Probado en la fiesta de jerez en Barcelona durante el mes de Mayo. Tuve la gran oportunidad de probar esta maravilla. Gran vino, extraordinario y monumental. Luego pregunté el precio en una tienda de vinos y ya vi su precio... Pero es una maravilla. Color ámbar oscuro, limpio y brillante. En nariz aromas espectaculares, muy complejos y fruto de sus grandes años de crianza. Difícil me resulta escribir los diversos aromas percibidos. En boca es genial, tonos salinos, frutos secos y muy, muy largo en boca. Jerez mítico.

Vinos como este hacen grande Jerez, es impresionante tanto en nariz como en boca.
Tiene una nariz intensa, muy compleja, destacan los aromas de frutos secos ( nueces ), pan tostado, piel de naranja, ebanisteria fina, aromas salinos, tabaco rubio y mineralidad.
En boca tiene mucha intensidad, mucha profundidad, destaca la magnifica acidez, notas salinas, tiene un final amargoso punzante que se te queda pegado al paladar, con una persistencia eterna y recuerdos finales de frutos secos.

De color ambarino cobrizo, brillante y con menísco dorado, brillante y limpio.

Nariz intensa y con carácter que recuerda a avellanas, orejones, suaves toques tostados, hojas secas, tabaco de liar y fondo de maderas finas con indicios de bolleria.

En boca es enorme, intenso, solemne. Aparecen frutos secos seguidos de flores secas, azucar quemada, tabaco, atisbos de especias, maderas muy viejas y un fondo sutil de redondez golosa. Posee una elegancia y un recorrido inusual, muy complejo, que llena la boca, con estilo. Para tomar con tiempo y dedicación. El final es de libro.

Ámbar pálido. Nariz intensa y expresiva, en primer plano destacan algunos recuerdos a frutos secos, ofrece matices tostados, caramelo bastante tostado, algo de maderas finas y un fondo seductor de flores ajadas. Notable profundidad. En boca tiene buen ataque, amargoso, bien definido, resulta largo y equilibrado. Amargoso y con enorme profundidad.

Tan complejo, contundente, sobrio, amable, frescura, flores...
Tiene un sabor de jazmines y de rosas, de fresca azahar, espléndida acidez que deja la boca sumida en una ensoñación de sabores, matices, sugerentes sensaciones, recuerdos de caña de azucar...Fabuloso. Sedoso. Con los ojos cerrrados.

En nariz presenta gran intensidad y complejidad, con una misteriosa nota de incienso. En boca se despliega con impresionante fuerza, es amplio y muy profundo. Larguísimo postgusto. Un palo cortado muy grande, un auténtico monumento a los grandes generosos de Jerez. Con unos días más de aire puede ser pura perfección.
El palo cortado que más me gustó de los seis grandes que catamos en la cata 16 aniversario de la Peña La verema.

Precioso color de miel no muy concentrada, con ribetes verdosos y lágrima intensa. Muy limpio y brillante.
Nariz de gran potencia, compleja y con cierta golosidad. El alcohol y la madera se encuentran perfectamente ensamblados y dejan apreciar aromas a frutos secos con recuerdos salinos y a levadura de panadería.
Tiene una boca muy concentrada, con marcado tono salino y muy expresiva. Con una entrada ligéramente golosa es, sin embargo, un vino seco y algo ardiente. Su elegante amargosidad que lo hace aún más largo y persistente.
Un Palo Cortado de "matrícula de honor". Su precio, aproximadamente 230€.

Color ambarino oscuro, limpio y con ribetes cobrizos, limpio, precioso.
Brutal complejidad en nariz. Sensación de vino viejísimo. Aparecen multitud de aromas y matices difíciles de describir. Tan complejo que asusta y te hace pensar que tu nariz no puede con él.
En boca es también excesivo. Tiene un marcado tono salino y es algo duro al final, dada su extrema vejez. Más que persistencia, lo suyo es un acompañamiento eterno. Es tan complejo que se te escapan matices. Un vino mítico, incluso en su precio (¡240 Euros!).

Ámbar oscuro con reflejos caoba. Brillante
Betún, flores ajadas, caramelo y azúcar tostado.
En boca es suave, delicado, amable, con un punto dulzón, largo y con una excelente acidez.

En esta cata de titanes el segundo que más me gustó.

Caoba claro. Nariz complejísima: a los frutos secos en forma de avellanas se unen notas de algarrobas e higos secos. Notas de hoja de tabaco, caja de puros, maderas nobles, y un final de nariz que recuerda algo a las flores marchitas, muy ligeramente dulzón. Diría que tiene un perfil más de oloroso que de amontillado. En boca es mucho más seco que en nariz, con un poderoso post-gusto de avellanas. El final de boca muestra una ligera acidez. Muy largo. Un vino enorme.