Rojo rubí, ribete rojizo, capa media-alta.
En nariz se expresa con intensidad y franqueza, ofreciendo registros de Barolo clásico de libro. Notas florales, rosas, violetas, frutas rojas en licor, chocolate negro, especiados de nuez moscada, balsámicos, hierbas aromáticas, toques térreos y fúngicos, humus y tierra mojada, bosque umbrío, hojarasca. Perfecta definición de lo que debe ser un Barolo.
En boca es un vino difícil, complicado, muy duro pero extraordinario en sus formas. Tiene una portentosa acidez que vertebra un estructurado esqueleto, el paso es firme y redondo dejando una larga impronta frutal y mineral en el posgusto, quedando la fruta licorosa. Persistente y duradero. Finamente tánico. Será eterno.
Cicala es siempre la viña más completa de Aldo Conterno y en años de largo recorrido como este 96 es un vino muy longevo, de lenta evolución, que a sus 15 años no es más que un adolescente necesitado de mucha guarda. Pero alguna vez hay que abrir los vinos, no? Un Barolo de los grandes.