Un vino recomendado por David de Vila, extraordinario, por su carácter fresco y de los que se dejan beber con un gran disfrute. Mi primera reacción fue decir es precioso. Ya sé que no es correcto, pero su frescura y su delicadeza me hicieron ver que era un vino para gozar. Color picota granatoso con destellos violáceos, muy clarito al estilo de la mayoría de Borgoña. En nariz aromas a frutos rojos, especias. En boca suave y elegante, fresco, con muy buena estructura, buena acidez, se le nota las notas minerales... Extraordinario tinto en la zona de blancos.

Mi primera incursión en tintos de Roulot ha sido muy satisfactoria. Pienso que es un vino, tal y como dijimos después de probarlo, de los que te podrías beber bastante sin ánimo de cansarte por su excelente frescura. No puedo comparar frente a otras añadas de Roulot en este vino, y la 2005 ya sabemos lo bien que se ha dado en la Côte de Beaune en tintos, así que…sea por lo que sea, el vino nos pareció tremendamente disfrutable.
Dentro de lo que íbamos hablando del vino aparecían cosas como las bayas rojas, especias, mineralidad, madera bien trabajada, acidez en la boca, buena estructura, mediana persistencia. Al final lo resumimos en: ¿ya se ha acabado la botella? Quiero más. Me supo realmente delicioso junto a unos huevos fritos con foie, unas mollejas encebolladas y unas setas salteadas.
Este vino precedió a una elaboración que se ha sacado de la manga este genio de Meursault y que tuvimos la suerte de probar. Me refiero a un destilado que hace a base de peras. Yo no es que sea mucho de este tipo de bebidas pero meter la nariz y dar un sorbito pequeño…¡y parece que te has tragado una pera!. Soberbio.