Y casi seis años después volvemos con este viejuno riojano que nos hemos traído hasta Ecuador. Una botella cayó en Asia y ésta lo hará en América ):, cuántas vueltas pega la vida... Botella con el nivel de líquido justo en el inicio del cuello con la etiqueta en muy buen estado. La abrimos y dejamos que respirase por espacio de una hora y media antes de proceder con su valoración a 18°C. El corcho largo, completamente húmedo y tintado en toda su longitud, lo pudimos sacar con el abridor estándar de tijeras.

VISUAL: De color rojo picota de capa media con un amplísimo ribete en tonos atejados y anaranjados. Presencia de lágrima escasa, gruesa, lenta y transparente (90).

OLFATIVA: Los primeros aromas que encontramos son acompotados, a mermelada de fresas, orejones y pan de higo. Enseguida aparecen prescriptores herbáceos de té negro, especiados de fenogreco y clavo, balsámicos de regaliz y eucalipto con notas de frutos secos (nueces del Brasil y avellanas tostadas). Cómo no, también asoman apuntes más viejunos a naftalina, desván, armario cerrado, flor marchita, y fúngicos de trufa negra. En la pátina terciaria hay cuero viejo y caja de puros que acompañan la presencia de recuerdos amaderados de roble. Nariz de intensidad media y de gran complejidad (91).

GUSTATIVA: Esta botella se presenta mucho más viva que la de hace 6 años, con una acidez que viene de menos a más y con los taninos bastante mulliditos pero presentes, lo cual le proporciona un paso por boca amable, seco y ligeramente licoroso. Los aromas retronasales son de culís de mora y duelas envinadas. Post-gusto frutoso y de cierta carnosidad con recuerdos a compota de moras y ciruelas pasas transmitiendo sensaciones finales balsámicas, fúngicas y amaderadas muy persistentes (3 min y 45 seg). Tremenda esta botella, sin duda en mejor forma que la de 2014 sobre todo en boca, en ese estado mesetario que nos fascina. Cómo ha perdurado la fruta tras 45 años, increíble. Para aguantar 5 o 10 años más en perfecto estado, sin despeinarse. Espectacular amigos (94).

La RCP fue excelente pues allá por 2013 la conseguimos por 12.50 euros.

MARIDAJE: El primer día nos la tomamos con un pollito al horno, el segundo con unos fríjoles con costilla y nos la terminamos con unos suculentos bistecs en masala. Nos quedamos con el maridaje con los frijolitos. Notas cárnicas y vegetales en perfecta armonía con los apuntes frutosos y balsámicos de nuestro reservita. Qué alegría que se conserven así estas joyitas riojanas. Brutal!!

Salud-os!!

Hoy tenemos una botella de un Rioja clásico donde los haya, un Viña Albina reserva de un muy buen año, 1975 . Quiero comentar que mi amigo Antxón (Cocinero vitoriano para mas señas) fue quien me inició en esto de apreciar los buenos riojas y lo menciono porque él en concreto era muy aficionado a estos Viña Albina...En fin, abrimos la botella, no sin mucho cuidado y con toda la paciencia del mundo, con el abridor de lamas, y conseguimos que saliera el corcho entero pese a que mostraba en su parte exterior signos de deterioro. Un éxito. Lo abrimos una hora antes de la cata y lo servimos a 18ºC.

VISUAL: Color rojo cereza, de capa baja y apenas diferencia con el ribete ya algo atejado. De lágrima escasa y muy transparente.

OLFATIVA: En nariz se mostró poderoso, de intensidad alta, con la fruta roja licorosa y la madera en un primer término. Al agitar surge un carrusel imparable e inagotable de aromas. Se aprecia pimienta negra, herbáceos de orégano y tomillo, notas cítricas de piel de naranja, recuerdos de orejones, avellanas...y seguimos metiendo y sacando la napia, que espectáculo! ... ahora notas de cacao, tostados, café, tabaco de pipa con unos ligeros atisbos de alcanfor y tinta china. Uff!!, bestial, como si estos 39 años quisieran mostrarse de golpe, en pocos minutos... Qué maravilla de nariz y cuántos matices.

GUSTATIVA: En boca sin embargo...uhmmm...se muestra ya algo cansado, aunque aun presume de una considerable acidez. Los taninos casi pasan desapercibidos, muy dulcificados y muestra un paso por boca sutil, suave y discreto. En retronasal se aprecia de nuevo la fruta roja en licor y el roble, pero la persistencia es bastante corta. A mi modesto parecer está empezando a decaer, increíble después de tan colosal nariz. Será sólo esta botella...? En fin, este mundo nunca deja de sorprenderme y que siga así... Respecto a este vino y muy a mi pesar, opino que es aconsejable darle matarile prontito a las otras botellas que nos quedan y si me equivoco...mas me alegraré, je,je...

La RCP fue muy buena pues conseguimos las botellas por 12,5 euros la unidad, buena compra.

Y para acompañar tan magnífico vino, esta vez conseguimos por fin que nos vendieran en un hotel cercano unos solomillos de vacuno frescos. Los cocinamos a fuego fuerte, muy poco hechos, sangrantes, con una salsa de granada y guava y una guarnición de patatas al tomillo con ajitos. El solomillo supo a gloria y la salsa de granada y el vino fue todo un acierto. Pero que bueno estaba y que exquisita combinación!! A tu salud Antxón !!

     Entre piel de cebolla y teja, diáfano, despide aromas frutales, especiados y terrosos : están los tres íntimamente imbricados entre sí o, mejor dicho, trenzados en un único perfume que no tiene nombre en ninguna lengua y al que habría que llamar " fragancia riojana. " En boca, os colma de alegría : rebosa frescura, viveza y finura por los cuatro costados. Vestido de satén pero de modales sencillos, seduce sin artificios, con sus notas de fresa cocida y de zumo de ciruela roja, sostenidas por un toque discreto de roble americano. Delicioso rioja hasta la última gota, falsamente discreto pero de imborrable presencia, destila belleza cándida o poesía ingenua : " Sí Señor, el vino puede sacar cosas que el hombre se calla."

De color rubí marronoso de capa media-baja, muy claro. Reflejos rojizos y ambarinos, limpio, sin asomo de precipitados. Borde amplio, del todo atejado.

Aromas de buena intensidad, fino, ligeramente reducido aportando notas de cascarilla de frutos secos, cacao tostado, café aromático y algo de frutos en licor que va ganando protagonismo. Elegante, maduro, tostado, con unos apuntes cremosos y un fondo a monte umbrío, humus, corteza de nogal.

En boca es dónde brilla en toda su intensidad. Elegante, fresco, acídulo, muy redondito con taninos aterciopelados. Sorprendentemente se ha desvestido de casi toda marca de madera y nos ofrece mucha fruta madura envuelta de una acidez cítrica estupenda. Muy bebible y disfrutable aunque algo falto de profundidad en comparación con otros Viña Albina de la misma década. Tiene pegada y mucha vida como la mayoría de los vinos de 1975. Buen ejemplo de la calidad media que desplegaban los reserva de Bodegas Riojanas de los 70.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/11/vina-albina-1975-reserva.html

Color rubí teja con ribete anaranjado, límpido, capa baja. Olores iniciales a reducción, almendras, terciarios, sudores y un punto de fruta sorprendentemente fresca. En boca posee un punto de acético que lo desequilibra completamente. Catado en Riedel Borgoña. No lo puedo calificar puesto que tengo conocimiento de que no ha sido conservado en las mejores condiciones y está empezando a "picarse"