Si, ya se que solo ha transcurrido un día, pero es que esta botella la encuentro como si la hubiera probado mucho antes. Tiene los mismos reflejos dorados y una uva muy madura, con recuerdos de compota... pero sin la madurez tan extremada que he notado en la del día anterior y con más frescura. En boca tiene una mejor acidez que acompaña estupendamente a esa rica y madura fruta. Todo, eso si, en la línea de la botella catada ayer.
Las dos botellas fueron compradas a la vez, en el mismo estuche, y sin embargo parece que esta segunda la haya probado un año antes que la primera. Quizá sea más lógico como lo he encontrado en esta botella, pero aunque solo sea por lo curiosa de la de ayer me quedo con ella. Curioso lo de la evolución.

Clásico blanco de una bodega clásica
Amarillo verdoso con reflejos dorados.
Aroma de fruta muy madura, compota de ciruelas verdes, algo de podredumbre, el roble le aporta tostados y cremosidad, algún apunte cítrico al final de la nariz muy tenue.
En boca está gordito, graso, con una fruta muy madura, notas de mantequilla, todo esto lo mantiene en su postgusto y lo hace muy sabroso.
Tiene unos rasgos de sobremaduración que seguramente los ha desarrollado más en botella y que a mi en particular me han gustado mucho.