La primer vez que disfruté un monovarietal de Bobal fué en Monvinic con el amigo forero Francesc, ya hace casi dos años. Así que cuando vi esta botella en un mercado de mi localidad, no dudé en comprarlo. Claro que este es mas "comercial" que el que eligió Francesc, pero igualmente disfrutable.

Este Bobal se presenta en una interesante botella mas bajita y amplia, tosca, por lo que sorprende que el contenido sea mas delicado que su imagen. El vino se aprecia de color rubí de capa media-baja, abundante lágrima translúcida, delgada y cabezona. 

La primera impresión al olerlo es de frescura. Se percibe un aroma parecido al de las violetas, que me recuerda a algunos Malbec argentinos, concretamente a dos: Padrillos Malbec y Humberto Canale "Estate" Malbec. Uno mendocino y otro de Rio Negro, Patagonia. Pero ambos son de clima mas fresco que, por ejm, los de Catena, Gascón, Susana Balbo, etc... Curioso que haya cierta similitud ya que la Bobal se da en clima mediterráneo, mas cálido. Se percibe también notas de fruta roja fresca, grosella, fresillas ácidas de monte. Alguna nota mas como de tierra mojada, pero poca cosa mas. Después de un buen rato, el poco vino que quedó en la copa tiene un aroma a hierbas secas, sin ser la típica nota de tabaco rubio de algunos tempranillos o cabernets.

En boca el ataque es ligero y delicado, pero al pasarlo por la lengua deja una sensación secante, aterciopelada. Se aprecia la misma frescura que en nariz gracias a su excelente acidez que te hace salivar.  Fruta roja tenue. Posgusto algo corto, lo único que habría que reprocharle a este vino.

Es importante saber qué esperar. Si hubiese abierto este vino sin conocer el carácter varietal y que por ser Mediteráneo va a tener la misma concentración que, por ejm, un Monastrell o un Syrah, lo hubiese servido con un corte de carne y hubiese sido una elección muuuy errada. O bien si lo hubiese metido en una cata a ciegas con Tempranillos e incluso con alguna Garnacha, lo hubiesen hecho pedazos y en la nota tendría una puntuación baja. Pero gracias a que ya lo había probado y guardaba un buen recuerdo, sabía que esperar y pude apreciar su delicadeza arropada de cierta rusticidad de sus taninos secantes.  Lo serví en una Riedel para Pinot Noir, lo cual ayudó a apreciar bien sus aromas.

Creo que es un vino ideal para un arrocito hecho al aire libre, en verano. Creo que, incluso inconscientemente, cada región elabora sus vinos de acuerdo a su gastronomía... y este vino es muy "paellero", sobre todo con la auténtica valenciana (la única).