Hace un año que probé la anterior botella y esto sigue mejorando.
A la vista sigue limpio, brillante, con capa alta, lágrima densa y deslizándose con lentitud por la copa. Menisco todavía con notas violáceas e incipientes notas tejas.
En nariz mucha fruta del bosque en sazón arándanos, moras, algo de cacaos, ciruelas pasas, madera muy, muy bién ensamblada, algo de tiza.
En boca elegante corpulencia, sobresale la fruta de la nariz, mineral, carnoso, sedoso, todavía con elegante acidez, es muy equilibrado, siguen sin notarse sus declarados 15º, taninos domándose, te invita a beber. Elegante paso de boca y es muy, muy largo los 4 minutos los pasa de largo. Todo un vinazo. Y continuará mejorando. Vino tomado en la comida de Navidad.

Vino encerrado en botella de fondo hundido y con un peso de 1,2 kg. etiqueta moderna.
A la vista se manifiesta con capa alta, muy incipiente tono teja en el menisco y con una lágrima abundante y persistente en la copa.
En nariz mucha fruta del bosque que comienza a estar madura, arándanos, moras, algo de ciruela pasa, madera perfectamente emsamblada.
En boca es corpulento, opulento, muy elegante, equilibrado, no se perciben los 15º ,y algo más de graduación que no declaran, sedoso, muy frutal, resurgiendo la fruta de la fase olfativa, algo licoroso, mineral, taninos domándose, algo de vainilla, madera imperceptible, llena plenamente la boca y te invita seguir bebiendo, lástima que solo sea de 0,75 cl. y es largísimo. Me dá una permanencia en boca de 4,15 minutos. Vivirá todavia algunos años y doy por hecho que mejorará. Me queda alguna botella para saberlo.

Profundo en todos sus sentidos...

Complejo, concentrado, tánicamente por civilizar y cálido en boca. Sierra Salinas nos trae su mejor versión, un tinto poderoso, pletórico de fruta y de notas procedentes de la crianza. Aromas de fruta negra se engarzan con apuntes de especias dulces, sobre un fondo maderizado (tostados, torrefactos), abren paso a una sensación rica y cálida en boca con recuerdos licorosos. Tánicamente muy estructurado, aunque aún le falta la doma del tiempo, excesivamente bravo y nervioso, rica acidez y buen final.