Rojo picota de capa alta y pequeño ribete rubí granate. Magnifica nariz, ensambla la cremosidad de los taninos, la madurez de la fruta y las sensaciones florales a la perfección, en un final que se antoja licoroso en su justa proporción, pero que traslada mucha fruta madura. Hay notas de la fruta que rodea al hueso de albaricoque, minerales (canto rodado), maderas finas (nuevas), jara, monte bajo, tostaditos, regaliz y café. Hay ahumados, tinta china, y muchísima fruta del bosque en sazón. Parece que no ha pasado el tiempo, creo que jamás he catado un vino que mantenga tan bien las sensaciones de las anteriores catas (14 años). La boca es redonda, golosa, frutal, con taninos cremosos, larga y con una acidez perfecta que vuelve a realzar el albaricoque de forma intensa. Retronasal donde sale la fruta, las sensaciones cremosas y las flores blancas. Posgutso persistente, con cierta rugosidad noble - tánica y de gran dimensión. Para aguantar la botella muchos años más. Una sorpresa a estas alturas de mi vida, esto demuestra una vez más que todo radica en la uva y ésta es la mejor. Creo que esta botella / año / marca puede ser el mejor Ribera del Duero hasta la fecha (sin tener en cuenta Vega Sicilia Unico por ser otro concepto de vino) - por lo menos para mí y espero no arrepentirme de tal afirmación. Creía que lo iba a encontrar cansino, sobre maduro, algo oxidado y denso, como se podría esperar de un vino en teoría elaborado bajo un estilo moderno. Está pletórico, emotivo y en plena juventud. Si me lo dan a catar a ciegas hubiera dicho que es un 2011.Un ampollita de la felicidad que voy a disfrutar plenamente, aunque era la última de mis botellas, me ha merecido la pena mantenerla hasta ahora. Quién me lo iba a decir. Sorprendente.

La verdad es que me ha gustado bastante, tiene un color muy característico de los vinos que la gente de Emilio Moro hace. Quizás un pelin astringente, pero bueno.
Muy buen vino

Rojo cereza
frutos rojos,especiado,terruño
fino,tanino muy trabajado,muy bueno

Impresionante vino en todas sus facetas. La intensidad es magnifica, fina y muy precisa. Nariz de gran riqueza olfativa y variedad que la botella tenderá a ensamblar más con el tiempo dando paso a la complejidad. La fruta concentrada es muy intensa y de gran calidad, aromas balsámicos ( menta – jara – retama ) unidos a los propios de monte bajo y hierbas aromáticas. Hay unos taninos cremosos y tostados finos increíbles, con una intensa mineralidad ( piedra fría ) que va de la mano de la madera nueva – cedro - ( en segundo plano ) dejando a la fruta negra con hueso como principal protagonista con recuerdos de albaricoque. Es muy largo y con muchos otros matices. La boca muestra una estructura llena de fruta madura, intensa, global, es untoso con mucho volumen y una madera magníficamente integrada y bien llevada. Acidez perfecta de fruta con hueso en vendimia. Posgusto de mucho recorrido y calibre, con sensaciones de cacao alicorado y frutillos del bosque en compota. Me ratifico con la cata anterior, viendo ahora mayor ensamblaje y redondez en este vino. Creo que hoy por hoy, lo mejor de la Ribera del Duero y una de las mejores expresiones modernas de la variedad Tempranillo.

Picota de capa media-alta, de potente impronta en nariz, ataca con notas de frutas negras del bosque, moras y zarzamoras, en terciarios se aprecía con firmeza taninos especiados, torrefactos y notas a eucalipto. En boca pasa muy equilibrados y envolvente, con grato sabor a frutas y pasta de cacao, y en postgusto, que resulta elegante y largo, se memorizan, hay nuevos recuerdos a aquellas frutas negras y sus taninos achocolatados, a mi juicio irá a más con los años, un vino bien hecho que con el tiempo, insisto se irá redondeando aún más, recomendable. El precio de 70 euros que me costó resulta compensado suficientemente.

Coincido bastante con el acertado comentario anterior pero no creo que este vino sea de los de mi estilo. Mucho chocolate y dulzores aparte de la consabida astringencia en paladar . En boca es un punto acuoso, en el cual las mismas sensaciones dulzonas prosiguen. Tengo serias dudas sobre la evolución positiva de este vino aunque ahora está rico. Bien hecho.

Rojo picota con ribete violeta.Despliega aromas de frutas negras maduras (ciruelas negras), aspectos florales (violetas evolucionadas). Pequeñas notas especiadas de gran finura ( canela y clavo ) integradas en sensaciones de maderas y hierbas aromáticas.Aspectos mentolados con chocolates y cafés dulces, existe un frutado dulzor en toda la fase de nariz. Muy complejo. En boca es rico, potente, abocado, equilibrado, sin aristas, con una evolución riquisima donde aparecen unos taninos dulces increíbles integrados en la fruta negra madura, tostados y torrefactos. Retronasal intensa y similar a su paso por boca. Magnifico final que invita a seguir buscando sin freno otra copa. Todas las fases de la cata se complementan y dan similares sensaciones. Elegante.