-Fase visual: Color rojo granate tirando a teja, ribete yodado, capa media baja, lágrima media algo densa y rápida, sedimentos al final de la botella con cierto brillo.

-Fase olfativa: Aromas algo cerrado al inicio, terroso, madera vieja, acetatos, intensidad media alta, oxigenamos el vino en la copa agitandolo y percibimos aromas de fruta negra seca pasificada, uva pasificada, olivas pasificadas, especiados de clavo, canela, trufa negra, champiñón mojado, flores secas.

-Fase gustativa: Entrada ferrosa, acidez presente aún viva (sorprendentemente), tanino terroso ligeramente seco, alcohol bien integrado con presencia de algo de acetonas, cuerpo ligero, sabores de fruta negra seca, taponade de aceitunas negras, mineral, setas mojadas, trufa, ciertas notas golosas de canela, barniz, balsámicos secos, regaliz, palulu seco, final vegetal seco y posgusto largo.

-Postdata: Vino que por su gran edad sorprende lo que nos vamos a encontrar, tanto por su acidez aún presente como por sus aromas y su boca, la verdad que ha sido increíble poder catar este vino en el restaurante y comprobar por qué Rioja es una gran zona vitivinícola y porque sus vinos están aún vivos.

Pues aquí estamos con mi valoración de vinos n° 1.000. Parece que fue ayer aquel 2 de Noviembre de 2013 cuando colgué mi primera cata y son siete años ya. En fin, me hace una ilusión tremenda por lo que hemos elegido para celebrarlo un vino muy especial, un Rioja con 100 años de antigüedad, por supuesto el vino más antiguo que he tenido la suerte de probar. Decir que los datos que he colgado de su elaboración y viníferas pertenecen al vino de la misma bodega Yago Ducal Reserva de Añada Especial 1949 (http://vinosclasicos.blogspot.com/2015/11/yago-ducal-reserva-de-anada-especial.html), aunque creo que en 1.920 los tiempos de permanencia en grandes depósitos centenarios de madera vieja y los de crianza en barricas usadas de roble americano debieron ser incluso mayores a los indicados. He preguntado vía correo electrónico a la bodega pero no recibo respuesta, una pena. Pero vamos con lo importante. Tuvimos la botella (base cuadrada, tipo Rhin) de pie por espacio de 3 días. Sus etiquetas están algo deterioradas (la frontal grande no tanto) y lo califican como "Vino tinto fino pastoso" además de aconsejar "Sírvase templado". El nivel de líquido está un par de cms por debajo del tapón. Al intentar abrirla con el abridor de lamas se nos partió el corcho, pero al fin, no sin algunas peripecias, conseguimos sacarlo con ayuda del abridor estándar de tijeras. Lo tuvimos cuatro horas y media abierto antes de proceder con su valoración a 18°C, la verdad, con una gran emoción contenida...

VISUAL: Presenta un color increíble para tener un siglo, muy buen augurio. Viste traje rojo picota de capa media-alta con un ribete amplio, atejado y en tonalidades cobrizas y ocre. Por otro lado es bastante brillante y para colmo, presenta alguna lágrima, muy escasa, gruesa, lenta y muy densa. Es alucinante ese color... (98).

OLFATIVA: Nos lo llevamos a la nariz y las primeras notas que encontramos son... frutosas???, es fruta muy madura, en compota, a mermelada de ciruela y a uvas pasas. Me alucina su carácter frutal, no me lo puedo creer... Enseguida aparecen fragancias fúngicas de trufa negra y níscalos silvestres acompañados de ese toquecito especiado dulzón tan típicamente riojano a canela y vainilla. También asoman aromas a fenogreco, herbáceos de té negro, apuntes más viejunos de flor marchita y polvorilla, y unos finos terciarios muy elegantes: cacao en polvo, tabaco inglés, guindas en licor y duelas envinadas. Por supuesto el roble se muestra omnipresente en toda la fase olfativa fruto sin duda de esas larguísimas crianzas que se daban a estos vinos riojanos en los años 20. Espectacular en nariz, parece mentira que después de 100 años posea esa gran "cromaticidad aromática" si me permiten el palabro, y con una intensidad media el abuelo... cómo aguanta! (94).

GUSTATIVA: En boca mis queridos amigos, es otro viejuno más en estado mesetario, para aguantar los años que quiera. Tiene una acidez marcada, brutal, de tremenda amplitud y con los taninos que nos gustan, los que vienen de lo más profundo del vino, siendo casi imperceptibles de entrada, con un paso por boca suave y sedoso pero asomando poco a poco y subiendo de intensidad aportándole corpulencia y estructura a estos vinos tan grandiosos. En cuanto a los aromas retronasales, pues nos recuerdan a la corteza de naranja con algo de flor marchita y con ese toque frutoso (culís de fresa) tan alucinante. Y viene el apoteosis, un post-gusto que es una delicia, probablemente influidos por la edad del vino, pero es un gustazo disfrutar de ese tacto tan lácteo y sedoso que parece que se vaya a mantener de por vida. Es un no parar, aparecen sabores frutosos, con notas intensas de guindas en licor, con una cierta sequedad aportada por sus titánicos taninos y con unos sutiles apuntes animales (sanguíneos) . También encontramos cacao en polvo, delicado, y de nuevo aparecen esos elegantísimos especiados avainillados. Brutal, brutal... la madera nos aparece por todas partes, nos llena el velo del paladar, es un ensamblaje fruta-madera que nos tiene alucinando. La persistencia es bárbara, un poco más de cuatro minutos... No sé que decir, mi valoración n° 1.000 con un vino de 100 años, estoy entusiasmado como un niño con zapatos nuevos y deseando que la degustación no se acabase nunca. No puedo dejar de dar gracias a estas bodegas riojanas centenarias  que elaboraban estos vinos tan longevos, casi mágicos, inexplicable cómo pueden llegar a nuestra época de esa manera y además repito, si no abrimos la botella, dura otros 50 años mínimo, sin despeinarse. Un vino excepcional sin duda, al cual siendo honestos, le daremos un 95 (aunque por el lado emocional le daríamos un 100). En fin, encantado de esta experiencia y esperemos disfrutar y compartir las próximas 1.000 en este maravilloso foro. 

La RCP fue excelente pues conseguimos esta joyita por algo más de 38 euros. Ahora lo veo en alguna web por 300...

MARIDAJE: El primer día no dudé en realizar mi maridaje favorito para un viejuno, un plato de jamón ibérico de bellota con queso curado de oveja. El siguiente día compartió mantel con un suculento "Porterhouse steak" de 850 grs al tomillo y para terminarnos la botella me la llevé hasta uno de nuestros restaurantes favoritos de Cuenca (EC), Le Petit Jardin, para compartirla con nuestro buen amigo y excelente Chef, Giovanni Cambizaca. En concreto me tomé la última copita con unas vieiras salteadas con pimientitos y frijolitos sobre una crema de guisantes. Me quedo con el maridaje del día uno, con ese grasosito y veteado jamón ibérico, exquisita armonía de sabores frutosos, cárnicos, grasos y sanguíneos, un espectáculo para los sentidos. Pero hay que rendirse y reconocer que, emocionalmente, la mejor copa fue la última, con mi esposa (que lo probó!!) y con el gran Giovanni. Un día memorable y tres experiencias inolvidables. Un año este 2020 que pasará a la historia como año nefasto, afectado por una pandemia terrible, pero que intentamos pasar de la mejor manera posible y con estos MOMENTAZOS con mayúsculas, juro que te olvidas de todo. Apasionante!!!!

Efemérides de 1.920: La Sociedad de Naciones (precursora de la Organización de las Naciones Unidas) se reúne por primera vez y ratifica el Tratado de Versalles. Termina la Primera Guerra Mundial - En Inglaterra, se produce la primera transmisión por radio: un concierto emitido desde Chelmsford - En Estados Unidos queda instaurado el derecho de sufragio femenino - En España se funda del Partido Comunista Español - En la India, Gandhi comienza una campaña de desobediencia civil - En Amberes se inauguran los VII Juegos Olímpicos - En Estados Unidos se funda la NFL - Se funda La Legión Española - Se funda el Club Atlético Osasuna - Nacieron el Papa Juan Pablo II, Isaac Asimov, Ray Bradbury, Federico Fellini y Miguel Delibes y fallecieron Modigliani, Pérez Galdós, Carl Fabergé y Joselito. 

Salud-os!!