En una cubitera, y despues en la mesa para descubrir lo maravilloso de este caldo.
Una pequeña produccion.....una pequeña Magnum para disfrutarla. Colores amarillos trasparentes, nectar y refljos verdosos del 2005. En la botella ha evolucionado por su crianza en madera que parece de jerez. Notas en mi nariz, de fruta verde como ciruelas, evolucionando en boca a la vainilla y la cremosidad de natillas, miel en la boca y notas pizarrosas y minerales que recuerdan a un gran Palacios con As Sortes.
Soberbio!!

Gran compra pues lo encontré en una vinoteca junto con el Chivite blanco 2002 a mitad de precio ya que creo que dudaban de su condición. Me arriesgué y he acertado pues ambos están mayores pero aún vivos. El albariño creo que le queda poco de vida pero el Chivite puede que aguante algo más (de hecho seguramente me compre otra de Chivite para guardarla unos meses más).
Había tomado este vino hace un par de años y se ha notado la evolución. Ha ganado en complejidad en nariz pero ha perdido bastante fruta.
Amarillo dorado brillante. Aroma de gran intensidad a ahumados y mineralizad (granito) y. Fondo de fruta blanca madura (manzana) y algo floral. Buen ataque en boca con acidez justa, fruta de hueso y cítricos. Para tomar ya.

Un gran vino y una gran sorpresa. De color amarillo pálido. Potente sensación de frutas blancas (más que tropicales en mi percepción), florales y cítricos. La concentración y frutosidad del vino me despistó completamente en relación a la crianza sobre lías. Concluye con una amargosidad agradable y con un retrogusto mantenido. No semeja un Albariño (al menos uno convencional)

Bonito color amarillo oro. Limpio. En nariz es muy interesante, con flores, fruta tropical, algo de minerales... también se aprecia la crianza sobre lías, que le aporta aromas que recuerdan a canelas y vainillas, similares a los de crianza en barrica. Necesita trabajo en copa para disfrutar de la gama aromática que ofrece. En boca es graso, envolvente, fresco, notable acidez y consistente esctructura. Persistente y floral en el retronasal. Un excelente vino ideal para comer con él. De lo más interesante en blancos españoles que he tomado recientemente.

Amarillo dorado limpio y brillante con algún destello verdoso.
La nariz es de media intensidad y de buena expresión varietal. Toques florales iniciales que van tornando en frutas blancas maduras como manzana o pera, ligeros recuerdos herbáceos, un sutil tamiz mineral y unos mínimos registros cítricos que otorgan frescura y elegancia. Es muy fino y bastante serio, expresándose con franqueza. Agradece el aire.
En boca se muestra pleno, amplio y muy expresivo. Vino muy vivo y fresco gracias a una excelente acidez, de paso firme y ligeramente graso, con un final largo y profundo en el que deja recuerdos de cítricos, frutales y minerales. Posgusto ligeramente amargoso y buena persistencia. Vino de buen recorrido en botella, mejorará con el tiempo.
Un excelente Albariño, a la altura de los mejores. Vino serio y expresivo, con profundidad, complejidad y recorrido. Precio 18 euros, alto pero no demasiado caro para su calidad. Perfecta armonía con unos lomos de atún rojo con tomate raf. Muy bueno.