Rojo rubí intenso, ribetes ligeramente atajados y capa media
Nariz intensa, compleja y misteriosa que requiere de una cierta aireación para expresarse. Muestra un carácter térreo, con toques de hongos, bosque umbrío, sotobosque y ligeros herbáceos. Hay también una fruta roja ya madura, unos ligeros especiados de clavo y nuez moscada, toques balsámicos y anisados, y un mínimo bouquet terciario con algunos atisbos de cuero viejo, tabaco de pipa y torrefactos. Complejo, maduro y sobre todo diferente.
En boca es amplio, potente y elegante. De paso firme, maduro y señorial, con una acidez todavía muy viva y un poderoso armazón y definida estructura. Final largo y persistente que nos deja recuerdos térreos y especiados. Taninos presentes, pero ya bastante pulidos e integrados. Redondo y maduro, delicioso en boca.
Un gran Barolo ya entrando en su madurez, aunque me gustó menos que el 93 que tomé hace poco, cosa curiosa porque la añada 96 es teóricamente superior. Quizá necesite más tiempo, pero este es algo más austero de momento. No obstante es un fabuloso vino que hizo perfectas migas con un morcillo estofado de ternera IGP Sierra de Guadarrama. Excelente.