Color amarillo con reflejos dorados.
Nariz de buena intensidad donde inicialmente destacan las notas más propias de crianza: notas de tostados, de cereales, cáscara de pistacho, notas ahumadas, tostados... poco a poco la fruta aflora entremezclada con un fondo mineral. Notas de pera madura, de manzana verde e incluso manzana asada.
En boca tiene una muy buena acidez, es corpulento, ligeramente graso y amplio, con un largo recorrido y marcadamente mineral. En boca está más equilibrada la boca que en nariz, aunque con el tiempo todo el perfil olfativo va engranando y dando como resultado un vino excelente, complejo y elegante.

Menudo genérico se gasta el señor Roulot...

Fecha de cata y degustación 28-01-09.
Vista: Límpido y brillante, transparente con reflejos dorados. Precioso.
Olfato: Con copa quieta se muestra sutilmente dulzón. Tras agitar la copa se aprecian notas de fruta de pepita (manzana verde), piña, ahumados y pan tostado. Poco expresivo.
Gusto: Al primer ataque se muestra fresco y dulce. Desarrollándose discretamente frutal, goloso, glicérico y cremoso. Buena estructura y longitud. Ligeramente almendrado en la despedida. Es un vino muy elegante pero algo falto de la frutosidad que cabría esperar.
Corcho un 10.
Le doy un 8. Tengo la impresión de que estuvo mejor.

Pajizo con destellos amarillos. Tiene una nariz de media intensidad, atractiva, con fruta bastante franca y un fondo ligero con toques minerales. En boca tiene buen ataque, con cierta untuosidad, amargosos, con acidez correcta y buen recorrido. Un básico bastante bien plantado que es una excelente introducción a los Borgoñas blancos. PVP aprox. 20€

Color amarillo dorado pálido. Nariz muy sutil en principio que como ya se ha dicho anteriormente va creciendo con la aireación, aromas a fruta blanca, manzana y recuerdos a flores blancas sobre una base muy mineral. En boca muy buena acidez, untuoso y largo con un final ligeramente amargoso. Muy rico y sobre todo elegante.

Amarillo de mediana intensidad. Nariz potente en su conjunto pero sutil en matices, con aromas de manzana verde, ligeros cítricos, un toque ligeramente especiado y de frutos secos, balsámicos y melosos, pan tostado muy suave y base mineral. Le conviene cierta aireación. Boca sabrosa, cierta untuosidad, buena acidez. Final ligeramente amargoso, con postgusto afrutado y con muy buena persistencia. Para disfrutar. Guardaremos más botellas a ver cómo va evolucionando este básico del gran Roulot.

Amarillo pálido con reflejos verdosos.

Este vino genérico de un gran productor borgoñon comienza muy tímido en nariz. Posteriormente con el aire y al calentarse va ofreciendo notas de fruta blanca, sobre todo de manzana. Es un vino que se debería haber decantado.

Un vino glicérico, graso y potente, con muy buena acidez. Aun muy joven, es muy disfrutable ya aunque no ofrece todo el potencial que se intuye y que se alcanzará con algunos años.