Vamos a empezar una serie de tres vinos que abrimos en la cena de Nochevieja y el primero es este Viña Albina gran reserva de 1970. Lo intentamos abrir con el abridor de tijera pero se nos complicó la operación por lo que hubo que decantarlo en una jarra al no disponer de un decantador clásico. Lo dejamos respirar dos horas para catarlo posteriormente a 18°C:

VISUAL: Muestra un increíble color rojo picota de capa alta con el ribete atejado. Asombrosa opacidad para su edad. De lágrima densa y transparente (94).

OLFATIVA: A copa parada apreciamos típicos aromas de bosque umbrío, hojarasca, sotobosque, musgo y trufa negra. Al agitar asoma un amplio muestrario: herbáceos de estragón, notas de algarrobas y un marcado toque mineral, una amalgama de ceniza, polvorilla y arcilla húmeda. Si seguimos acercándonos a la copa nos encontramos un fondo avainillado acompañado de recuerdos especiados de pimienta blanca, canela y clavo. Como "traca final" nos deleita con unos deliciosos terciarios, café torrefacto, tabaco de pipa, cueros y finos tostados de la madera. Magnífico en nariz. Mantiene una intensidad y una complejidad bestiales, otro maravilloso viejuno riojano (95).

GUSTATIVA: En boca es sedoso con ligeras notas de reducción, amplio y con un fino toque mineral a pedernal. Los taninos ya mullidos están perfectamente ensamblados y son parte de una recia estructura, con una acidez descomunal. Por último podemos apreciar un retronasal en donde asoman notas pimentosas y de duela envinada. De persistencia media, unos 2 minutos y medio, ha llegado hasta aquí hecho un chaval y creo que todavía aguantará como mínimo otra década en perfecto estado. 46 años muuuuuy bien llevados (90).

La RCP fue muy buena, nos agenciamos unas botellas por algo menos de 23 euros cada una.

Lo tomamos como aperitivo antes de la cena de Nochevieja con unos caracoles en salsa y un poco de embutido ibérico. Muy rico, otra experiencia maravillosa deleitándonos en la mejor de las compañías, con grandes amigos y con estas exquisiteces riojanas que trascienden en el tiempo. Adjunto unas fotos.

Colores cálidos, ambarinos, anaranjados, brillantes y otoñales.

En nariz tostados, ahumados, torrefactos, cafe y algo de cuero, De intensidad media, muy cambiante.

Los aromas que desprendía la botella vacía horas después era pura fresa!

En boca la acidez conducía un vino fino y suave con los taninos obviamente muy pulidos, tostados, especiado y persistente.

Botella que disfrutamos en casa de unos amigos, sorprendio en nariz.

Un vino con 44 años, una pequeña capsula del tiempo.

En copa presentó color rojo cereza cobrizo con borde anaranjado, pero con una gran variedad de matices desde ese rojo cobrizo del centro de la copa hasta los límites de la misma. Una gozada esta gama de colores. En nariz, denotó aromas a tostados de la madera, notas a guinda, ligero aroma a agua de aceitunas que va desapareciendo y notas a su vez de ahumados. En boca es largo, de nuevo la guinda, los tostados, los taninos están presentes y de forma sabrosa, es elegante. Al cabo de algo más de 4 horas aparecen notas a cueros y terruño. Un gran vino y 37 años de historia, nada más que añadir.

Color rojo rubi muy brillante, desplegando en nariz buenos aromas a cerezas y herbaceos sobre un fondo de regaliz con matices a vainilla y eucalipto su paso por boca es francamente bueno largo elegante y armonico persistente con un retronasal afrutado y especiado, buen vino efectivamente mi querido LOMA llevaba razón con los viejos ALBINA¡¡