Pajizo dorado. Nariz intensa, expresiva, muy bien definida, con cierto carácter goloso, pero menos maduro de lo que sería de esperar en un cava de larga crianza. Muy bien en boca, ligero, con excelente integración del carbónico, bien definido, muy bien de acidez, largo y atractivo. Ligero en el paso aunque con profundidad.

Hacía tiempo que no volvía a beber este cava que tanto me gustó en el 8º Encuentro Verema.
Color dorado suave.
Nariz de buena intensidad con aromas de frutos secos, levaduras del pan, avellanas, miel sobre pan tostado y un fondo mineral muy interesante. Requiere de algo de tiempo para abrirse pero cuando lo hace es un cava excelente por su complejidad como por su gama aromática e intensidad.
En boca el carbónico está magistralmente integrado, refresca sin molestar, sin expandirse. Tiene una acidez excelente, es amplio, grueso, cremoso, con unas notas de mantequilla por vía retronasal que lo hacen sugerente. Buen recorrido.

Un cava a tener muy en cuenta.

Pajizo brillante con destellos dorados.
Tiene una nariz intensa, expresiva, con notable volumen, comienza algo cerrado, con ciertas notas de reducción que rápidamente dan paso a notas de frutos secos, a leche de almendras, toques de miel y frutos secos, una atractiva mineralidad, que recuerda a la tiza, ciertos toques de hierbas aromáticas y algún ligero recuerdo a piña. Con la aireación va desde la madurez a la frutosidad.
En boca tiene buen ataque, bastante amargoso, con el carbónico bien integrado dando lugar a una atractiva cremosidad, muy buena acidez, una trama ligera y equilibrada y notable longitud.
Excelente.

Visual: limpio color dorado muy pálido con cierta insinuación acerada.
Olfativa: buena diversidad e intensidad, fruta tropical, piña, bollería.
Gustativa: fresco, seco, con notable acidez y cierta cremosidad. El carbónico demasiado en primer plano para mi gusto personal. Longitud media.

Encontramos un Cava donde apenas se produce desprendimiento de carbónico, de color dorado muy límpio con notas de evolución en su visual, gran integración, amplio en aromas, predominio de las notas de fruta madura y horneada -manzana asada-, un deje de piña, y bien acompañado con apuntes de regaliz y paloduz, resultando fresco en su conjunto. En boca se muestra punzante de buena acidez y vigoroso.

Dorado pálido con reflejos metálicos.
Nariz de buena intensidad que, tras un tiempo de oxigenación en el que van desapareciendo las notas reductivas, encontramos aromas de frutos secos, notas herbáceas muy frescas, con especias delicadas, mazapán y masa de pan, que desembocan en unas notas de frutas tropicales más ligeras.
En boca es cremoso, fresco, seco en su desarrollo y con el carbónico perfectamente integrado. Largo recorrido en el que contrastan las notas secantes en la boca con las notas tropicales que se perciben por retronasal.

No puntúo por ser catado en el Encuentro Verema y no poderle prestar toda la atención requerida.