Parece que la evolución en botella le sienta bien a este vino, al menos vistos les otros comentarios. Picota de capa media, levemente atejado, lágrima clara. Aromas de ciruela, higos, floral (violeta), nobles maderas (cedro), balsámicos (regaliz), mineral (canto rodado), café, confitura de arándanos y un punto picante de pimienta.. Paso en boca vivo y lineal, con recuerdos de cerezas y astringencia de la madera en mitad. Retronasal frutal con recuerdos de cereza. Un excelente y personal monastrell, sin duda.

Éste es de esa clase de vinos que sirven para derribar los prejuicios en el mundo enológico.

Ya de entrada vemos un color cereza brillante, de capa media...tanto que nos cuesta identificar la variedad.

Nariz especiada, que juega con las notas de sotobosque, guindas, trazas balsámicas tipo resinosas. Con cierta chispa.

En boca se aleja ,si cabe, más de los monastrell al uso: nervioso, tanino algo incisivo, fruto rojos en su punto de sazón, buena acidez, algo vegetal. Punto rústico, pero con nobleza.

Vino fresco, vivo y juguetón. De inicio predominan aromas intensos y algo golosos de fruta madura que se van abriendo para dejar paso a notas balsámicas y de monte bajo mediterraneo sobre un fondo mineral perceptible. Uno puede imaginarse paseando entre una verde pinada poco antes del anochecer, cuando el sol comienza a caer y la temperatura refresca agradablemente.
En boca se muestra amplio, frutal, fresco y goloso. Invita e incita a un siguiente trago, a seguir paseando y acabar descubriendo la esencia del bosque mediterraneo.

¿Monastrell? ¡Síiiii! Soy el primero que piensa en un vino oscuro, denso, alcoholico y maduro cuando la cosa va de monastrell. Este no. Este es ligero, fresco, vivaracho, lleno de vértices y aristas, agreste… ¡¡¡ Más ¡!!

(PVP: 9-12 EUR)