rojo picota, de capa media
mucha fruta,tostados,vainillas,especias.Con el tiempo aparecen notas de tomillos y hierba buena.dejar airear
boca amable con tanino maduro,redondeado y largo

Sorprendente y familiar el carácter de este vino, que parece emular a otros del enólogo que lo inspira. Efectivamente es volátil y poco compotado, aq frutal, pero ligero, mineral, ferroso, distinto, frutillos rojos picantes. Boca ligera, de gran acidez, marcado en este sentido( tiene larga vida???, me gustaría volver a probarlo dentro de 5 años). Curioso y ligero, en definitiva

Brillante en la copa, con una capa no muy alta.
Frutas rojas frescas en la nariz, con tierra húmeda y una nota vegetal agradable. Volátil presente, pero nada desagradable, sino todo lo contrario: te hace entrar como en un juego de equilibrios. En final de copa aparece el café con leche y el cacao.
En boca fresco, para nada compotado (gracias a Dios); sin indicios de sobreextracción; paso fácil pero con un deje un pelín tánico que, supongo, pulirá en un tiempo (aunque suene a tópico). Invita a beber más, que ya es bastante

Cepas plantadas desde 1920 a 1923 por Sebastián Marcos G. al cual se dedica este vino. Un tinto con buen presentación visual, atractiva atiqueta. Un tinto concentrado en aromas de fruta madura, rozando la sensación compotada, donde las notas minerales aparecen presente en todo momento, la oxigenación aporta notas de la crianza -cacaos suaves y tostados medios-, en boca se muestra con buen volumen, correcta acidez, taninos maduros y pulidos aunque en su final se percibe cierta sensación de rusticidad. Hay que darle tiempo para que termine por conjuntarse.

Armonía
Vestido de bocado a base de morcilla de arroz "Burgos" y pimientos del piquillo, un plato que aporta longitud, un cierto toque picante y ácido que conjuga muy bien con este tipo de vinos.