Albet i Noya en Sant Pau D´Ordal
Albet i Noya
D.O./Zona:
Localidad:
Sant Pau D´Ordal - Barcelona
Cód. Postal:
8739
País:
España
Teléfono:
938994812
Dirección técnica:
Josep Maria Albet i Noya
Viñedo:
85
Año de fundación:
1978
Exterior Bodega
Escalas Albet i Noya
Mural Albet i Noya
Familia Albet i Noya
Vendimia
Vendimia
Josep Maria Albet i Noya
Josep Maria Albet i Noya
Enoturismo
Enoturismo
Barricas
Reserva Albet i Noya
VINOS EN VEREMA - 126
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INFORMACIÓN DE LA BODEGA

Albet i Noya, pioneros en viñedos y vinos de cultivo ecológico desde 1978. Ubicados en el núcleo de Sant Pau d'Ordal, Subirats, hemos hecho de las terrazas y los viñedos de las montañas de Ordal nuestro sello más identificativo. Elaboramos vinos tranquilos y espumosos en la Denominación de Origen Penedès, avalados por una larga tradición de cinco generaciones en la finca de Can Vendrell de la Codina. La creatividad, la innovación, la curiosidad y el respeto hacia la naturaleza han sido, y seguirán siendo, nuestra razón de ser.

 

HISTÓRIA

Fue en 1903 que la familia Albet se estableció en el Penedès. Joan Albet i Rovirosa llegó a Can Vendrell para supervisar la replantación de los viñedos de la finca después de la plaga de la filoxera. Con las nuevas viñas de pie americano resistentes a la plaga, Joan Albet i Rovirosa, junto con su familia, se establecieron en Can Vendrell como aparceros de la finca controlando más de 210 hectáreas de viñedo, bosque y fruta.

Ha sido la cuarta y actual generación, con Josep Maria Albet i Noya al frente, quien ha introducido métodos actuales de cultivo ecológico en los viñedos. Josep Maria Albet se hizo cargo de la gestión de la finca después de la muerte de su padre, en 1972 y, a finales de los años setenta comenzó a producir sus primeros vinos ecológicos. El éxito de este primer vino, elaborado específicamente para el mercado danés, animó a Josep Maria Albet a convertir, progresivamente, la totalidad de la finca en cultivo ecológico.

Finalmente, a finales de los años 80, la familia Albet opta por comprar la finca de Can Vendrell, la cual habían estado cuidando durante cuatro generaciones, y es en este momento cuando nace la empresa Albet i Noya tal y como la conocemos hoy en día. 

Actualmente, Albet i Noya dispone de 80 hectáreas de viñedos ecológicos y compra también algunas uvas procedentes de agricultores locales que han creído en la agricultura ecológica, asesorandolos en todo momento y pagando siempre la uva a uno de los precios más altos del Penedès. Tiene una producción anual que ronda el millón de botellas y exporta el 80 % de los vinos a más de 20 países. Martí Albet Esteve, quinta generación de la bodega, se ha incorporado recientemente al departamento de viña de la empresa después de finalizar sus estudios de enología en la Universidad Rovira i Virgili y de haber realizado diferentes estancias en bodegas de Francia y Estados Unidos.

 

INNOVACIÓN

Albet i Noya siempre ha sido pionero en el mundo de la agricultura ecológica en Cataluña, no solo por ser el primero de la Península Ibérica en trabajar sin productos químicos, sino también por los muchos proyectos experimentales que ha arrancado y que han aportado nuevos caminos a la viticultura catalana. De entre todos estos avances, destacan el proyecto de recuperación de variedades ancestrales (y que ha dado vinos tan especiales como el Marina Rión o el Belat); o la investigación y plantación de VRIAACC (Variedades Resistentes y Autóctonas Adaptadas al Cambio Climático).

 

VRIAACC

En el año 2013, Albet i Noya se involucra en un ambicioso proyecto de búsqueda y creación de Variedades Resistentes y Autóctonas Adaptadas al Cambio Climático (VRIAACC). Cogiendo el modelo alemán de los Piwi, y ante la no movilización de los organismos públicos, Albet i Noya se alía con las bodegas Alta Alella, la Bodega Josep Piñol y el obtentor suizo Valentin Blattner para liderar este proyecto desde la iniciativa privada.

El objetivo del proyecto VRIAACC es la investigación en nuevas plantas de variedades autóctonas (de momento se trabaja con xarel·lo, macabeo, parellada, tempranillo y garnacha negra) que sean resistentes a plagas como el oídio y el mildiu y poder eliminar totalmente el uso de cobre en viña y reducir en un 90 % las aplicaciones de azufre. Aparte de esta resistencia genética a algunas plagas, las variedades resistentes también tendrán más tolerancia a la sequía y pueden retrasar la maduración de la uva entre 2 y 3 semanas. La reducción de tratamientos en el viñedo también tendrá otros beneficios para el suelo (menos compactación y menos residuos), para el medioambiente (menos emisiones de CO2) y para el consumidor final (vinos más sanos y de menor coste).

Las VRIAACC cogen el modelo de otros países (especialmente Alemania, Francia y Estados Unidos), que hace muchos años que trabajan con los llamados PIWI (abreviación alemana de “Variedades de Uva Resistentes a los Hongos”), y que consiste en una hibridación por cruce floral (entre plantas de una misma especie o interespecíficas).

Para obtener estas nuevas variedades (hijas de las variedades actuales) se ha contado con la colaboración del obtentor suizo Valentin Blattner que, a lo largo de los últimos años, ha ido cruzando por vía sexual las variedades autóctonas del Penedés con otras variedades ya resistentes. No es pues una mutación ni manipulación genética, sino una evolución dentro de la misma especie entre las variedades propias y otras que contienen las características deseadas de resistencia a los principales hongos, sequía, producción tardía y alta calidad de los vinos obtenidos.

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