint Emilion) y déjate de Italia. Fabuloso. Completísimo tanto en nariz como en boca. Fruta madura (moras, cerezas, grosellas). Carne asada. Madera perfectamente integrada. Con un magnífico volumen, pero elegantísimo. Exuberante. De los vinos que por si solos justifican una cata y que vale cada euro que cuesta. En un momento óptimo de consumo. Para beberse una caja.

6- Valpolicella Superiore Romano Dal Forno. Monte Lodoleta. 2012

Aunque algo inferior al anterior, segundo bombazo. Más dulce que el sassicaia. Gran nariz. Frutas, flores azules, algo de bosque, comino, regaliz, marrasquino, balsámico, notas de vainilla. Acidez, equilibrado, goloso. Magnífica obra del maestro Dal Forno y superior, EMHO, al valpolicella de Quintarelli. Buen momento para tomar, aunque aguantará sin problema otra década.

7- Barbaresco Asili Ca del Baio 2016

Muy juvenil. Volvemos a la alta acidez. Algo de austeridad, pero comienza a equilibrarse. Fruta negra. Notas de licor y tostados. Algo de mina de lápiz. Elegante. Estructurado. Otro con el que hay que tener paciencia.

8- Barolo Elio Grasso Gavarini Chiniera 2010

Nariz con mucho terciario. Cuero. Castaña. Trufa. Fruta negra. Boca que, en una primera impresión, te lleva a otro sitio. Fruta negra y resina prioratina. Especiado, clavo. Nota de alquitrán. Fúngico. Complejo, profundo y misterioso, como buen Barolo. Potente. Quizá necesitó de un par de horas abierto para mostrar todo su potencial. Con recorrido.

9- Barolo Francesco Rinaldi 1967

Asombroso color más propio de 2007-2008. Pese a ello, inexistencia de fruta, salvo un leve recuerdo a fruta negra. Lleno de terciarios: castañas, trufa, monte umbrío, duela envinada, cueros y cárnicos. Elegante, pero lo esperaba algo más “juvenil” en lo de la fruta, en especial teniendo en cuenta la excelencia de la cosecha.

10- Donnafugata Passito Pantelleria Ben Ryé 2020

Melocotón, orejones, albaricoque, maracuyá, caramelo, corteza de naranja, algo de jengibre. Perfecto cierre. Buena acidez. Equilibradísimo. De esto sí que saben los italianos. Un bebé. Tengo que probar algo de esto con 10-15 años. Muy rico.

Como rápido resumen: una jornada muy interesante, en donde se pudieron degustar diversas variedades de uvas y zonas italianas. A mi juicio, el ganador absoluto fue el Sassicaia, seguido del Valpolicella Dal Forno y el tercer lugar compartido entre el Brunello Vigna Paganelli y el Barolo Gavarini Chiniera de Grasso. Me gustó también mucho el Biondi-Santi (aunque se nota que es Rosso) y el Passito de Donnafugata. La decepción -ya lo he dicho- el espumante, pero bueno, tendrá su público para valer lo que vale.

Un placer asistir a la cata -muy interesante-, poder ver lo fenomenal que está Madrid, disfrutar de la jornada previa a la cata (¡gracias al organizador! Tremendo el Malescot Saint-Exupery) y, sobre todo, volver a ver y reunirme con viej@s -querid@s- amig@s, así como conocer a alguno nuevo.

Hasta la próxima y cercana cata -que promete, vaya si promete- y a la que habrá que dedicar un especial, muy, muy especial.