Ao Yun: un paseo por las nubes. Creando en China un vino de nivel top mundial.

La traducción "un paseo por las nubes" es un poco libre pero aceptable, porque el mandarín no es un idioma demasiado preciso. “Yun” significa “nube” y de hecho esta bodega está en la provincia de Yunnan que quiere decir “nubes del Sur” y está al pie del Himalaya. Pero la palabra “ao” tiene como acepciones posibles paseo, garbeo y si la estiras un poco “vuelo” (que es la que utiliza la bodega en su página web). Pero a mí me gusta más lo del garbeo por las nubes así que así se queda. Como podéis ver en la foto, lo de vuelo o paseo por las nubes es casi literal...

Esta bodega “loca”, porque este proyecto es una locura, es fruto de la visión de LVMH, cadena de productos de lujo propietaria entre otras de vinos como Cheval Blanc, Chateau d’Yquem, Moet Chandon, Dom Perignon, Krug, Cheval des Andes, Joseph Phelps, Cloudy Bay, etc. Vamos, que es una locura pero fruto de alguien que en general suele saber lo que hace… Así que merecía la pena explorar pese a que a priori resulta difícil aceptar a China como productor de uno de los grandes vinos del mundo!

Lo primero que sorprende es que para llegar atraviesas el Himalaya a unas alturas en las que en lo último que piensas es en vinos y en viñedos. El punto más alto que marcó el altímetro del coche fueron 3.875 metros, aunque me he quedado con esta foto en la que se ve mejor quién está detrás de gran parte (mala) de la historia reciente de China.

Los papelitos de colores que se ven cruzando la carretera son muy típicos de la cultura budista y creo recordar que significan que el viento transporta las ideas y los espíritus o algo así. Tened en cuenta que Yunnan está al lado del Tibet, Nepal, India... Territorio budista!

Luego se baja hacia una de las cuatro parcelas que contrata Ao Yun con los agricultores locales con contratos de 30 años. Hay cuatro parcelas con una superficie total aproximada de 30 hectáreas en los pueblos de Adong, Shuori, Xidang y Sinong (dos a cada lado del mítico río Mekong) en alturas que van de los 2.100 a los 2.600 metros. Esta de las fotos es la más alta, la de Adong, a 2.600 metros.

La ubicación, en principio tan sorprendente, es fruto del mandato que LVMH dio a principios de siglo al enólogo australiano Tony Jordan para encontrar un lugar en China donde poder producir Cabernet de primer nivel mundial. En esta búsqueda del terroir perfecto Jordan viajó por todo el país y concluyó que el Norte era excesivamente caluroso y seco y el Este demasiado lluvioso. Esta región de Yunnan aunque llamativa por su altitud resulta muy apropiada porque curiosamente las montañas la protegen de la lluvia (llueve relativamente poco, especialmente en verano). Además por su latitud el clima es relativamente templado pero con diferencias de temperatura muy acusadas entre día y noche.

Os podéis imaginar que las fechas de la vendimia en una zona tan elevada son completamente diferentes a las que estamos acostumbrados en Europa. Están comenzando ahora con algunas parcelas, pero la mayor parte se recoge en octubre y terminan en noviembre.

Había cierta experiencia además con la evolución de los viñedos en este territorio porque el gobierno local había plantado varias zonas en el año 2000 y ya era patente que tanto el Cabernet como la Merlot se desarrollaban sin problemas. Aunque como podéis ver en las fotos las viñas son casi todas muy jóvenes. Estamos hablando de media de 12-15 años de edad. Les queda mucho por crecer…y mejorar.

Se empezó la construcción de la bodega y las plantaciones de “lo que no había” en 2008 y la primera cosecha de Ao Yun llegó en 2013. Se acaba de lanzar la de 2019, que sólo se vende en la Place de Bordeaux. Además de este Grand Vin el año pasado se lanzaron además vinos de parcela singular con la fruta de Adong, Xidang y Sinong que se venden un 30% más baratos (no se hace vino de parcela de Shuori porque se considera que es donde se da la mejor fruta y hoy por hoy necesitan toda parael Grand Vin). Además este año se sacará una segunda marca que se llamará “Le Petit Ao Yun”, en línea con lo que hace otra de las grandes bodegas del grupo LVHM (Cheval Blanc y Le Petit Cheval).

Las instalaciones que pueden verse en el alto de la montaña aparentan una gran dimensión desde abajo, pero cuando entras te das cuenta de que es todo muy artesanal y muy pequeño! Los depósitos son de 6, 4 y 2 hectolitros para permitirles “jugar” con las diferentes uvas de las diferentes parcelas antes de la mezcla. Las barricas (pocas, como veis, eso es todo lo que hay!) son de roble francés. No lo recuerdo con precisión pero creo que de barrica nueva apenas se emplea un 25%, de segundo año un 35%-50% y el resto en cerámica. Todo está ahí, como lo veis en la foto.

Aunque tienen Merlot lo están utilizando muy poco de momento. Maxence Dulou, el francés director de la bodega, piensa que las viñas de Merlot necesitan envejecer más para poder aportar lo que espera de esa uva. Así que el Ao Yun 2019 está compuesto en un 67% de Cabernet Sauvignon, 17% Cabernet Franc, 10% Syrah y 6% de Petit Verdot.

Me decepcionó un poco (un bastante, después de haber conducido cuatro horas hasta la bodega) que no pude catar los vinos en botella no sé por qué motivo. Me dio vergüenza preguntar (tonto que es uno).

Pero debo decir que me sorprendió muy positivamente la cata en barrica. Le faltaban aún meses en barrica y en botella así que me cuesta imaginar el producto final, pero la acidez me pareció maravillosa (toda natural) y sobre todo sorpresa de un tanino tan suave que parecía ser un buen Burdeos bien añejo! Entiendo que la que está en barrica debe ser la cosecha 2021 y que la 2020 está envejeciendo en botella, aunque también se me olvidó preguntar. Desastre de reportero.

En la foto, Zhao Ma, el "assistant wine director" de Maxence Dulou. Me pareció un tipo súper competente y que ha tenido una formación extensiva en Europa. Por cierto, que en su juventud (o niñez más bien, porque sigue siendo muy joven) a que no adivináis en qué icónica bodega española pasó una vendimia y participó de las fases iniciales de la vinificación?

En Clos Mogador!!!

También caté el “vino de parcela” de Adong que aunque también me gustó tenía el tanino un poquito más marcado que el Grand Vin, lo que puede confirmar que el viñedo clave hoy por hoy es el de Shuori.

En fin, como resumen, @pepecano me contó que hacer algunos años cató Ao Yun en la competición de cata a ciegas por parejas de Vila. Y que le pareció que o bien el vino era muy malo o que más bien la botella debía haber salido defectuosa. Por lo que yo caté la explicación es la segunda, porque esto es un vinazo.

Lo malo es que si quiero estar 100% seguro tendré que o bien esperar a que me invite alguno de esos amigos chinos que me trata tan bien o si no tendré que gastarme los 300 euros que cuesta cada botella!