Empieza a ser un gran vino y a hacer honor a su fama...y a su precio (ésto no lo tengo tan claro). Hay complejidad, ligereza, elegancia y finura; intensidad media, necesita tiempo para ir expresándose. La madera está muy presente pero perfectamente integrada, en equilibrio con la fruta, las especias (vainilla, canela) y con una punta de dulzor que equilibra la acidez y que hace de este vino un exquisito capricho de redondez perfecta y seguramente del gusto de cualquiera, sin dificultades para llegar a apreciar todo lo que nos ofrece. Mito, fetiche y objeto de deseo que en esta añada sí da la talla.

En la cata de la maison de Louis Roederer en Celler de Gelida. Por fin pruebo el 2002 de Cristal. Un champagne muy integrado y junto con el 2004 son los que más me gustaron. Puede ser que el 2004 me pareció más pleno. Color amarillo pajizo dorado brillante con unas buenas burbujas. En nariz aromas muy intensos, con una marcada mineralidad, a bollería, flores y fruta blanca. En boca entra muy bien, con una carga ácida estructurada que te envuelve la boca y te hace ensalivar, mucha cremosidad, magnífica integración del carbónico, notas cítricas y buena estructura. Muy largo en boca. Otro gran Cristal.

Amarillo dorado de media intensidad.

Espectáculo en nariz, con mucha intensidad, al principio aromas de reducción que conforme se airea aparecen los aromas de bollería, migas de pan, cereales, notas de fruta blanca y fruta citrica, frutos secos (avellanas), ligeros aromas florales, amielados y ahumados, con un fondo mineral, en conjunto es brutal.

Pero la boca no se queda atrás ni mucho menos, es sabroso y envolvente, cremoso, con excelente acidez, muy fresco, con el carbonico integradísimo, sensaciones de piña, manzana asada, bollería recen hecha, cítricos, mineral, con balsámicos y especias, persistente final aromatico.

VISUAL: Color amarillo dorado muy fino, finísima burbuja y con mucho nervio.
OLFATIVA: Alta intensidad, excelente definición, primera impresión de terroir, mineral blando, muy marcada notas de tufo, ligeros hidrocarburos, que se desvanecen pero no se pierden a medida que se oxigena, recuerdos al yeso del subsuelo, van apareciendo bollerías, cítricos, recuerdos a plátanos, se vuelve más complejo a medida que se oxigena y sube su temperatura, los tofes muy ligeros.
GUSTATIVA: Con mucha juventud, suponemos que tiene gran capacidad de guarda, acidez marcada, cítricos, piel de cítricos, muy fresco, lo dicho, necesita reposo.
180€

Estamos ante otro gran exponente de esta añada, que creo que nos va a dar grandes alegrías.
Definitivamente este Cristal hará las delicias de quien lo abra ahora y del que lo haga dentro de, me atrevo a decir, varios lustros.
Nariz fragante con un magnífico bouquet en el que ese toque del vino base, vinificado con paso por madera, se nota pero no tapa en absoluto al resto de sensaciones.
La boca, ay madre la boca!, ambrosía pura, jugosa, muy fresca, con sutileza y largo, muy largo repitiendo las sensaciones de la nariz.
Recomiendo pedirselo a los Reyes...si habeis sido buenos, claro.

El color que presenta es un amarillo muy pálido, poco color. Mucha espuma al verter y carbónico muy pequeño y escaso que asciende en una o dos hileras.
El aroma no es muy intenso, hay mucha más delicadeza que intensidad u ostentación . Da unos elegantísimos tonos tostados, junto con picadura de piel de naranja y limón, vainilla y miel.
La boca es lo que realmente me sorprendió de este champagne. Redonda, larga mostrando un carbónico integrado de forma prodigiosa, ( quizá el mejor integrado que recuerde), con una acidez perfecta, que forma un conjunto que sorprende por su alta armonía, dando sensaciones de fruta seca tostada y fruta muy fina. Me recordó un conjunto geométrico marcado por la línea recta. Irá a más con tiempo pero por ahora lo encontré absolutamente disfrutable, y además maravilloso.

En otro orden de cosas, cabe indicar que ciertamente es un champán caro pero que su precio (me costó sobre 170 €) está en consonancia con el resto de precios de de champagnes míticos que existen, y que lógicamente va aumentando a medida que la añada se aleja del momento actual, siendo conveniente recordar que existen otros champagnes con precios todavía más de locos.

Plano, pobre en matices, falto de complejidad en nariz. Aromática dominada por Chardonnay.

En boca muestra un equilibrio prodigioso, textura extraordinaria y una redondez que en unos diez años o más -si la evolución aromática lo acompaña- darán lugar a un vino enorme. Predominio de Pinot en boca.

Ahora no aporta emoción. Creo que actualmente no es recomendable su descorche, dado el gran potencial evolutivo y el elevado precio de este vino.

Burbuja fina más bien escasa.

Muy buena intensidad. Cítrico, frutos secos, pan tostado, con notas amieladas.

Muy buen ataque. Muy amplio, fresco, secante, frutos secos. Burbuja bien integrada. Postgusto medio-largo a nuez y bollería.

Un infanticidio.

Catado en el encuentro de verema.

Pajizo con destellos dorados. La nariz es de media intensidad, muy delicada, fina, bien definida, con toques minerales, algún recuerdo ahumado, notas de pomelo rosa, toques cítricos y un ligero fondo de brioche. En boca tiene muy buen ataque, algo de lima, su tacto es pura crema, con una carbónico que parece etéreo dada su excelente integración, muy buena acidez, un toque amargoso, largo y elegante. No es para nada un espumoso de los que impacta por su potencia sino más bien por su sutileza.... Y en cuanto a su precio... ¿vale lo que cuesta? Pues depende de lo mitómano que se sea... y de los posibles que uno tenga. Creo que un amante de los vinos debería probarlo... al menos una vez en su vida....