Licor de cerezas, cueros y grava, sabores y matices que tienen mucho juego en boca y sus aromas acompañan cada trago, con una columna vertebral mineral terrible, y su fruta roja madura hasta el final, largo y exquisito.

Ultima botella y el vino esta magnifico (suele ocurrir.
En nariz sigue la fruta y la elegancia aromática, también vainilla, pimienta y toques de chocolate.
En boca es aterciopelado y muy redondeado, con gran estructura, gran retronasal y final muy largo y con mucha persistencia.
Lo dicho un gran vino.

Este vino se ha domado por completo.
En nariz sigue siendo complejo y frutal pero más elegante, ahora aparecen aromas de vainilla y pimienta.
En boca sigue siendo potente pero menos, ahora el paso de boca es aterciopelado y super agradable, excelente equilibrio y estructura, final muy largo y con mucha persistencia. Gran retronasal.
La nariz muy buena, pero la boca fabulosa.

Después de un año y tres botellas más catadas, sigo diciendo que es un gran tinto, aunque manifiesta algunas irregularidades, ya que hay botellas muy redondeadas y equilibradas y otras no tanto, pero en nariz, sigue siendo compejo y ahora mucho más elegante.
En boca mantiene sus cualidades de potencia, equilibrio y estructura y ahora gana y poco en elegancia. Gran final y excelente recorrido.
Sigue teniendo una excelente RCP, ya que cuesta de 35-40 €, el corcho un 7,5

Rojo picota de ribetes cardenalicios y capa alta e impenetrable.
Nariz intensa y plena de aromas, con fruta negra madura de corte licoroso (moras, ciruelas) y toques de regaliz, vainillas, chocolate, torrefactos, pimienta negra. Necesita buena aireación para expresarse, pero lo hace de forma clara y contundente.
En boca es un vino carnoso, con mucho cuerpo y estructura. Es denso y potente, pero afortunadamente tiene una correcta acidez que le da algo de ligereza y frescura. Es largo en el final y algo astringente, dejando un recuerdo amargoso. Llena el paladar y lo sacia, a la tercera copa se me hace un poco difícil seguir bebiendo. Necesita de comidas contundentes para su disfrute. Y le vendría bien más tiempo en botella, pero no sé si domará mucho más ese rudo carácter.
Este “Garrafeira” es un vino para hacernos una idea de corte “Ribera del Duero moderno” con mucho de todo (extracción, potencia, fruta, cuerpo, tanino…). Y también mucho precio, hablamos de unos 35 euros. Está bueno, pero no es el tipo de vino tinto con el que sintonizo actualmente. Para amantes de los tintos potentes. De esta bodega prefiero sus blancos, muy personales e interesantes.

Color picota no muy oscuro con borde granate, pero brillante y atractivo.
Aroma de bastante intensidad, complejidad y elegancia a frutos negros en mermelada, buenos tostados de la madera (chocolate y café), regaliz, ahumados, torrefactos, también minerales (hollin, betún y tinta china), toques florales de hierbas y vainilla.
En boca es sabroso, con un paso de boca potente y al mismo tiempo elegante, aterciopelado y muy bien estructurado, taninos potentes, retronasal muy bueno igual a la nariz, final largo y bastante persistente a frutas y tostados.
Un gran vino, que necesita mucha botella, pero que será con el tiempo aún más grande, cuesta sobre 35 €, el corcho un 8.