Rubí con ribetes rojizos y capa media.

No es muy intenso en nariz pero nos da desde un principio esas sensaciones de que estamos ante algo grande, a pesar de una ligera cerrazón inicial. Complejo, profundo, cambiante, con notas de una fruta negra en licor, maderas nobles, ligeros ahumados, un fondo especiado y mineral, balsámicos, café en grano y tabaco. Aparecen igualmente unos mínimos recuerdos de cuero y tierra mojada, todo de forma muy sutil.

En boca muestra un equilibrio apabullante, se trata de un vino en plena forma, grande, tensionado, de esos que dejan un recuerdo imborrable por su fuerza y elegancia. ¡60 años y parece un chaval! Paso redondo y encantador, acidez fresca y marcada, final de gran longitud y prestancia dejando recuerdos minerales, especiados y ahumados, con una larga persistencia y un tanino perfectamente fundido.

Tremendo vino, en nuestra opinión el mejor de la vertical de Viña Real y uno de los mejores tintos del año hasta el momento y que nos confirma dos cosas, por un lado la regularidad de esta referencia, sin duda una de las más sólidas en Rioja y por otro lado el tremendo nivel de la añada 55 de la que este año hacemos los 60 años, sin duda una de las mejores de todos los tiempos. Increíble vino.